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el periodico de saltillo
Julio 2014, ed. #305


Partidos: enemigos de México

Según la publicidad de los organismos electorales, la democracia electorera es para decidir el futuro de México, es la participación de los ciudadanos para castigar o premiar a los políticos por su gestión anterior, en estas mentiras se basan las modificaciones de la reforma política de permitir la reelección de los al alcaldes, diputados y senadores, lo que a decir verdad es la antesala para la reelección del Presidente de la República.

Con estos cambios se erradican de un plumazo los objetivos democráticos de los mexicanos de principios del siglo XX, que al grito de “Sufragio efectivo, No reelección”, se levantaron en armas para derrocar a Porfirio Díaz que se había perpetuado en el poder por treinta años. La revolución mexicana que expulsó de la Presidencia de la República a Porfirio Díaz costó un millón de vidas para lograrlo.

Aún cuando en cada elección se insiste en la participación de la ciudadanía, y se invierte mucho dinero (miles de millones de pesos) para llevar a las urnas a los votantes, y aún así no se ha logrado que participe la mayoría de los mexicanos enlistados en los padrones electorales. La mayoría no vota, por eso la abstención electoral es mayor del 50 por ciento. Por tal razón, los votos duros de los partidos, votos que los partidos mantienen cautivos a base de dádivas de todo tipo que se adquieren con dinero de los contribuyentes.

Votar por los candidatos que seleccionan las cúpulas de los partidos políticos, es votar por quienes han usurpado el poder en México y por los candidatos de las minorias, lo cual constituye un evento antidemocrático. Los votos totales de todos los partidos no representan ni el 50 por ciento de los padrones electorales.

Los partidos políticos en México se han amafiado para conservar el poder, para saquear al país y para adueñarse de todos los puestos y cargos públicos. Los principales partidos (PRI, PAN, PRD, PVE y el Panal) y los partiditos que giran en torno de estos “grandes”, se han organizado para mantenerse en el poder, protegerse mutuamente y ponerse de acuerdo para crear las leyes que favorezcan a sus intereses y a los de sus jefes.

Son los partidos políticos los que han permitido, desde el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), que se malbaraten los bienes de la nación, sus empresas paraestatales y las riquezas del subsuelo mexicano. Son los partidos los que han tomado de rehén a México, los que han empobrecido al pueblo, los que han sumido en la ignorancia a los mexicanos, pues ignorantes y hambrientos, los ciudadanos pobres, que son la mayoría, se comportan sumisos y obedientes. Su voto es necesario para “legitimar” con el sufragio de los miserables a los escogidos por los partidos, que son los mismos que saquean al país.

Por eso no hay duda que los partidos políticos son los principales enemigos del pueblo de México y de nuestro grandioso país. Son los enemigos de todas las causas justas, son quienes detentan el poder institucional, incluso de los llamados organismos ciudadanos, como IFE, INE, IEPEC, etc., cuyos consejeros obedecen al poderoso en turno, al fin y al cabo los integrantes de estos mamotretos, representan en dichos organismos los intereses de las cúpulas partidistas. Mientras tanto México se debate en la misería, la ignorancia, la inseguridad, la violencia y el desempleo. ¡Viva México!...

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