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el periodico de saltillo
Julio 2014, ed. #305


La “nueva” democracia

Fidencio Treviño Maldonado.

Mientras el pueblo se debate en la miseria y torea los avatares del desempleo, de pobreza, de falta de servicios y de corrupción, la Casta Divina se divierte haciendo e inventando reformas para su beneficio y recuas que les rodean. Por lo pronto y hablando de votos, democracia y dinero, en Coahuila participan 14 partidos políticos en la contienda para diputados locales, 14 partidos en los que sus líderes a nivel Estado reciben una buena partida de dinero al mes, más otro fajo de billetes en tiempos como éste, electorero.

La definición coloquial es -Pueblo pobre, jodido, ignorante, con una democracia rica-. Alguien por ahí piensa que con los 14 partidos políticos se abre el abanico de la democracia; sin embargo, y sin un pelo o un ápice de duda, ésto sólo propicia la corrupción, porque sucede que estos partidos son rémoras que chupan parte del presupuesto, dinero del pueblo destinado a obras u otros servicios y se queda o se atora en una democracia mal entendida y peor ejecutada.

Por citar un ejemplo, en esta votación del 6 de julio alguien por ahí convenció a 8 líderes o presidentes de partidos incluyendo el mismo PRI, en donde estos partidos declinen su voto por el candidato del PRI para diputado local. Es decir, son comparsas de los partidos que gobiernan ¿Entonces qué caso tiene ser o pertenecer a otro partido? ¿Qué caso tiene ser partido político y estar unido con otro u otros? Nadie con sentido común puede pensar o creer eso, sólo a los que de a tiro les ven la “P “ en la frente, porque entonces no tiene caso decir que se es de otra corriente política si estás con tus enemigos políticamente hablando.

Aristóteles en su tratado llamado “República”, escrito 345 años antes de Cristo, decía y escribía que la democracia es llevar a cabo lo que el pueblo quiere, no lo que los líderes o unos cuantos acuerdan, en otras palabras -La voz del pueblo, es la voz de Dios- pero ante el dinero, el poder y la corrupción que camina en los pasillos de los distintos palacios de gobierno y de las sedes de los partidos, hay arreglos y no es el pueblo quien gana, sino la corrupción. Ésta es la misma reforma electoral que durante el Mundial de Brasil sacó de entre la basura el H:H:H: Congreso de la Unión, ya con este hecho nace torcida, y va al servicio de los mismos monopolios políticos que ahogan el país.

No es tanta culpa de los dueños de los partidos, de los candidatos, de los dueños de la llamada llave de la democracia, sino es que toda la culpa la tenemos nosotros, por consentir que unos cuantos se adueñen del país, en todos los rublos: el político, el económico, el social y hasta el mediático (radio, televisión, prensa, etc,) es decir hasta del pensamiento, y desde luego también en forma ilegal nos tienen cautivos con la credencial de elector que se supone es credencial de identificación, es decir nos sujetan y aun así le llamamos al país una patria libre.

Si así aceptamos que siga la democracia en la República, entonces no hay de qué quejarnos y que siga el entierro. Pero como dicen que dijo Galileo Galilei: “Y sin embargo se mueve”; así este seudoarticulista y mal editorialista cree (porque no piensa) que así no es la democracia y que esto de revolver tanto partido es peor, fea y huele más gacho que una vomitada de borracho, después de haber comido portola en mal estado.

Por otro lado la pregunta es ¿Qué no hay más personas para candidatos que los mismos de siempre? o ¿Sólo ellos poseen la verdad absoluta y nosotros unos simples pendejos? o lo más gacho, votar sólo porque el de “arriba” dijo. Pues entonces si es dedocracia o dictatocracia, autocracia ¡Cuidado México estamos a unas cuadras del fascismo!

kinotre@hotmail.com

 
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