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Noviembre 2013
Edición No. 297
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Germán Larrea Mota VelazcoGrupo México de Germán Larrea se ampara


Germán Larrea Mota Velazco se niega al rescate de los cadáveres de la mina Pasta de Conchos. *Las autoridades federales, estatales y la ciudadanía mexicana, son un cero a la izquierda ante el millonario déspota.


Augusto Hugo Peña Delgadillo.

El hombre más rico de México después que Carlos Slim, del Grupo CARSO, y antes que Alberto Bailleres, el CEO de PEÑOLES, se llama Germán Larrea Mota Velazco, y es, amén de desalmado, el que saca la cara (presta nombre) por una sección minera de ASARCO, la empresa multinacional American Smelting & Refining Co., dueña también de PEÑOLES y de algunos cientos más de compañías dedicadas a la industria metalúrgica, refinación, química y minas. Larrea se acaba de amparar para no rescatar los cadáveres de la mina Pasta de Conchos en la que hay en sus entrañas, cuerpos sin vida de 65 mineros de Coahuila. Se ampara porque sabe que al escarbar túneles para llegar al fondo de la mina, la responsabilidad criminal de su empresa saldrá a la luz, y eso a él y a sus patrones, los Guggenheim y los Rothschild, dueños de la mayor cantidad de minas en México, no les conviene porque les exhibiría como lo que son, unos ladrones y criminales.

Germán Larrea también ha amenazado al gobierno de México con no invertir más sus ganancias en nuestro país, ya que en la reforma fiscal se determinó que las empresas mineras tendrían que pagar –no como nuevo impuesto sino porque están subsidiados por los gobiernos anteriores para no pagar al fisco- un 7.5% de sus ganancias. Con la actitud de este señor Larrea, lo único que nos queda claro es que los ricos no pagan al fisco y que los presupuestos de egresos de la nación serán –como siempre lo han sido- con cargo a los más pobres y a las clases medias. En suma, Germán Larrea se niega a pagar el 7.5% de sus utilidades mientras los negocios pequeños y medianos del país pagan hasta el 30% de sus utilidades. ¿Cómo le podemos llamar al comportamiento de este riquísimo tipejo, y que pensar de la relación que hay entre políticos y funcionarios públicos con los grandes empresarios y las trasnacionales? Por lo pronto y así a primera vista lo calificaría de atraco institucional, porque si éste fulano roba al fisco es porque las autoridades fiscales se lo permiten, y seguramente que es a cambio de algo; ese algo sin duda, son enormes sumas de dinero en calidad de lo que vulgar y coloquialmente se denomina mordida.

Esta actitud déspota, intransigente y amenazadora de Germán Larrea habría que analizarla en dos planos: Uno.- Al negarse a rescatar los cuerpos de los mineros en la mina Pasta de Conchos, demuestra que su poder, rebaza los tres poderes de la Unión, el del ejecutivo, el judicial y el legislativo. O sea que este tipo con sus desplantes nos enseña que él, como Luis XIV de Francia es el Estado, y que nuestras autoridades y todos los mexicanos somos su servidumbre. En el otro plano de análisis, sobre el que se niega a pagar el 7.5% de sus utilidades, también nos traslada a la época del Rey Sol (Luis XIV) cuando el monarca le ordenó a su Primer Ministro, el cardenal Julio Mazarino -sucesor del cardenal Armand-Jean Du Plessis de Richeliu- que cobrase más impuestos, porque el Estado francés estaba corto de Cash, debido a los dispendios de las clases dominantes, los nobles y los ricos. Exactamente tal y como hoy sucede en México, me explico:

El Primer Ministro y cardenal católico le ordena a su secretario de finanzas que cobre más impuestos, este se niega porque la gente ya muy empobrecida, da muestras de inconformidad y teme un levantamiento popular, por lo que sugiere que el impuesto se lo va a cobrar a los ricos. Mazarino le responde, no seas torpe, a estos no podemos cobrarles más porque entonces se llevarían sus capitales a Holanda, Bélgica o Alemania. ¿Entonces? Cuestiona el secretario de hacienda… ¿a quienes les cobro y subo impuestos?... Mazarino, el sabelotodo Primer Ministro, le responde, pues a los que están entre los ricos y los pobres, a los riquíllos, los que aquí en México están clasificados o codificados como la clase media. Estos, dice Mazarino, van a pagar la carga fiscal, porque se esforzarán más, ya que temen caer en la pobreza y siempre anhelan y sueñan con ser ricos, a ellos cárgales el impuesto extra. Eso exactamente es lo que hacen Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, cobrarle más impuestos a esas clases que temen caer en la miseria, y por ello se esforzarán en pagar la carga fiscal, injusta o no, además eso les permitirá seguir soñando que algún día serán ricos. ¿Y Germán Larrea y los cadáveres de la mina Pasta de Conchos? Bueno… a Germán Larrea que nadie lo moleste y los muertos en Pasta de Conchos, que sigan pudriéndose ahí, quien les manda ser pobres. O ¿usted qué opina apreciable lector?

 
 
 
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