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Agosto 2013

Edición No. 294
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Desafío

-Marihuana para Todos
-Bandoleros “Soldados”
-Los Días de Asueto


Rafael Loret de Mola.

El presidente de Uruguay, José Mujica Cordano, nacido en 1935, tiene fama de ser el mandatario más pobre del planeta porque conserva y vive en la casa rural que tenía antes de encaramarse al poder y trabaja, cuando descansa de sus responsabilidades ejecutivas, en la agricultura como cualquier mortal que no está contaminado por el inexorable virus de la suficiencia que, por desgracia, no ha podido ser exterminado en la residencia oficial de Los Pinos, en la ciudad de México, en donde se niega hasta lo evidente “por cuestiones de imagen”. Además, Mujica, propuso al Congreso de su país que la marihuana se legalizara en cuanto a la siembra y el tráfico, operándose a través de una empresa paraestatal que rindiera utilidades directas al Estado.

Mujica no ganó todas. Los legisladores, como suele ocurrir en nuestro país, se encargaron de ponerle piedras a la iniciativa y, al final de cuentas, aceptaron legalizar el producto pero sin que el gobierno lo monopolizara, circunstancia ésta muy sospechosa sobre todo conociendo los intereses y consecuencias álgidas de los intereses soterrados con los grandes consorcios, por lo general multinacionales. ¡No iban a permitir los estadounidenses que nadie se les adelantara en su zona de influencia y, mucho menos, cuando los grandes padrinos anidan en su territorio!

Al paso que vamos, seguramente, Vicente Fox y su consorte estrella, la de “las muchas faldas” -capaz de mantenerse como hostelera de lujo y empresaria marihuanera por pura “solidaridad” con su consorte-, serán designados, en la Organización de las Naciones Hundidas, no la ONU qué conste, como pioneros en el rubro y, cuando menos, los primeros comisionados para otorgar garantías plenas a los productores en regiones en donde se atropellan las libertades con la presencia del ejército, la armada, los secuestradores, los narcos y los terroristas. Demasiados malignos para tan escaso territorio -el de Michoacán, por ejemplo-. En medio de ellos, en San Francisco del Rincón, Guanajuato, célebre por ser cuna de Las Poquianchis, reinas de la promiscuidad, en las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo anterior, y ahora tomada, de hecho, por hordas de chinos que han desplazado a los artesanos locales fracturando sus precios, sobre todo en cuanto al calzado se refiere, con la bendición de los caciques Fox, se alza el templo faraónico del sexenio de la “primera alternancia”, con grande movilidad -como la pretendida por el genocida luis echeverría, en minúsculas también, cuando creó su Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del Tercer Mundo, hasta que le fue retirado el presupuesto por su sucesor, José López Portillo, quien lo envió a Canberra, el sitio geográfico más alejado de nuestro suelo-, y construido sobre los cimientos corroídos del mayor laboratorio de cocaína que funcionó en México antes de ser asegurado con la intervención de la entrometida DEA en pleno “boom” del narcotráfico a lo largo de la administración federal de Miguel de la Madrid Hurtado, ya extinto y con ello garantizado su silencio. ¿Casualidades? Hace tiempo dejé de creer en ellas.

Las coincidencias son innegables. Brinca Uruguay porque la marihuana podrá llegar a manos de la sociedad sin tantos brincos; y se anuncia que en el Distrito Federal, con la anuencia de la asamblea perredista de legisladores -la llamo así porque las oposiciones están arrinconadas y con escasa posibilidad de conseguir consensos dignos-, en noviembre podrá ser feliz el sueño... de los Fox. A ver, otra vez: ¿El PRD, a través de sus asambleístas que se dicen vanguardistas, apoyarán al ex presidente panista que más repudió y defraudó a este partido?¿Cuál es el propósito aparte, como siempre, de sacar alguna tajada? Seguramente, adelantarse a quienes deshojan las margaritas en otros niveles de gobierno tras la convalecencia del presidente Peña Nieto. Y, de paso, abrir nuevas puertas al chantaje. ¡Cómo me gustaría que no fuera así! Pero no puedo hacerme de la vista gorda como la mayor parte de los informadores.

En el caso de México, la argumentación de los Fox y quienes piensan como él es un dechado de inocuas torpezas: alegan que, de esta manera, le “arrebatarán” el negocio y el dinero al temible e intocable Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, para cederlos a los empresarios de vanguardia, listos a apoyar las sacrosantas causas del sistema, con la consiguiente y displicente repartición de óbolos -no diremos diezmos para no incomodar al Cardenal Norberto Rivera Carrera-. El propio Vicente, pese al Prozac, no puede frenar su desbordante egolatría que le hace creerse una especie de César entre los simples humanos y guardianes de la legalidad; por eso sólo le faltan las hojas -no de laurel sino de marihuana para estar al paralelo con los nuevos tiempos-, para coronar su testa y, si se puede, con sus iniciales resaltadas sobre el verde intenso de la cannabis.

Amnésico -o ignorante-, como es, el señor Fox olvidó, de entrada, que “El Chapo” por él invocado no asienta su fortuna y su infraestructura en la venta de marihuana sino en el transporte de la cocaína y la heroína, la importada de Guatemala y Colombia por el Puerto Lázaro Cárdenas, ahora sitiado por los sicarios de los “Caballeros Templarios” -sujetos formados en las filas del ejército, el de elite, con técnicas del Pentágono, y enseguida escindidos de las fuerzas armadas para combatir en el bando contrario en donde ganan mucho más-. ¿Un simple error o una proyección a futuro, en combinación con “El Chapo”, quien huyó apenas unas semanas después de que Vicente, el de las hebillas de plata, llegó a la residencia oficial de Los Pinos?¿Otra mera coincidencia o la confirmación de los asuntos soterrados que no se ventilan con la simpleza de la llamada “modernidad”? Fox y su consorte, quienes se apropiaron a la mala de la línea de autobuses “Estrella Blanca” favoreciendo con ello a los vástagos de la señora Marta y convirtiéndose con ello en competencia directa de los Hank mexiquenses y los Figueroa guerrerenses, ya tienen otra perspectiva para explorar y seguir creciendo cuando él rebasa ya los setenta años y sólo se equipara a los ancianos iconos del PRD. La izquierda envejece; la derecha se anquilosa. ¿Cuánto más habremos de tolerar?

Lo grave del asunto es que va creciendo y, dentro de muy poco, la liberación de la marihuana -consumida sólo por el nueve por ciento de la población, contra el triple que tiene acceso a la cocaína que le sobra a “El Chapo” y no requiere cruzar la frontera para que la oferta-demanda no tire por la borda los precios-, servirá hasta para tratar de enarbolar un falso discurso pacifista en aras de los caídos en la interminable guerra de las drogas, o de calderón, como quieran llamarle. ¡Ya hasta nos vamos olvidando de los cien mil muertos y veintisiete mil desaparecidos que su gestión legó a Peña Nieto, incapaz hasta ahora -quizá por eso de los nódulos tiroidales, ya célebres, de frenar las matazones como prometió. Al contrario, siguen las versiones de que, en Michoacán, los clanes mafiosos, además de los Templarios la llamada “Familia” y “Nueva Generación”, están imponiéndose a la armada al grado de que ésta, soltada por todo el territorio nacional como si México fuese la Atlántida sumergida en sus mares territoriales en donde sólo debiera operar la marina, ha debido dar las gracias al ejército por rescatarlos de varias emboscadas no sin bajas notorias y de muy alto peso, como la del vicealmirante Carlos Salazar Ramonet, elevado a la heroicidad aunque éste si entró en batalla y no como los iconos de la derecha sacrificados en accidentes de helicópteros y Lear Jets. Sólo cambian las escenografías y los maquillajes... igual que en 1994, cuando estalló la rebelión neozapatista, duró once días y después callaron los fusiles con historias negras sobre la escasa efectividad de las fuerzas armadas rebosantes de reclusos novatos que temblaban al dirigirse a las zonas de conflicto.

Quizá por ello, Fox va ganando en el terreno de la impunidad. No es Mujica pero quiere aparentar ser un mexicano sacrificado por las causas nacionales cuando negocie con marihuana. Dice que jamás la ha fumado, con los ojos entrecerrados, pero a él le vienen mejor los medicamentos de alto precio para mantenerlo despierto mientras duerme por dentro. Es parte de las grandes simulaciones de la vida institucional del país.

Debate
Siguen dándose elementos de juicio muy graves en contra del “adoctrinamiento” de las llamadas fuerzas armadas. Ya me lo había dicho, desde su celda de Almoloya, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, en marzo de 2002, ahora se encuentra desahuciado, de hecho, en el tercer piso del Hospital Militar, con cáncer terminal desde hace casi un año, en el mismo nosocomio en el que fue intervenido el presidente Enrique Peña Nieto; quien lo dijera, el comandante supremo y uno de los mayores acusados por haber sido infiltrado por el cártel de Amado Carrillo Fuentes, cuando fue el único que aprehendió al llamado “señor de los cielos”-: México ya tiene a sus propios “rambos” con una capacidad tremenda de combate, porque fueron llevados al Pentágono para adiestrarlos y luego se diluyeron.

¿Cuántos de éstos habrán considerado miserables sus sueldos optando por encabezar grupúsculos criminales desde hace ya más de una década y con el financiamiento del doctor Ernesto Zedillo Ponce de León? Ahora resulta que los “Templarios” dejan de serlo y conceden entrevistas de televisión, como estrellas en cierne; y confiesan que se formaron en aquellos grupos de elite de los que jamás se dio explicación, oficial cuando menos. Este columnista lo señaló a finales de 2002 en “Confidencias Peligrosas” -Océano-, sin el menor desmentido pese a las serias acusaciones contra el general Enrique Cervantes Aguirre, jefe de la Defensa Nacional con Zedillo precisamente y próximo a ingresar... al Hospital Militar. Todos juntitos. Así es esto de las estrellas castrenses, no castradas claro.

La Anécdota
Los rumores crecen en torno a la “salud” del presidente de la República. Una reportera de la fuente me dijo que les ha extrañado, y mucho, desde antes de la intervención quirúrgica del mandatario el pasado miércoles 31 de julio, la constante “desaparición” de éste con su agenda repleta de citas y los reporteros listos para la nota. Dos fechas específicas: el miércoles 12 de junio y el viernes 19 de julio, en la víspera de su cumpleaños número cuarenta y siete-, sencillamente nada se informó sobre la ausencia del mismo en ceremonias que debía presidir y en reuniones públicas. No hubo siquiera un boletín de prensa y se pidió, a los colegas, “discreción”.

Los antecedentes no son muy claros; menos si nos remontamos al periodo transcurrido después de dejar el gobierno del Estado de México y semanas antes de reaparecer como precandidato presidencial, cuando fue atendido de un cáncer de próstata en estado de incubación, detectado a tiempo y, en apariencia, superado. Una cuestión es indiscutible: Peña Nieto no es un hombre sano; y no lo era antes de asumir la Presidencia, como él mismo reconoció al explicar que el tumor extirpado recientemente se lo habían detectado ¡hace ocho años! ¿No merecemos una explicación al respecto?

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Velamos armas, de nuevo. A partir del viernes 9 de agosto comenzara a venderse “Despeñadero”, mi obra más crítica y que aparece unas semanas antes del Primer Informe de Gobierno. No esperé a la mitad ni al final del sexenio porque considero que es una llamada de atención, severa si se quiere, como contrapeso al poder omnímodo. Para el presidente Peña Nieto, con señalamientos a sus antecesores desde luego, y para la opinión pública que comienza a sospechar que le vendieron gato por liebre.
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loretdemola.rafael@yahoo.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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