publicación Online
 
 
  ir a pagina principal regresar     
Octubre 2013
Edición No. 296
ir a ediciones anteriores  

eduardo olmos¿Habrá impunidad para Olmos
y su pandilla?


AVISO A LA CIUDADANÍA. Urge exigir a la autoridad municipal que dé l
a cara antes de irse. *Tengamos vergüenza y valor civil, no dejemos que
Olmos y su pandilla terminen su gestión cubiertos de impunidad




Augusto Hugo Peña Delgadillo.


La ciudad de México y Torreón al parecer pertenecen a dos planetas distintos o a dos naciones en las que en una, sus leyes son interpretadas por el civismo crítico de la ciudadanía que presiona a los responsables de la cosa pública a que hagan su trabajo, que no roben y que sean eficientes, y en la otra, a la ley, a cualquier ley, a todas las leyes y normas de gobierno, que las interpreta el propio gobierno, a su conveniencia, disimulo y en complicidad con la elite parasitaria y los medios de comunicación e información citadinos. En Torreón tenemos decenas de ejemplos que podemos compararlos con lo que acontecen en la ciudad de México, y el cómo los resuelven las autoridades capitalinas, y como lo soslayan y tuercen las autoridades municipales de Torreón.

Un ejemplo: Los daños a los monumentos, sean estos ambientales o a causa de vandalismo; en México, D. F. el departamento de cultura tienen a un encargado de los monumentos de la ciudad, pero el titular de la secretaría de cultura es el responsable del funcionamiento de todo lo que atañe a la cultura, lo hace de la mano del INAH en algunos casos. Hoy, este día 11 de octubre del 2013, se está procediendo civil y o penalmente si se requiriese, contra el restaurador del monumento de Carlos IV conocido como El Caballito, obra de Tolsá. Se procede en su contra porque fue “contratado” para restaurarlo y lo dañó irreversiblemente según expertos.

En Torreón hay un titular en la dirección de cultura municipal y todo lo relacionado con la cultura debería estar a su cargo, sin embargo, la cuestión de los monumentos, por órdenes o intereses del anterior secretario del ayuntamiento, señor Miguel Mery, el encargado de los monumentos es un “Director” del centro histórico, arquitecto de apellido Sama. Viene a cuento porque todos sabemos que los monumentos de Torreón, la mayoría, los han vandalizado o se los han robado para venderlos por kilos, y el titular del departamento de cultura de Torreón, el “Director” del centro histórico y el secretario del municipio, hacen nada al respecto, y como el dicho reza: “Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata” entendiendo que la sociedad civil, la ciudadanía en su conjunto y todos los organismos no gubernamentales de la cultura o empresarial, también son responsables y cargan culpa por omisos en su obligación ciudadana.

Hace dos años emprendí una lucha porque los monumentos en La Alameda Zaragoza fueran protegidos, como el de Gibrán Jalil Gibrán, del escultor Vladimir Alvarado, diseño de Don Roberto Thome y del que escribe; la obra fue pagada por miembros de las comunidades libanesa y palestina de La Laguna, a petición del alcalde. Alerté a Norma González sobre el hecho de que se estaban robando el monumento, y ella avisó al arquitecto SAMA, un tipo que ni idea tiene lo que es el centro histórico de Torreón, si lo supiera, se moriría de vergüenza, si la tuviera. En fin, se robaron el monumento en episodios, primero una parte, después otra, luego otra, y la final se llevaron un pedacito, los empleados municipales a alguna bodega, y tal vez ya lo vendieron.

Lo grave no es el robo del monumento sino la actitud del gobierno, incluyendo al presidente Olmos y al secretario Mery Ayub. Ofrecí por varios medios asumir la mitad del costo de la reposición de dicho monumento. De hecho ya está trabajando en ello un escultor desde hace meses, pero en dos años, la autoridad municipal de Torreón, ni siquiera se dignó a contestar cartas que he enviado. ¿Cómo interpretar esta actitud? Simple y llanamente que a la autoridad municipal, la ciudadanía les vale madre y que Torreón también, aunque el gobernador Rubén Moreira ande payaseando diciendo que Torreón está a toda madre, cuanto todos vemos, sabemos y sufrimos, incluso a los gobiernos de los tres niveles, por su ineficacia y harta corrupción. En el D. F. se descubre un fraude o anomalía de algún funcionario público, y se procede con la ley en la mano, en Torreón en cambio, fraudes e irregularidades graves como los perpetrados en SIMAS, la autoridad, el Congreso, el Gobernador y no pocos ciudadanos ricos, los que seguramente están o estuvieron coludidos con Jesús Campos, gerente de SIMAS, lo ocultan, lo protegen y le dan carpetazo al asunto, y no conformes con tal pillería, conforman un frente todos los grupúsculos internos del PRI Torreón, con Víctor González Avelar de presidente. ¿Para qué? ¡Para defender a la ciudadanía!... cuanto descaro y que poca vergüenza. O ¿usted qué opina, apreciable lector?

 
 
 
ah.pd@hotmail.com
Facebook: ElPeriodicodeSaltillo
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino