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Marzo 2013
Edición No. 289
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Batarse y Ratzinger

La sociedad necesita sin lugar a dudas más personajes de este tipo.
Samuel Arroyo.


Salvador Hernández Vélez.

El Padre José Batarse Charur fue un gran luchador social, lagunero, de los años setenta. Comprometido con los desposeídos, fallece en medio del anuncio del Papa de abdicar a su papado, en el torbellino de los escándal os de obispos, curas y cardenales pederastas y de las andanzas de los banqueros del Vaticano.

Hace unos días en nuestro país, el brasileño Leonardo Boff (impulsor de la Teología de la Liberación, la que compartió y profesó el Padre Batarse) dijo que la renuncia de Benedicto XVI es el gran legado de su pontificado por su carácter inédito y por haber desmitificado la figura del papa ; apuntó, palabras más palabras menos, que la renuncia de Benedicto XVI fue un gesto de desesperación personal, limitado por sus condiciones físicas y psicológicas, y agobiado por los graves problemas que enfrenta la Iglesia católica. Boff remató que Benedicto XVI entrará en la historia como una persona que, mientras era Papa condenó a más de cien teólogos, de los mejores, especialmente de la Teología de la Liberación.

Si cuando Batarse decidió contraer matrimonio, Benedicto XVI hubiera sido el Papa ¿qué trato le hubiera dado a Batarse? ¿Lo habría medido con la misma vara retrógrada y moralista con la que juzgó a los honestos curas pro celibato opcional que, enamorados de una mujer, quisieron casarse? Benedicto no les permitió contraer matrimonio. En cambio, si protegió a los curas pederastas, deshonestos y abusadores que nunca han salido del closet.

Afortunadamente Batarse tuvo de Pastor y aliado al Obispo Don Fernando Romo quien siempre se manifestó a favor de la tolerancia, en contra de los fanatismos y los dogmatismos, hoy tan de moda en los seguidores del Papa dimitente.

Batarse luchó contra el mal de la sociedad actual, su crisis de valores, su crisis profunda, de carácter filosófico-religioso y teológico. Batarse trabajó afanosamente por una sociedad diferente a la actual, en donde el poder omnímodo del capital, se ha encargado de disolver las conciencias, de vaciarlas.

Hoy nos damos cuenta en la lucha contra el narcotráfico que el individuo ya no es capaz ni de pensar ni de sentir. Hoy hemos perdido los valores de la libertad, los confundimos con una muy limitada libertad económica: comprar. La fraternidad, el amor por el prójimo se va olvidando, a la par que perdemos la libertad, perdemos la ciudadanía.

El Padre Batarse es recordado por muchos laguneros, trascribo algunos comentarios que recibí de otro artículo que escribí sobre él. José Álvarez Echerivel de Francisco I. Madero, Coahuila:

El padre Batarse también participó y alentó la invasión de terrenos de lo que hoy es la colonia 2 de Marzo en Francisco I. Madero, donde fue sacerdote por varios años. Hay una anécdota muy singular, cuentan que Batarse caminaba por las calles del centro de Madero, al pasar por el frente de una cantina, un comerciante muy rico, de aquella época, salió de la cantina y le regaló una botella de brandy, queriendo quedar bien con el sacerdote, a lo que Batarse le contestó: agradezco tu regalo y lo acepto con gusto pero ni así te salvarás, méndigo encarecedor de los productos básicos, das kilos de 800 gramos.

Agustín Acosta Zavala El Tilín -un amigo de Monterrey- me escribió: ... triste noticia lo de la muerte de mi dilecto amigo Pepe Batarse, en tu muy buena elegía omitiste mencionar su participación en el trabajo que hicimos en el Valle del Mezquital en el Estado de Hidalgo, concretamente en el hermoso pueblito de Ajacuba, donde vivió con Bertita y un servidor. La alegría con la que vivía la lucha era contagiosa. Un recuerdo de lucha para el inolvidable Padre Batarse.

Y Javier Noyola del Río, torreonense avecindado en el Distrito Federal, me comentó: Allá por los años 71 o 72, tuve la fortuna de acercarme al padre Batarse a propósito de un trabajo escolar cuyo propósito era nada menos que “demostrar” la existencia de Dios, aventura en la que el padre generosamente aceptó guiarme y cuestionarme por largas horas en el pequeño despacho de su casa. En mi inmadurez e ignorancia, no pude aprovechar realmente la profundidad de su aportación. Sólo podía quedar atónito con ideas tan fuera de mi realidad por su trascendencia: el conflicto árabe-israelí sólo podrá llegar a su fin cuando ambos se den cuenta que su Dios es el mismo . Batarse seguirá en la mente y en el corazón de muchos de nosotros.

 

jshv0851@gmail.com

 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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