Yogi Berra y sus palabras



Fidencio Treviño Maldonado

El legendario catcher de los Yanquis de Nueva York,  Yogi Berra  fue el autor de aquella frase -Esto se acaba, cuando se acaba- palabras traducidas y hechas populares  por el mejor narrador de Beisbol en lengua latina de aquel tiempo, el cubano A. Bukanel  y fue en la serie mundial de 1957 cuando los Mulos de la gran manzana se enfrentaban a los Bravos de Milwaukee. En donde el pitcher novato, Lew Burdette de los Bravos  los tenía maniatados en la 9a. entrada.

La frase se sigue usando cuando alguien pregunta cuando se acaba  o termina algo, pues ahora con las elecciones ya terminadas,  pues ya se acabaron, y con ella se fueron las mentadas de madre  para unos, aplausos y porras para otros, los rencores acumulados seguirán imbuidos en la gente que pierde, las impugnaciones de los perdedores estarán a la orden del día y el IFE y recuas o institutos que dependen de él y  para no tener molestias con tanta acta mejor las arrojarán al cesto de la basura las "probables " pruebas de fraude, como siempre ha sucedido y pasando meses o tal vez un año contesten (como le pasó al PRD a nivel nacional). 

Lo mismo de la elección pasada y las otras 10 anteriores, los trucos y mañas,  la compra venta de votos, el acarreo, la policía al igual que los ciudadanos sólo estuvimos  de observadores,  los diferentes partidos y sus líderes llenaron  sus teléfonos móviles de dinero para evitar que " El saldo de su amigo " estuviese  desconectado, vehículos  con gasolina para los acarreadores y casas amigas con menudo y comida.
            
La mano sudada  e hinchada  y la espalda adolorida de tanto saludo y  abrazo del triunfador el “siempre creí que usted ganaría/ mi familia está con usted/ yo lleve tantos a votar en mi sección/ felicidades y no se olvide de mi jefe, misión cumplida/ con usted hasta la ignominia / ya lo sabía usted era el ganador/ no nos podía fallar” incluyendo muchos de los mismos perdedores van y besan la mano del ganador, mientras los otros perdedores a lamen las heridas, a llenar una pila de lágrimas, buscar culpables y nunca ver sus propios errores y hasta apedrear con maldiciones al partido y candidato ganador, etc. etc.  .

Las derrotas son huérfanas y no tienen ni madrastra, pronto el olvido se encarga de sepultar a los perdedores,  acabadas las elecciones, se van los orgullos, se terminan las pasiones y se matan los sentimientos, las esperanzas de estar en un puesto y que de pronto se esfuma, se convierte en pesadilla y va más allá del dinero, tiempo y desgaste en el cuerpo y alma. En cada elección son más los desastres que quedan que los bienes o amistades adquiridas, pleitos, se rompen matrimonios, se separan compadres y amigos y son más los enemigos que amigos los que se cosechan.  

La política al estilo nacional, estatal y aldeana es otra cosa, es "El Arte del engaño" son imperios de fortunas, pero masoquistas e ignorantes como somos parece ser que el país  así lo quiere, como ha quedado demostrado, mientras en el béisbol el juego puede ser a siete u nueve entradas o por qué no hasta extrainnigs, pero siempre, como dijo Yogi Berra: “Esto se acaba, cuando se acaba”, y la elección 2013 para renovar alcaldes y otros puestos en varios Estados terminó.