publicación Online
 
 
  ir a pagina principal regresar     
Octubre 2013
Edición No. 296
ir a ediciones anteriores  

División del NorteCentenario de la División del Norte


Juan Martínez Veloz

El pasado 29 de septiembre de 2013 se cumplió un aniversario más (Centenario) de la creación de la gloriosa División del Norte del Ejército Constitucionalista, constituida en la ex hacienda de la Loma, municipio de Lerdo, Durango.

La ex-hacienda de la Loma se encuentra a un costado del Río Nazas, cerca del ejido La Goma rumbo a la carretera México a unos 20 minutos saliendo de Lerdo. Antes del reparto agrario en 1936 su nombre era Hacienda de la Santísima Trinidad de la Labor de España; fue un extenso latifundio organizado en la época del Porfiriato conformado por varias haciendas dedicadas al cultivo del algodón.

Hoy se encuentra en ese lugar un museo (medio abandonado). Esperamos que el acontecimiento (Centenario) sirva para revalorar ese lugar histórico para México y la Laguna.

Los investigadores más reconocidos sobre el tema (Martín Luis Guzmán y Pedro Salmerón) coinciden en que el hecho histórico se desarrollo de la siguiente manera:

En la madrugada del 29 de septiembre de 1913 varios centenares de hombres llegaron a la Loma, Durango, entre los que se encontraban:

Toribio Ortega, Fidel Ávila, Trinidad Rodríguez, Agustín Estrada, Julián Granados, Feliciano Domínguez, Maclovio Herrera, Eulogio Ortiz, Tomas Urbina, Rodolfo Fierro, José E. Rodríguez, Orestes Pereyra, Calixto Contreras, Severino Ceniceros, Eugenio Aguirre Benavides, Raúl Madero, Juan E. García, José Isabel Robles, Sixto Ugalde, Roque González Garza, entre otros.

Francisco Villa, que llegó a la Comarca Lagunera en tren de Ciudad Jiménez, Chihuahua, los había convocado allí para planear el ataque a Torreón y unificar el mando revolucionario de los ejércitos que combatían en contra de Victoriano Huerta.

Cuenta la historia que Pancho Villa se propuso asimismo como líder y como opciones alternativas a Tomas Urbina (su compadre, de las Nieves, Durango) y a Calixto Contreras (de Cuencamé, Durango).

Las palabras que cita Martín Luis Guzmán de las Memorias de Pancho Villa sobre este hecho histórico son las siguientes:

“Señores: en horas de la guerra nada se hace si no se sabe mandar y obedecer, O sea que cuando se juntan las fuerzas en mucho mayor número los jefes de todos los grupos deben escoger entre sí un jefe mayor, que lleve la carga del mando y al cual todos obedezcan.

Como esas son ahora nuestras circunstancias, estamos en el deber según yo creo de nombrar a un jefe que nos gobierne a todos y que con su autoridad dé a todas nuestras fuerzas la organización que su ánimo necesite para el progreso de la campaña.

Opinó yo salvo el parecer de los demás que nombremos para el grado de general en jefe a mi compadre Tomás Urbina, o al general Calixto Contreras o a mi” (Memorias de Pancho Villa, p. 197).

Juan N. Medina Jefe del Estado Mayor de Villa hizo uso de la palabra para justificar la unificación del mando revolucionario y para reiterar las candidaturas propuestas por Villa y añadió la del coronel Juan E. García.

Después de esa intervención tomó la palabra Calixto Contreras quien retiró su candidatura, se sumó a la de Villa y pidió que lo los demás generales lo reconocieran como Jefe de la División del Norte, hecho que fue aceptado por aclamación y sin vacilaciones por todos los asistentes.

La grandeza militar de Villa y de la División del Norte la dimensiona el historiador Benjamín Arredondo Muñoz Ledo de la siguiente manera:

“En rigor de la más estricta verdad, tenemos la obligación de decir que fue el ejército de Francisco Villa, la gloriosa División del Norte, la que materialmente destrozó al ejército federal de Victoriano Huerta, facilitando el triunfo de la Revolución Constitucionalista. Debemos de hacer notar que las fuerzas federales que se opusieron a Villa eran más numerosas que la suma de los ejércitos que se enfrentaron tanto a Obregón como al general González.

Algo más: Al haber hecho pedazos Villa al grueso del ejército federal, situado en el centro de la república y que utilizaba como eje estructural las dos grandes vías del ferrocarril en México, la de Ciudad Juárez y la de Nuevo Laredo, facilitó considerablemente Villa tanto el triunfo de Obregón y su División de Occidente, como la de Pablo González y su División de Oriente.

En tanto que sobre Francisco Villa, Huerta lanzó alrededor de sesenta mil hombres de las mejores tropas federales, sobre Obregón y sobre González sólo pudo enviar veinte mil soldados (“Historia de la Revolución Mexicana”, p. 169).

 
 
 
juanmtzv63@hotmail.com
JUANMEX2000 Twiteer.
Facebook: ElPeriodicodeSaltillo
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino