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el periodico de saltillo
Agosto 2014, ed. #306


San Elredo de Rieval, Santo patrono de los grupos “gay”.

¿Adopción homosexual?, un tema peliagudo

Ángel Zavala Jr.

Sincera, sinceramente, lo pensé no una: muchísimas veces. Comentar sobre política, religión, administración pública o elecciones de servidores públicos, siempre han sido temas que a nadie dejan con grato sabor de boca, ni al ciudadano, ni al político, sacerdote, reportero o gobernante.

Sin embargo, puedo decir que en cualquiera de estos temas, soy capaz de aguantar lo que se opine por mi trabajo. El respeto a la opinión pública ha sido, es y será lo más importante para mí.

Es por eso que con todo el respeto del mundo, pido disculpas anticipadas a todas las personas que se sientan ofendidas por los comentarios que en esta colaboración se harán, ya que son del dominio público, por escuchar a la gente, leer las publicaciones sobre el asunto y emitir mi opinión absolutamente personal con quienes he tratado este peliagudo tema.

Estoy absolutamente seguro de que al terminar la lectura de esta colaboración (o tal vez mucho antes), el deseo de colgarme, someterme a inclementes torturas medievales o lanzarme directamente a una hoguera y avivarla con gasolina Premium será el vehemente deseo de muchas personas.

Pero: ¡Bueno!:… debo iniciar a escribir y espero no detenerme hasta dar por terminado este texto que tengo la oportunidad de publicar en la edición de agosto año 2014, de El Periódico de Saltillo.

Desde tiempo inmemorial, la humanidad ha conocido de las tendencias sexuales de hombres y mujeres que muchos consideran anormales, pero que recientemente, con el avance de las comunicaciones y el reconocimiento de los Derechos Humanos, los homosexuales y lesbianas han cerrado filas para la defensa y respeto de lo que consideran su “derecho a la diversidad” y lograr que esas tendencias sexuales sean consideradas como absolutamente normales.

Estos grupos lésbico–gay han conseguido, incluso, que la Ley reconozca las uniones entre personas del mismo sexo y darles una figura a través de la cual el llamado Pacto Social valida las relaciones de estos ciudadanos.

Las tendencias homosexuales y lésbicas son tan antiguas como la humanidad misma. Incluso, la Iglesia Católica reconoce algunos santos “gay”, y hasta en la Biblia se mencionan algunos personajes con estas características.

Al intentar saber algo más sobre San Elredo De Rieval, “El Santo de la Amistad”, encontré que es el santo patrono de los grupos “gay”. Fue un monje y abad inglés; teólogo y escritor. Las iglesias Católica y Anglicana Inglesa le veneran como santo. San Elredo murió en el año 1166. Tenía fama de santidad, por lo que se le canonizó rápidamente. Representó la amistad espiritual y el amor como virtud teologal.
Así es que con estas características los grupos lésbico–gay lo reconocen, ya lo mencioné antes, como su santo patrono.

Pero no es el único. Se menciona, por ejemplo, a San Sebastián De Aparicio como el primer ícono gay de la historia. Murió traspasado por saetas y se le representa como un joven hermoso, en una posición de torso desnudo que se podría considerar feminoide.

Personajes bíblicos como David y Johnatán, representan el amor entre hombres; y Ruth y Noemí el amor entre mujeres. Los detractores de los católicos, identifican como “gay” a San Juan el Evangelista, discípulo amado de Jesús.

Hay muchos otros santos que se identifican con esta forma de conducta. Por ejemplo, Juana de Arco, heroína y patrona de Francia. A los 17 años tuvo visiones de santos y ángeles que le ordenaron que cortara su cabello, vistiera de hombre y fuera a la guerra. A los 18 años ayudó a coronar un rey. Fue asesinada por la Iglesia Católica Romana, la que siglos después la convirtió en Santa. Juana de Arco fue ejecutada por su derecho otorgado por Dios para vestir ropa masculina, delito por el que fue ejecutada hace más de 582 años.

Pero creo que el circunloquio se ha extendido de más… tal pareciera que evado el tema, que le “saco al bulto”. Por la introducción, de seguro se me va a considerar “homofóbico”, pero creo que manifiesto mi respeto por estas personas desde las primeras líneas. Si bien es cierto que la educación que recibí en mi casa, -donde verdaderamente se “mama” la educación-, fue en un sentido que considero normal, y todo aquello que se salga de ese ámbito, para mí, es incorrecto. Mis abuelos y mis padres indujeron en mis ocho hermanos y en mí, la concepción de la vida tal y como a ellos les fue enseñado por sus antepasados. De tal manera que, con todo y la diversidad de pensamiento, en la actualidad mis hermanos y yo coincidimos en que las bases de la familia están en papá y mamá, y fuera de eso todo lo demás no es muy normal que digamos. Tal vez pensemos como viejos, y no le faltará razón a quien esto suponga, pero creo que mucha gente coincide con este concepto de familia.

La homosexualidad y la adopción

Reitero mi respeto hacia los “gay”. Los puede haber cerca o lejos de nosotros… quizá en casa tengamos uno de estas personas; en el lugar de trabajo, en la Escuela, como vecino o vecina, etc.

Cuando su tendencia, a pesar de que la conozcamos carece de extravagancias como vestir de mujer en los hombres y vestir ropa masculina las mujeres gay, los homosexuales ni se reconocen.

En cambio, cuando el gay hace gala y ostentación de sus preferencias, luciendo grotescas formas de vestir y actuar, siempre en pos de algún hombre que les conteste un guiño o una sonrisa cree que, de seguro que se lo podrá llevar a la cama. En otras palabras, el homosexual depravado sólo busca quien le pueda complacer, incluso, mediante un pago en efectivo. Al respecto, por supuesto, existen personas que viven eso, de proporcionar placer al homosexual que se lo pague.

La adopción

Los grupos gay, actualmente, luchan por que se les conceda el derecho de adoptar niños. En las parejas gay que llamaría “moderados”, tal vez los guíe un sentimiento de protección hacia un pequeño carente de afecto e intentar adoptarlo. Los gay que llamo “depravados”, sinceramente creo que carecen de ese sentimiento, y tal vez supongan que van a criar pequeños que en el futuro sean igual a a ellos.
Consecuencias de la adopción gay

No voy a enumerar todas las consecuencias de una adopción por parejas gay. Sólo el “bulling” que sufrirían los “hijos” de parejas gay en la colonia, o lo que es peor, en la escuela. Las burlas y cuchufletas serán crueles… devastadoras de la mente de un niño que no vive con un papá y una mamá como todos los demás, sino con dos papás o dos mamás. Además, para avivar el fuego, conozco una madre de familia que vive con su pareja lesbiana y lo pregona ante quien quiera escucharla. Inclusive, al presentarse, destaca que su niña tiene dos mamás, y que ama a su pareja

No me escandalizo… no. Sólo quiero imaginar lo que siente la pequeña que se encuentra entre dos fuegos: por un lado, obligada por sus “mamás”, a defender su postura ante quien sea; y por otra parte, aguantar a sus compañeros que le van a acosar sin misericordia.
Personalmente, considero la adopción gay, como algo absurdo que está por legalizarse.

angel.zavala14@hotmail.com

 
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