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Mayo 2013
Edición No. 291
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imss
Fraude al IMSS desde el Legislativo

Empresarios de todos los niveles y gobierno federal son responsables de las
debacles del IMSS
*Eludir, evadir y robar al fisco, deporte de moda entre funcionarios públicos
, políticos y empresarios, de ahí la crisis



Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Hace 40 días la noticia nacional fue que el Fraude al fisco o la evasión fiscal en los rubros del IVA y del ISR, alcanzaba la estratosférica suma de 750 mil millones de pesos anualmente. ¿Quiénes lo dijeron?: El Colegio de México (COLMEX), el Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE) y el Colegio de la Frontera Norte (Colef).

La realidad es que la evasión y elusión fiscal en México, anualmente, es mayor a 1 billón 500 mil millones de pesos, ¿y quiénes son los evasores?... los empresarios en todos los rubros y de todos los niveles. El 80% lo evaden los grandes empresarios y las trasnacionales, que no son más de 300 empresas; del 12 al 15% las PYMES que son cerca de 6 millones de micros, pequeños y medianos empresarios, y el resto, 5 u 8% lo eluden los negocios no registrados en Hacienda, o sea los denominados por COPARMEX y CCE, informales.

Además, no solo se evade y elude al fisco, también se le roba flagrantemente y se le defrauda, ¿y, quiénes son los ladrones y defraudadores del fisco?... no pocos empresarios y muchísimos funcionarios públicos, políticos y operadores financieros, nacionales y extranjeros. Hay mil maneras de robar al fisco pero pondré sólo tres ejemplos para no aburrirlos:

1.- Funcionarios públicos y políticos llevan a cabo una obra pública –digamos La Plaza Mayor o el Bosque Urbano- y contratan a constructores en sumas inferiores a la que presupuestan y aprueban en los cabildos y en la Cámara de Diputados. Por supuesto los contratistas son cómplices y hacen como que reciben 60 millones y regresan 30 millones a los funcionarios que les otorgaron el contrato, mismos que se los embolsan. Esto es robar y defraudar al fisco vía el erario, no eludir ni evadir al fisco.

2.- Una gran tienda de autoservicio o una tiendita de la esquina –es igual- compra mercancía y paga IVA, y en el precio que vende, lo carga al comprador, pero no lo reporta a Hacienda porque declara menos ventas que las reales. Esto es robo descarado, no evasión ni elusión.

3.- Robo al fisco vía el IMSS, el INFONAVIT y la Secretaría de Hacienda, ejemplo: Una empresa, cualquiera, contrata a un empleado por 1500 pesos a la semana y lo inscribe al IMSS con 100 pesos diarios. Esta empresa propiedad de un ladrón no está sola, tiene de cómplice a las autoridades que lo permiten, mediante componendas pecuniarias entre contadores y funcionarios del IMSS y de Hacienda. Pero ojo: Esta Santa Trinidad de pillos (Funcionarios, Contadores y Empresarios) roban al fisco, al IMSS y al INFONAVIT, pero a quien más le roban es al trabajador, y esto lo ha permitido por décadas el gobierno federal en complicidad con COPARMEX, Concamin, CCE, y cuantas cámaras empresariales existen en México. Ellos, todos ellos, son evasores fiscales, eluden obligaciones fiscales y roban, y la víctima, como siempre es el pueblo, los pobres, los trabajadores, los que al final de sus vidas no reciben la pensión justa para el retiro, porque sus patrones, políticos y funcionarios públicos son bandidos.

La Cámara de diputados, hoy, al modificar el artículo 27 del IMSS, está legalizando el robo al fisco, IMSS, Infonavit y a los trabajadores; en pocas palabras, los diputados actúan contra el trabajador y el IMSS con el borrón y cuenta nueva.

Es increíble que todos los partidos –Salvo el PAN- se alíen para cometer este atraco que particularmente afecta más al trabajador. Digo Salvo el PAN porque este partido se pasa de la raya porque pretende que ni siquiera se obligue a los empresarios a pagar lo justo. El pretexto no existe es sólo la mala costumbre de patrones, funcionarios públicos y políticos, sobre todo los titulares de la Secretaría de Hacienda; a gritos y alaridos, un día sí y otro también, los legisladores dicen que el IMSS está quebrado cuando la realidad es que ellos y la sanguinaria política recaudatoria nacional, para favorecer al patrón, quiebran al Instituto y esquilman al trabajador, condenándolo a una vejez miserable debido a una pensión para el retiro, que los convierte prácticamente en limosneros, en dependientes de programas como los que se implementan para paliar el hambre.

Esto es una desgracia nacional. ¿Vamos a seguir permitiéndoselos?... ¿Vamos a continuar viviendo con la cabeza agachada ante estos procaces malandrines? ¿O, usted qué opina apreciable lector?

 
 
 
ah.pd@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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