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Septiembre 2012
Edición No. 283
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anahiLa nueva generación del PRI


Diana Robledo Flores

Mucho se ha dicho del “nuevo PRI”, que se ha renovado, que ahora es humanista, incluyente, cercano a la gente, e incluso hasta se han autocalificado de izquierda moderada. Estamos de acuerdo que el nuevo PRI es un partido que está apostando al marketing, a la publicidad, que no se limita en gastar millones en limpiar su imagen del desprestigio que los sacó de Los Pinos, para crear una nueva presencia que entre en la cabeza del ciudadano que día tras día está al pendiente de sus novelas favoritas. La gente informada sabe que es el mismo gato pero revolcado.

Lo que debemos estar conscientes es que está nueva campaña para hacernos creer la mentira del “nuevo PRI”, está costando millones de pesos, dinero que no sólo no se comprueba, sino que nadie sabe de dónde proviene, pero nadie duda que es del erario, del dinero de los ciudadanos, y una buena parte de dinero ilícito.

En este “nuevo PRI” no se cambió ni la ideología, ni la plataforma, ni la forma de gobernar, lo único que ha cambiado (y para mal) son los “nuevos candidatos jóvenes” a los que le ha apostado el PRI; candidatos que lo único que tienen a su favor es que son agraciados y lucen bien en las fotos, cosa que ayuda para su publicidad engañosa. Pero además, estos jóvenes se sienten queridos e idolatrados por las lideresas y señoras de las colonias, tanto como adoran a su actor favorito de las novelas.

Gracias a Televisa y Tv Azteca, la única cultura que bombardean a la sociedad es la telenovela, por eso se invierte tanto dinero en ellas, en producción, vestuario y en la paga de los actores, porque a través de las telenovelas se controla a los televidentes y se mandan mensajes para crear la cultura que quieren para la sociedad: al pueblo pan y circo.

Es por eso que el PRI está apostando todo a renovar su imagen a través del pago de millones de pesos a Televisa para que se encargue de crearle una propaganda digna de una novela mexicana. Es más que obvio que la televisora asesora al PRI con una de sus mejores estrategias que le ha funcionado para atraer más público: poner a gente joven y bonita, y si es posible para dar el plus, que ande con alguna actriz de Televisa, no importa su reputación, el chiste es que cumpla los objetivos.

Estos nuevos candidatos que ha puesto el partido tienen en común que son jóvenes, guapos, de familias con dinero o de una buena posición económica, bien vestidos, con discursos simplones y superficiales, buenos para posar ante fotógrafos, y para darle besos a cuanta señora de colonia se le ponga en frente. ¿Qué más pueden pedir las votantes que un hombre joven, guapo y carismático les hable bonito, les dé un beso y un abrazo aunque luego se limpie los labios y se lavé con alcohol las manos; y de paso, no está de más que les regale una despensita, aunque sea de 50 pesos, y con eso ya se ganó sus votos, sus votos Televisa.

Estos candidatos no necesitan tener ninguna cualidad, ni siquiera ser inteligentes, eso no se les ve a simple vista, por eso no importa. Los votantes sólo quieren llenar el ojo, no les importa que estos nuevos candidatos sean en la mayoría juniors que se ven bien gracias a que gastan miles de pesos en su imagen, tampoco les importa que cuando obtengan el cargo de elección gracias al “voto Televisa”, se gasten el dinero del pueblo en trivialidades: viajes al extranjero, ropa, diversión, mujeres, autos, etc. O se lo roben.

El pueblo cada vez se hace más pobre y los gobernantes cada vez más ricos, esto siempre ha existido, pero el viejo PRI o los viejos del PRI lo escondían o disimulaban, ahora el “nuevo PRI” o los nuevos jóvenes del PRI, no les importa hacer notar sus riquezas, ni los gastos o robos exorbitantes que hacen con el dinero del pueblo. Ya que como bien dicen “lo único que no puedes ocultar es el dinero y lo pendejo”, por eso ellos prefieren que se les note el dinero.

Un caso conocido de los derroches de estos jóvenes del “nuevo PRI”, es el del gobernador de Zacatecas, que gastó nada menos que 20 millones de pesos en la remodelación de la “casa de gobierno” para vivir en una lujosa residencia que emule el Hotel Bellagio de Las Vegas, que sea digna de este “junior” que le gusta la buena vida. Y cómo no mencionar al gobernador electo de Chiapas que apareció en la portada de la revista Hola, besándose con la cantante y actriz Anahí en la ciudad de Nueva York, reportaje que los del marketing titularon “El más romántico beso de película”.

Estos sólo son los primeros casos, pero así como éstos, con el tiempo se irán conociendo los lujos y caprichos excesivos del “nuevo PRI”, que lo único que tiene de nuevo son sus jóvenes y metrosexuales candidatos, dirigidos por uno de sus iguales, su líder, capitán y presidente electo: Enrique Peña Nieto. ¡Pobre México!

 
diana.robledof@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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