publicación Online
 
 
  ir a pagina principal regresar     
Marzo 2013
Edición No. 289
ir a ediciones anteriores  

Habemus dos papas


Juan Antonio Estrada Soto.


“Habemus Papa” es la frase con que se anuncia que hay nuevo líder de la iglesia católica y nuevo Papa, palabras que dice al mundo el Cardenal Camarlengo, quien es el que tiene esta encomienda.

Esto viene nuevamente a la mente de los católicos en el mundo porque hace unos días Benedicto XVI quien hasta el pasado 28 de febrero era el Papa, que fue elegido hace algunos años a la muerte de Juan Pablo II, anunció Urbi et Orbi, que renunciaba a esta investidura porque -en sus palabras- su cuerpo y su mente ya no podían dar más por su avanzada edad.

Este sorpresivo anuncio, que por cierto no se daba desde hace aproximadamente 600 años, ¿qué implica en términos de un evento de esta naturaleza?: empezaremos por identificar a los grupos y personajes que tomarán relevancia ya que tendrán la difícil decisión de seleccionar al mejor de los más de 100 cardenales de todo el mundo que se reunirán para debatir entre otros temas ligados a este conclave la designación del próximo sucesor de San Pedro, a quien en términos católicos se le conoce como el Papa.

Cada vez que se selecciona a un nuevo representante de Dios y Jesucristo en la tierra, tienen que converger todos y cada uno de los elementos de los cuales se compone la Iglesia Católica, siendo éstos: el Cardenal Camarlengo, que en términos llanos es quien dirige y está a cargo de los bienes materiales de la Santa Sede o sea del Vaticano y que recae en la persona -en este caso- del Cardenal Tarsicio Bertone, que a la postre es Presidente del Colegio Cardenalicio y Secretario del Estado Vaticano, y por cierto uno de los papables fuertes. Otro componente importante es el Colegio Cardenalicio, que se compone de los cardenales que tiene la Iglesia por todo el mundo y que tienen que cumplir con el requisito de no tener más de 80 años, sumados a estos componentes en representación de la curia Vaticana que es el órgano que acompaña al Papa en turno como órgano de Gobierno interno, de los curas y sacerdotes, y por último de la feligresía que son todos los Católicos que existen alrededor del orbe.

Cuando todos los componentes están en su lugar, se cita a conclave a los cardenales quienes se van a recluir durante los días que sean necesarios hasta que salga humo blanco y se puede manifestar que ya hay un personaje electo, el cual tuvo a su favor las tres cuartas partes de los votos que se emitieron, y le pregunten que si acepta el cargo por el cual fue votado, cumpliendo a continuación con el protocolo que esto implica hasta llegar a que aparezca en el balcón principal de la basílica de San Pedro el cardenal Tarsicio Bertone en su papel de cardenal camarlengo, para anunciar la buena nueva de que la grey católica tiene nuevo líder espiritual.

Sin embargo, amigo lector, esto no es lo interesante porque esto lo hemos atestiguado algunas veces y ya lo conocemos, lo interesante de esta ocasión es lo que rodea este nuevo episodio, dentro de una de las iglesias más importantes de mundo por su número de fieles que sobrepasan los mil millones en el mundo; dentro del conclave se van a desatar las pasiones ya que existen grupos en franca pugna que según los vaticanistas fueron las principales causantes de que Benedicto XVI renunciara a su encargo papal, pues en los últimos tiempos han salido a la luz pública asuntos muy delicados que implican a personajes muy importantes de la iglesia y que tienen que ver con situaciones tanto de dinero como sexuales. Estas intrigas al interior de la curia han llevado a que los dos bandos plenamente identificados, unos con el cardenal Tarsicio Bertone, Secretario de Estado, y el otro con el cardenal Ángelo Sodano, quien realizó el mismo papel pero con Juan Pablo II y a quien también se menciona como un fuerte aspirante, se den hasta con la cubeta dificultando con estos enconos la propia sucesión.

Así que amigo lector debemos de estar atentos a este hecho histórico y ver de qué forma se logra llegar a un acuerdo que lleve a que se tenga un Papa para muchos años tal y como sucedió con Juan Pablo II, y que pueda arreglar todos los problemas que tienen a la Iglesia y a sus dirigentes en una situación muy complicada en términos terrenales, y habrá que acudir al dicho que se hizo famoso en tiempos de los romanos, “al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios”, y agregamos a la Iglesia lo que es de ella, ¿no cree usted?

 
 
 
Jaestrada@terra.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino