Ciudad Porfirio Díaz
durante el Porfiriato
Rigoberto Losoya Reyes.
Norte y Sur tomaron rumbos distintos.
Friedrich Katz señaló acertadamente en su obra “La servidumbre agraria en México en la época porfiriana” que durante el porfiriato, el desarrollo económico del norte y sur, tomaron rumbos distintos, en virtud de que las condiciones sociales y económicas fueron diferentes. En las haciendas del sur los peones se mantenían encasillados por la deuda contraída con las tiendas de raya cuyos propietarios no permitían buscar otro destino que seguir bajo un sistema forzado que los ataba de por vida a sus patrones.
Durante la primera década del siglo XX, se registraron cambios sociales y económicos que afectaron profundamente a la zona fronteriza con los Estados Unidos. El rápido desarrollo del sur de Texas y el ferrocarril que unió a México con la frontera norteamericana abrieron un nuevo mercado para el algodón, el ganado y los minerales del norte de México, que a su vez motivó una escasez de mano de obra, pues no era fácil retener a los labradores agrícolas, por la facilidad de cruzar la frontera rumbo a los campos agrícolas del estado de Texas, donde eran rápidamente contratados por los rancheros norteamericanos.
En Ciudad Porfirio Díaz (hoy Piedras Negras, Coahuila), la discriminación a las clases proletarias, no se apreciaba tan marcadamente como ocurrió en el centro y sur del país. La clase pudiente de esta zona fronteriza, estaba acostumbrada a convivir con la clase media en los lugares públicos y días de fiesta sin ningún prejuicio social. José Vasconcelos quien vivió sus primeros años de su infancia en esta ciudad, (“Ulises Criollo”) narra como los patrones y empleados compartían usos y costumbres sin ningún tipo de prejuicios sociales.
Otro factor que detonó el progreso, fue la construcción y desarrollo del Ferrocarril Internacional Mexicano, que trajo un auge económico en la población de Ciudad Porfirio Díaz. Se construyó un complejo habitacional cerca de la estación para las familias de los técnicos norteamericanos, fundándose así la Colonia Americana.
Frente a la estación del Ferrocarril, también se construyó un magnifico hotel, que contaba con comedores independientes para los trabajadores. El Hotel Internacional fue considerado por muchos años uno de los mejores del estado, y brindó hospedaje a personajes de alta envergadura política, como Venustiano Carranza.
Los primeros vientos de convulsión social, se presentaron en esta localidad el 3 de febrero de 1896, (Esther Shabot; Los orígenes del sindicalismo ferrocarrilero) cuando los mecánicos y garroteros del Ferrocarril Internacional, organizaron una huelga para solicitar un aumento de salarios. Este movimiento fue sofocado recién iniciado y el resultado favorable fue que se les concediera volver a todos al trabajo, sin represalias, pero también sin el aumento salarial que habían solicitado.
Este evento puede considerarse como el primer antecedente revolucionario en el norte de Coahuila, los primeros pasos estaban iniciados. Irónicamente, estos mismos garroteros, le fallarían al señor Madero el 20 de noviembre de 1910, cuando no se presentaron a la convocatoria del movimiento armado.
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