Un dossier del Congreso de EE.UU

El Congreso de EEUU considera a Peña Nieto y el Pacto Por México,
claves para hacerse de lo nuestro. *Menciona en un Dossier a
sus incondicionales en nuestro país, ellos son: Emilio Chuayffet, Pedro
Joaquín Coldwell, José Antonio Meade Curibreña y a Jesús
Murillo Karam, los cuatro, mexicanos de origen libanés.



Augusto Hugo Peña Delgadillo.

En un Dossier del Congreso de Los Estados Unidos se delinea la política energética de ellos, considerando “vital” la reforma energética de México para la seguridad energética de EEUU y para “El Desarrollo de México”, esto indica que hay acuerdos secretos entre la cúpula gobernante de México y las autoridades de EEUU, cuestión que sin buscarle enredos, pretextos y otros agravantes podríamos considerarlo como Traición a la Patria de parte del gobierno de Peña Nieto. Los pactos y acuerdos secretos son admisibles cuando se trate de la seguridad nacional no de la inseguridad manifiesta como esto nos señala, y por ello deberemos estudiar puntualmente todos y cada uno de los renglones de dicho dossier del Congreso estadounidense. El reporte lo denominan así: “La administración de Peña Nieto en México: “Prioridades y claves en los temas de la relación de Estados Unidos y México” fechado el 15 de agosto del 2013.

El Dossier establece: “El futuro de la producción de petróleo y gas en México es de gran importancia para el desarrollo económico de ese país y para la seguridad energética de Estados Unidos, y por lo tanto es un asunto relevante en el interés de los congresistas.” El documento, elaborado por el servicio de investigación del congreso, considera además que “La eficacia del Pacto por México para lograr acuerdos del poder legislativo, se pondrá a prueba para la discusión de los cambios a la Constitución Política Mexicana en los artículos inherentes a las cuestiones energéticas y fiscales.” Como podemos entenderlo, ellos consideran el Pacto por México algo importante para su seguridad energética, lo que implica entender también que ellos se lo diseñaron a nuestro gobierno para destrabar las leyes constitucionales y bloquear a los opositores del entreguismo de nuestro gobierno a los intereses de EEUU.

Este reporte o dossier no indica en ningún párrafo que deba México privatizar la perforación, extracción, conversión del crudo mediante la petroquímica ni el transporte y la comercialización, por lo que se deduce que Peña Nieto ha comprometido nuestros recursos a cambio de ALGO. Ese algo es sin duda es su aceptación, tanto por La Casa Blanca como por el Congreso Estadounidense, como nuestro presidente legítimo, sin importarles que Peña Nieto haya robado la elección gracias a la ayuda de ellos y de sus cómplices en México, no pocos grandes empresarios ligados a las trasnacionales de EEUU.

Este atraco a nuestro país es –después del robo de Texas y de los territorios de Este Norte, California entre ellos- el peor robo a nuestro país, y por ello, considerándolo Traición a la Patria, nuestra Constitución marca en este caso específico, la pena máxima. Ahora entendemos con mayor claridad el por qué obligaron a Calderón a militarizar a México pretextando la Guerra contra la delincuencia organizada, cuando el quid del asunto es garantizar los intereses de EEUU antes que los nuestros, intereses que por cierto son formidablemente enormes; la industria toda, la minería, la agricultura y nuestra mano de obra, está en sus manos, esto es innegable.

¿Qué nos queda a los mexicanos por hacer? No lo sé, pero habrá algo, porque incluso en el mismo dossier nombran a sus incondicionales en México, ellos son: José Antonio Meade Curibreña, Secretario de Relaciones Exteriores; a Jesús Murillo Karam, Procurador de Justica de México; a Pedro Joaquín Coldwell, Secretario de Energía y a Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación, los cuatro, mexicanos de origen libanés, y de ahí deduzco también que EEUU antes del año 2000, obligó a Zedillo a impulsar la reforma constitucional para modificar el artículo 82 de nuestra Carta Magna, para que los hijos de extranjeros, como lo es Vicente Fox, pudiese aspirar a la Primera Magistratura. Estoy totalmente convencido de que los hijos de extranjeros, ya mexicanos, carecen de convicciones nacionalistas y de amor a nuestra patria, estuve casado 48 años con una hija de extranjero y he tratado de cerca, amistosa, comercial, coloquial y familiarmente, durante mis últimos 65 años de vida a cientos de hijos de extranjeros, y sé a ciencia cierta que como tales, carecen de escrúpulos nacionalistas y son harto ajenos al amor a nuestra patria, los gringos lo saben más y mejor que nosotros los mexicanos, de ahí el interés de EEUU, de modificar con reformas retrógradas a nuestra Constitución, y qué mejor que cuentan con vende/patrias, como Peña Nieto y sus amos, Carlos Salinas de Gortari y Carlos Hank Rohn.

Para culminar este escrito mencionaré una frase majestuosa de quien no poco sabía a este respecto, Adolfo López Mateos, reza: “El hijo de libanés que no le es leal a la patria de sus padres nos da el derecho de dudar de su lealtad hacia México porque quien traiciona su origen le es fácil traicionar cualquier nacionalidad o credo” Y, ¿usted qué opina al respecto, apreciable lector?