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el periodico de saltillo
Agosto 2014, ed. #306


Elementos para una buena planeación
municipal en Coahuila

“La administración local no solo ha de preguntarse cómo hacerlo
mejor, sino como hacerlo diferente para hacerlo mejor”.
Enrique Sacanell.


Luis Fernando Hernández González.


Los habitantes de cada municipalidad de Coahuila desean ver eficiencia en el ejercicio de aplicación de cada una de sus autoridades locales, pues como bien lo sabemos las cuestiones de interés público de ninguna manera deben de estar al arbitrio de improvisaciones y ocurrencias de funcionarios circunstanciales, ya que buscan que sus planteamientos y necesidades sean resueltos con clara diligencia, en donde prevalezca el sentido social, la utilidad general y el sentido de responsabilidad en la conducción de las cosas como muestra de congruencia e identificación en la que se ve inmersa cada uno de los espacios de las administraciones municipales, sin importar el tamaño o la situación financiera de cada una de las localidades, desea ver la transparencia, la responsabilidad y la congruencia que utilice su administración para la solución de su problemática municipal.

No es permitido ni tolerable los planteamientos de un autoritarismo rancio y añejo, que sólo provocó desgaste social y atraso participativo de una sociedad deseosa de ser considerada como responsable y madura, en donde cada uno de sus habitantes percibe la evolución de las cosas en detalle y con ello se quiere ver inmerso en la solución de las cuestiones públicas y comunitarias, esa es la madurez con la cual dispone su participación lo que en el lenguaje de la política se llama pueblo, identificado en valores, democracia participativa con sentido social, alejada de tareas y compromisos electorales, en donde prevalezca la fuerza y la energía que emerge de las potencialidades de la construcción de una nueva y comprometida sociedad que busca y pretende la consolidación del esfuerzo general.

En ello, estriba la construcción de una sociedad acorde a nuestros tiempos, circunstancias y contextos, sinónimos de confianza y discernimiento como fundamento primordial para hacer de nuestra sociedad el modelo que genere una permanente calidad de vida bajo una constante que de sentido a un bienestar que demandan todas y cada una de las generaciones que la integran.

De ahí el por qué, el proceso de planeación resulta por demás necesario en cuanto a formulación, discusión, aprobación, ejecución, control y evaluación de cada una de las medidas que la autoridad municipal establezca, para así mediante el Plan Municipal de Desarrollo se genere la actividad del mismo gobierno municipal bajo un sentido de racionalidad, transparencia y responsabilidad administrativa, encaminadas a empatar cada una de las necesidades económicas con las respuestas básicas que demanda la propia comunidad sean estos en servicios urbanos y rurales.

El propósito fundamental de la Planeación del Desarrollo Municipal es orientar la actividad económica en la búsqueda del beneficio social que implique a la gente, pues como bien lo sabemos los ciudadanos no quieren ser tratados una vez más como sujetos pasivos de la propia comunidad, en donde ya están dispuestos a ser considerados como entes activos que piensan proponen, valoran y aprecian su calidad de integrantes en todos los aspectos que confluyen y administra la misma sociedad, al ser la premisa fundamental que subraya el valor de la soberanía popular, para así de esta manera se plasme el establecimiento, la evaluación y la aplicación de las acciones que tengan como propósito la movilización de los recursos económicos de la misma sociedad que finquen e impulsen como fin para la obtención del logro como lo es desarrollo social íntegro y tangible, productivo y eficiente cuyos resultados la población aprecie como una respuesta favorable de quien administra la comunidad y no actúe a tontas y a locas sin rumbo y sin fin específico que le asista.

La nueva y moderna administración pública finca sus planteamientos en la unión concertada dentro de cada uno de los niveles de gobierno sean estos federal, estatal y municipal, haciendo un acopio de todos los recursos humanos que bajo un objetivo de alianza dispongan del esquema de democracia participativa socialmente, al ser ésta una forma de concertación e inducción hacia los fines que tiene como propósito la superación de toda comunidad pequeña o grande según esta sea.

Quien no valore dentro de su práctica este importante propósito de visión al quehacer política pública con un sentido de adición, unión y concertación de fines y propósito considerando el valor que implica el sentir de la comunidad estará condenado al más rotundo fracaso frente a la sociedad.

Cada uno de los alcaldes que conforman la estructura estatal deben de poseer principio y fin hacia donde debe de transitar su actuación a favor de su colectividad, al fijar su posicionamiento con sentido de responsabilidad y perspectiva de futuro, negándose por todos los medios a solo constituirles en figuras decorativas medrosas que sólo graviten en el erario de la comunidad y que especulan en favor de transacciones particulares o familiares.

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