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el periodico de saltillo
Octubre 2014, edición #308


Cabildos

 

Fidencio Treviño Maldonado.


México, país de mentiras, en donde decir la verdad es considerado un delito.


Dentro de los cronogramas y radiografías de los gobiernos hegemónicos, envueltos en una anarquía por decreto, y jefes políticos sin reversa, en donde no se valen las reflexiones, opiniones mucho menos las proposiciones, (bueno se pueden hacer pero no realizar), ésto sucede en todas las Presidencias de los aproximadamente 2,452 municipios en el país. Los cabildos son manejados por intereses partidistas, hilos invisibles, simples dedazos. Regidores en su mayoría sumisos a los susurros de los Presidentes Municiaples, y éstos a los gobernadores, movidos por uno u otro jerarca en la escala política, amén del dinero que reciben para la aprobación de conciencia en una licitación a la que el mismo regidor le pone vallas a la poca, chata, pequeña o nula voluntad para salirse de la abyercción del conductismo en el que sólo tiene dos opciones: una, obedecer y la otra, callar.

Un submundo sórdido que es normal se desarrolle en el 98 % de los municipios del territorio nacional, donde se aprueba esto u aquello con la mínima displicencia, firmando o levantando el dedo para secundar lo que ordenó el Presidente en turno. En algunos casos se ha llegado a la ridiculez simplista de que algún regidor despistado firme sin saber lo que decía el papel ... vaya desfachatez, y otro que le escuché a un regidor del PRI: cabildeamos a los de la oposición... “pues resulta que a los que nos amolaron fue a nosotros”, le contesté, porque esa determinación el pueblo lo tendrá que pagar. Otro de los cabildeos más afrentosos para los mexicanos, fue cuando un señor que hasta se veía bien con su corbata y saco (Roque Villanueva), al aprobar -después de cabildear- el IVA y ganarle también a la oposiciòn, hizo señales obscenas como algunos futbolistas al anotar goles y burlarse del público. El cabildo puede considerarse como una herencia lesiva de los españoles, acomodada a nuestra entera conveniencia, porque está hecha -literalmente- para cuidar los intereses de las ciudades y los ciudadanos, las demás definiciones están basadas en conjeturas: abusos de poder e intrigas. Aquí podemos hacer notar que algunos miembros de los distintos municipios si cumplen con la función, me atrevo a citar que es una gran minoría, mientras que la mayoría ni siquiera saben su función mucho menos la definición.

El cinismo del que se valen para sólo cobrar y parafrasear el estúpido dicho: Ellos hacen como que me pagan (se refieren al pueblo), que por ignorancia y sin darse cuenta lo dicen, personas que viven en un valle de risas a un paso de las lágrimas como nos pasó con el TLC que Carlos Salinas y recuas que le acompañaron -vamos a cabildearlos- dijo el orgullo de los priistas Salinas de Gortari a su ministros de Hacienda, de Relaciones Exteriores, total a todos los puso sobre aviso cuando andaba desesperado y aparecía en la caja luminosa, sólo que los norteamericanos junto con los canadienses nos revirtieron el cabildeo, pasó con el asunto de PEMEX y con la Telecomunicación, los monopolios nos dan una repasada de cómo se debe llevar un verdadero cabildo, sin titubeos, defendiendo lo suyo y siempre firmes para joder.

Desgraciadamente nosotros entendemos al cabildo sólo como un formalidad, en donde se trata de llenar de firmas y sellos de éste u aquel documento, como requisito más que como autoridad, en el cumplimiento del mandato dictorial (a veces) del Presidente Municipal “Es reafirmación”, comentaba en una entrevista un regidor, sobre la remisión del código o reglamento de alcoholes y parquímetros. Ésto no quiere decir que todos los regidores no reflexionen, no cuestionen, no propongan, ¡no!, lo que pasa es que son incapaces de asumir un verdadero liderazgo, dominante de conciencia que sea objetivo al rebatir los argumentos de centralismo. Otras veces existen aspectos más controvertidos de libertad de acción, y es casi siempre condicionada a una informalidad en la toma de decisiones del que preside el cabildo, que es cuando algún regidor o el síndico asume las atribuciones secundarias para sólo convertirse en vocero preferencial del líder .
Pocos son los regidores que pretenden ser objetivos en sus puestos y para lo que fueron elegidos e inclusive lo que tanto dijeron en sus campañas, aunque sólo les corresponda como gestoría, sería bueno que tomaran en serio su papel protagónico dentro del cabildo, en una actuación limpia, democrática, una actitud donde puedan discernir y aprobar o desaprobar las propuestas del Presidente Municipal, y por qué no, condicionándole los arreglos que pudo tomar sin su consentimiento... Eso es parte del cabildeo y, como están las cosas en México, en Coahuila en particular y en muchas Presidencias Municipales, este mendicante ciudadano duda que eso suceda ya que el mundo feliz de los regidores y síndicos es llegar a estos efímeros puestos y... Pos ya después Dios dirá.

kinotre@hotmail.com

 
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