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Marzo 2013
Edición No. 289
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Soslayada la sobre explotación
del acuífero de la Comarca Lagunera



José María Mena Rentería


La sobre explotación del acuífero de La Laguna es tolerada mientras disminuye la disponibilidad del líquido elemento.

Menos de un 20 por ciento del volumen de agua alumbrada del subsuelo en la Comarca Lagunera aplicada es a las necesidades de su población, estimada -a nivel región- en más de un millón de habitantes en tanto el 80 por ciento del caudal extraído es utilizado para irrigación agrícola en miles de hectáreas donde son año tras año instalados cultivos forrajeros.

Al unísono, elevada demanda de agua generan cientos de establos ubicados en La Laguna de Coahuila y Durango para atender la crianza, cuidado y explotación del hato ganadero de alto registro productor de leche. En ellos agua jamás falta, no así en los diferentes sectores urbanos de las ciudades de La Laguna, donde al igual que en los poblados rurales de la región la carencia del líquido elemento es recurrente según lo ejemplifica el caso de las cabeceras municipales de Matamoros de La Laguna y Francisco I. Madero, cuyos habitantes claman por agua, situación invariablemente soslayada por los tres niveles de gobierno.

3 mil 500 pozos

Más de 3 mil 500 pozos de bombeo profundo han sido los perforados en la Comarca Lagunera, de Coahuila y Durango, desde que la primera horadación de ese tipo fue practicada, a finales de la década de los años 30 del siglo pasado, en el municipio de Francisco I. Madero, Coahuila.

Tal acción, desembocaría en la sobre explotación del acuífero, que se originó desde el momento mismo en que se supo de cierto que la agricultura comarcana no tenía por qué depender más, en términos de irrigación, de las “avenidas” del río Nazas.

Irrefrenable alumbramiento

Desde entonces, constante e irrefrenable ha sido, hasta hoy día, el alumbramiento de agua subterránea en La Laguna, área semidesértica y de escasas precipitaciones pluviales cuya presencia ha llegado a demorar hasta una década, según referentes contenidos en estudios de la hidráulica regional realizados alguna vez por el autor del Plan Meva, Agua para La Laguna, Mario Enrique Vásquez Ávila, (f).

La resultante ha sido la sobre explotación de su acuífero, práctica que se mantiene con repercusiones que permiten avizorar -a lo sumo en dos décadas- drástica disminución del volumen del agua subterránea, aún disponible, cuya última burbuja yace bajo la superficie del área conurbada de La Laguna a cuya población, en Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, así como ciudades periféricas, los organismos operadores y distribuidores de agua recomiendan una y otra vez: “Cuide el agua”.

Irrigación agrícola y sobre explotación

La sobre explotación del acuífero lagunero se origina en el agro comarcano, no en los centros urbanos donde de hecho no habría problema, si no se extrajese del subsuelo más agua de la que naturalmente conforma su recarga.

Tal situación no se ignora en los tres niveles de gobierno que con omisión y silencio toleran la sobre explotación del acuífero cuyo agotamiento, de acuerdo a estudios recientes, a llevado a desempolvar proyectos como los que contemplan suministro de agua al área conurbada de La Laguna desde el vaso de la presa “Francisco Zarco”.

Mientras tanto, continua es la irrigación agrícola para auxiliar miles de hectáreas donde década tras década se han instalado siembras de alfalfa, la llamada “reina de los forrajes”, de avena, maíz y sorgo, entre otros.

Agua suficiente… para el ganado

Caudal igualmente importante en términos de volumen, es el utilizado en establos que albergan miles de cabezas de ganado lechero de alto registro. Según datos aportados por estudiosos del tema, un promedio de dos mil litros de agua deben ser utilizados para la producción de un litro de leche si se considera tal gasto desde el momento en que la tierra debe ser irrigada para que la siembra de forrajes desarrolle. Visto detenidamente, miles de litros de leche que a diario llegan a los centros de consumo, son de agua.

Así, los grandes corporativos de la industria de lácteos, usufructúan en su provecho personal el recurso agua, perteneciente a las futuras generaciones para quienes el mañana, en términos de disponibilidad del líquido elemento se presenta ominoso.

El adiós al uso social del agua

Lo acontecido lleva a considerar que el uso social del agua, rodada o subterránea, pasó a ser un mito, pues más del 80 por ciento de la superficie laborable de la Comarca Lagunera alguna vez trabajada por campesinos, pasó a ser propiedad privada de productores de forrajes y de leche.

Así, el panorama en el agro, muestra dos facetas: El próspero e invariable desarrollo en términos de producción de lácteos, fuente de enriquecimiento para no más de 100 familias, y la miseria que sofoca al sector campesino, integrado por miles de habitantes del medio rural cuyo sostenimiento depende del empleo que puedan encontrar como peones en el campo donde alguna vez trabajaron para sí como ejidatarios, o bien en la movediza industria maquiladora, de precaria presencia en la región.

En base a la sobre explotación del acuífero, vigente desde finales de los años 30 del siglo pasado, hay antecedentes que permiten establecer sobrevenga, en términos de disponibilidad de agua, una situación crítica extrema a finales de la segunda década del siglo en curso.

 
 
 
mena_josemaria@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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