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Noviembre 2013
Edición No. 297
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Coronel Juan Manuel Maldonado Ladrón de Guevara,
fundador de la Villa de Herrera





Rigoberto Losoya Reyes.

El 15 de junio de 1850, el Subinspector de las Colonias Militares de Oriente, Coronel, Juan Manuel Maldonado Ladrón de Guevara, fue la autoridad que atestiguó el protocolo para levantar el Acta de Fundación de la Villa de Herrera, primer antecedente civil de lo que hoy es la población de Piedras Negras, Coahuila. Durante el periodo en que estuvo operando la Colonia Militar asentada en esta Villa, el Coronel Maldonado adquirió algunas propiedades, e instaló un establecimiento con billares y un cabaret. Esta información la conocemos gracias a su testamento protocolizado el día de su muerte, el 3 de mayo de 1854, en la ciudad de Saltillo, Coahuila.

Debido a su grave enfermedad, el Coronel Maldonado, solicitó a las dos de la mañana, se presentara un escribano en su casa, con el fin de formalizar su testamento. Una hora después, se inicia el protocolo correspondiente, utilizando para ello, el papel con el Sello Tercero, de cuatro reales. El militar enfermo, solicitó como última voluntad, que su cuerpo fuera sepultado en el Campo Santo de Saltillo.

El testamento, resulta muy interesante, pues en el mismo se señala información inédita, respecto a su vida personal. Entre los datos que podemos citar, primero, que fue originario del estado de Tamaulipas, hijo de don Juan de Dios Maldonado y su señora madre doña Josefa Ladrón de Guevara. y que aún vivía en la Villa de Escandón, Tamaulipas. Contrajo matrimonio con doña Josefa Lozano con quien procreó dos hijas, mismas que a la fecha de su testamento, ya habían muerto al igual que su esposa. En cuanto a sus bienes, se consigna que en la Villa de Escandón poseía una finca de labor de caña, con su molino y bestias correspondientes. También, una casa tipo jacal con su solar, y que las escrituras están en posesión de su señora madre.

Señaló que tenía una casa en la ciudad de Monterrey con cuatro solares. En Piedras Negras, llegó adquirir algunas propiedades, entre ellas, una casita con jacal con un solar de 60 varas, que le fue otorgada por la Colonia Militar y cuya escritura se encontraba en el Juzgado de Paz de Piedras Negras. En la misma acera y calle un poco más abajo, un establecimiento mercantil (billar y cabaret), además de un ranchito a una legua entre los dos ríos, el Bravo y el Escondido.

Por otra parte, era propietario de diez y seis fanegas de tierra de sembradío y cuyas escrituras están en su casa de Monterrey en un baúl. Un dato interesante, es que declaró tener una deuda con el señor (Dennis) Meade, vecino de Bexar por la cantidad de 150 pesos. Este caballero fue uno de los primeros comerciantes de Piedras Negras, y firmó como fundador de la Villa de Herrera. Fue el principal proveedor de diversas mercancías a las Colonias Militares de Río Grande y Monclova Viejo. El documento detalla un inventario de otras pertenencias personales, entre ellas ropa y muebles.

A media centuria del siglo XIX, la Villa de Herrera fue el punto de atracción para los militares que estaban apostados en el cuartel del Fort Duncan al otro lado del río Bravo conocido ya como Paso del Águila, quienes cruzaban la frontera en busca de diversión.

 
 
 
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