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el periodico de saltillo
Octubre 2014, edición #308



Ildefonso Guajardo, Guerra Abud y David Korefeld.

Gracias a Peña Nieto y a gente de su gabinete, la impunidad cubrirá a Germán Larrea, dueño de la mina que contaminó gravemente el río Sonora y de la mina Pasta de Conchos* en Coahuila.


Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Como lo habíamos dicho, el gobierno de Peña Nieto está para servir al patrón. Me refiero a Germán Larrea Mota-Velazco, el dueño de la mina en Cananea que derramó a un río 40 millones de litros de sulfato de cobre con ácido sulfúrico, afectando a más de 40 mil personas y causando un daño ambiental, el mayor que se haya dado en México en los últimos 70 años. Resulta que el secretario de economía, Ildefonso Guajardo, encargado de dar concesiones mineras o de cancelarlas, ha dicho que lo importante es que en este caso, gravísimo, la actividad económica de México “siga creciendo” y que Germán Larrea pague los daños y que no se vuelva a portar mal. ¿Creciendo? Ya otros secretarios habían entrado a la defensa del minero Larrea, el titular de la SEMARNAP, el árabe libanés Guerra Abud y el judío David Korenfel, titular de CONAGUA, ambos coincidieron que no era para tanto, que la mina no se cierra y que hay que multar al Grupo Minero México. O sea que con dinero se arreglan los crímenes industriales y además, baila el perro.

El gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, implementó un programa que denominó, “Salvando el río”, en el que se “invirtieron” cerca de 2 mil millones de pesos para limpiar el río Sonora del ácido sulfúrico, cadmio, sulfato de cobre, plomo, mercurio y otras sustancias nocivas para la salud, mismas que se derramaron por culpa –absolutamente comprobada- de la empresa del Grupo México de Germán Larrea Mota-Velazco. Sin embargo, nadie en el gobierno estatal ni en el federal se pronuncian contra Germán Larrea: todo ese mundillo quiere quedar bien con el irresponsable multimillonario porque alguna buena tajada de dinero irá a dar a sus bolsillos, no nos quepa la menor duda. Germán Larrea, el que amén de ser pésimo mexicano, es espléndido con los políticos y los funcionarios públicos de todos los niveles, y con los medios de comunicación igualmente. Todo lo tiene cubierto para seguir manteniéndose, como siempre lo ha hecho, dentro de la impunidad.

Es lamentable que estos “accidentes” o crímenes industriales sucedan, pero más lo es tener esta clase de políticos y funcionarios públicos que más trabajan en encubrir a quienes violan las normas establecidas, que en vigilar que estas se cumplan, afectando sobremanera el medio ambiente y la salud de los mexicanos. En cualquier país no tan bananero como México, a Guerra Abud de la SEMARNAP, a David Korenfeld de CONAGUA y a Guajardo de la secretaría de economía, ya los hubieran despedido o encarcelado por su inoperancia y mala fe, sin embargo en México, Peña Nieto los va a mantener en sus puestos aunque a los mexicanos nos lleve el carajo. Así funcionan las cosas en México gracias al presidencialismo corruptor, donde la impunidad es la constante.

David Korenfeld, Guerra Abud y Guajardo el secretario de economía son, al igual que Germán Larrea, responsables de estos desastres ecológicos y de los crímenes industriales, los que al parecer seguirán ocurriendo porque nuestro gobierno no sirve al pueblo, se sirve de él, y solo está para complacer a los millonarios, a los oligarcas y a plutócratas nacionales y extranjeros. O ¿usted qué opina, apreciable lector?

Pasta de Conchos* Mina en Sabinas, Coahuila, en donde aún permanecen los cuerpos de 65 mineros víctimas de un crimen industrial, perpetrado por Germán Larrea, un multimillonario mexicano irresponsable.


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