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Enero 2013
Edición No. 287
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Torreón, ciudad amurallada


José María Mena Rentería.

Guardados los tiempos y las formas, Torreón -actualmente- es una ciudad en proceso de amurallamiento. A sus habitantes aflige un clima de inseguridad que latente de años a la fecha no se disipa mientras las autoridades del estado y del municipio exhiben una incompetencia que pone en entredicho su posición como tales.

Se trata de una regresión en la que la lastimada es la ciudadanía, temerosa a todas horas de sufrir los embates de una violencia que se sucita a cualquier hora en cualquier lugar mientras recurrentemente, los partes de novedades de los diferentes cuerpos de seguridad resultan idénticos: “La balacera motivó se activara el código rojo. No hay detenidos”.

Así, menudean asaltos a mano armada, robos con violencia y secuestros. Quienes incurren en tales delitos invariablemente, evaden cualquier intento de captura. Son algo así como “maestros” del crimen perfecto.

Reflejo de tal caos es la decisión de vecinos de colonias residenciales, consistente en cerrar con enrejados, los accesos de sus sectores habitacionales para evitar ser víctimas de amantes de lo ajeno que lo mismo cometen latrocinios que vejan o secuestran a cualquier hora del día, sin que haya autoridad o poder humano que pueda evitarlo.

“Vivir” así causa escalofrío, sin embargo tal es el pan de cada día de los torreonenses, habitantes hoy por hoy, de la ciudad más violenta de México. El sector habitacional del Campestre-La Rosita, por citar un ejemplo, fue objeto, un mes atrás, del cierre de sus accesos por parte de los colonos que allí habitan, hartos de que en materia de inseguridad todo suceda y no haya quién lo evite.

Por estos días de similares menesteres se ocupan los habitantes de la colonia Los Ángeles, ubicada en el sector centro de la ciudad y antaño, imperio de una tranquilidad que se mantuvo inalterada durante décadas.

Ahí, el cierre de calles y avenidas, según voceros de la Asociación de Colonos de dicha área urbana, comenzó el día 26 de diciembre en arterias que desembocan en avenida Cobián, Calzada Colón y bulevar Independencia. La clausura de accesos de sectores residenciales a la fecha, se ha registrado en 6 colonias citadinas.

Trece de las calles de la colonia Los Ángeles serán enrejadas con herrería que tendrá una altura de 3.7 metros, según las solicitudes de autorización para controlar el tráfico de vehículos y el flujo peatonal.

Para ingresar habrá acceso por la calle Arocena y bulevar Independencia. Ahí quedará instalada una caseta para checar entradas y salidas. Todos los accesos hacia el bulevar Constitución hace un año fueron cerrados, cuando el clima de inseguridad obligó a tomar tal acción.

Cabe señalar que el Ayuntamiento cuenta con los estudios de impacto vial respectivos, sin embargo no ha autorizado la ejecución de cierres como el acometido por los vecinos de la colonia Los Ángeles, que en número de más de 174 firmaron de acuerdo el documento donde demandan el cierre de calles y avenidas.

¿Qué sigue? Cavar fosos como los que durante el medievo se practicaban en torno a los baluartes de los señores feudales? ¿Llegará el momento en que se haga necesario instalar puentes levadizos para evitar el ataque de los bárbaros?

“Lorencillo”, en días del siglo XVI, con sus huestes, solía depredar -arrasándolo todo- ciudades costeras del Golfo de México como la de Campeche, amurallada por sus habitantes para protegerse de los corsarios.

¿Va Torreón al igual que otras ciudades del país por ese camino? Así parece y nada reprobable sería tal acción simple y sencillamente porque las autoridades ignoran el padecer de la comunidad, que lo único que desea es el fin de la violencia que en este país -al cierre de 2012- permite contabilizar más de 100 mil víctimas de la delincuencia que desatada castiga, de frontera a frontera y de mar a mar.


 

mena_josemaria@hotmail.com

 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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