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Mayo 2013
Edición No. 291
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agua
El abatimiento del acuífero


José María Mena Rentería.


La extracción indiscriminada de agua subterránea durante más de siete décadas en el agro de La Laguna de Coahuila y Durango es la causa del abatimiento de su acuífero, y de la salinidad que conlleva presencia de arsénico con sus letales consecuencias para más de un millón de habitantes de la región.

En lo social, su población ya pasó al umbral de graves conflictos como los que ya se reflejan en poblados del medio rural cuyos habitantes, “abastecidos” con envíos de “pipas”, protagonizan, un día sí, y otro también, pleitos para así “alcanzar” unos cuantos litros de agua mientras solución no se avizora en tan ominoso horizonte.

La cantaleta “cuida el agua” o evita fugas y desperdicio del líquido elemento han tornado recurrente los operadores de los organismos distribuidores del líquido en los centros urbanos donde, ni con el pétalo de una rosa, es tocado el aspecto de que la mega reducción de la disponibilidad del recurso, generada por la sobre explotación que durante más de siete décadas no ha sido detenida -ni un momento- por quienes con agua dulce alumbrada del subsuelo irrigan cultivos forrajeros y atienden los cotidianos requerimientos del líquido elemento en decenas de establos donde millares de vacas de alto registro son consideradas más sagradas que las habidas en la India.

Nadie, entre gobernantes y autoridades, desconoce tal situación que solapan y toleran pase lo que pase y caiga quién caiga, así se trate de más de un millón de habitantes de la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango, porque, según lo establecido oficialmente, primero son los dueños de vacunos, usufructuarios de la exhausta disponibilidad del acuífero regional.

Ayer, con agua “rodada” irrigada era la tierra cultivable que auxiliada es en el presente con agua alumbrada del subsuelo… hasta que ya no sea posible, por agotamiento o salinidad extrema, según la demencial tolerancia de “gobernantes” y “autoridades” faltos, para su conveniencia, de sentido social.

De antemano, así, se condena a los laguneros, atropellados por intereses de grupo y de autoridades que suelen actuar “a toro pasado” para…sacar provecho. Eso, amable lector…no lo dude.

 
 
 
mena_josemaria@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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