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Mayo 2013
Edición No. 291
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UAC, oportunismo y realidad



Durante el reciente proceso electoral en la UAC, oportunistamente volvió a criticarse el método del voto universal y secreto de los universitarios (alumnos, profesores e investigadores) para elegir a sus autoridades.

En los años 1973-1975, cuando se elaboró el Estatuto Universitario, el método era, y sigue siendo, el más democrático de cuantos se propusieron en el debate de los universitarios, luego que los estudiantes saltillenses consiguieron la Autonomía de la Universidad de Coahuila.

Sin embargo, ahora que está de moda la democracia, y que todo mundo opina sobre los asuntos del país como si fueran consumados especialistas, el método de elección de la UAC les parece absurdo a algunos interesados en el tema, incluso en una carta al Rector publicada por el periódico Vanguardia, un ¡profesor universitario! insiste en que resulta de risa que en la UAC el voto de un preparatoriano tenga el mismo valor que el de un profesor.

Eso mismo dijo Rogelio Montemayor, cuando como gobernador electo, analizaba la posibilidad de cambiar el método electoral universitario, para darle cabida a un grupo selecto que eligiera a las autoridades universitarias; es decir, un grupo de “notables” que impusieran al que había elegido el gobernador en turno.

A pesar de que actualmente el gobernador en turno es quien elige al candidato a Rector para que los universitarios voten por él (igual que se hace en los partidos), algunos “demócratas” no están de acuerdo con el método, debido a que finalmente son los universitarios los que convalidan la “línea” gubernamental, y temen que un día no obedezcan y voten por otro candidato.

Ese es el problema, en un mundo seudo democrático, electorero y lleno de simuladores, los “demócratas” se oponen a que el voto en la UAC sea universal, arguyendo sofismas como el que el voto de un estudiante preparatoriano no tiene el mismo valor que el de un profesor, porque el joven estudiante “a lo mucho ha votado para elegir a la reina de su secundaria”. Ahora entiendo por qué la UAC se debate en la miseria ideológica, académica, cultural y científica... Con esos profesores...

Lo que ignora el emisor de estas jaladas, es que en el mundo de hoy, un niño de once años ya anda de sicario asesinando personas, o una niña de la misma edad ya es madre, ¿por qué jóvenes de 16 años no podrían votar para elegir al Rector? ¿Será más difícil que matar o tener un hijo?

Es indiscutible que el método electoral de la UAC es democrático, que se adelantó a su tiempo y que todavía es avanzado, el problema que no se dice es que los politiqueros de la UAC y el gobierno estatal lo pervirtieron a la usanza del PRI. También en la Universidad hay acarreos, compra de votos, mapachismo, estructuras electoreras, borracheras y dádivas de campaña, y ahora hasta el candidato a Rector se pone a bailar para ganarse el voto.

La responsabilidad de tal situación es de las autoridades y profesores que no han hecho su trabajo, por eso la UAC tiene un bajísimo nivel académico, muy poca investigación científica y nula actividad cultural, tareas sustantivas de la UAC a las que el nuevo Rector, Blas Flores Dávila, deberá dedicarse y dar resultados, de lo contrario demostrará lo que sus malquerientes dijeron: que no era el indicado para la Rectoría de la UAC, y que era impuesto.
Con estudiantes analíticos y críticos, no tiene cabida la manipulación...

 
 
 
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