Estado y crisis del desarrollo nacional

Fernando Ramírez López.

Hacia el año de 1983 publicamos un texto el antropólogo social Raúl Díaz Ontiveros y el que esto escribe teniendo como tema central la crisis del estado mexicano, y sobre todo la vivía el país en un momento en que se iniciaba el sexenio delamadridista y decía adiós a un lopezportillismo que como todos los gobiernos de esta nación, siempre llenos de soberbia se encargó de conducir la ilusión de los crédulos hacia una supuesta “administración de la abundancia”.

En el libro referido se formuló un análisis histórico sobre los permanentes fracasos de planificación desde el callismo hasta esa época; es decir dábamos cuenta de los fracasos de ordenamiento económico jamás logrado.En esos primeros 45 años en que se había fundado el PNR, expresábamos que el sistema político económico mexicano nació como un aborto de la llamada revolución interrumpida, tal como lo expresa Adolfo Gilly y que su desarrollo en las condiciones que se había hecho, era y es improcedente, porque está hermanado con el crimen y el poder, dos categorías que conjugadas han llevado de la mano al abismo todos los auténticos propósitos de reivindicación social en el país.

Desde el Siglo XIX y en el XX los gobiernos se prostituyeron y lo más grave terminaron por doblegarse ante los intereses norteamericanos, que hoy viven el temor latente del terrorismo en su mundo y grupos guerrilleros como las panteras negras en el interior de su seno social.
Estas constantes no nos han permitido consolidar hasta hoy y tal vez en muchos años más un modelo social autónomo; hasta hoy en el trecho histórico Obregón–Peña Nieto, no obstante el haber tenido como país períodos históricos con abundantes superávits económicos, como lo fue el caso del período inmediato a la terminación de la Segunda Guerra Mundial; nunca Washington nos ha permitido la construcción de un crecimiento autónomo, por lo que hoy en día la dependencia y el temor de los gobiernos mexicanos no le han permitido enfrentarse al gigante de acero con pies de barro, tal como lo expuso Vicente Lombardo Toledano y en el caso de Vietnam Ho Chi Min, no sólo derrotó al ejército norteamericano y a los Green Berets, sino que con su lucha ejemplificó que ese país no es invencible, al echarlos para siempre de su territorio.

Como criados, más que vasallos del imperialismo ni siquiera hemos tenido la capacidad para crear una nación desde 1521, en quinientos años seguimos siendo una sociedad polarizada donde la desigual distribución de la riqueza empantana a un pobre crecimiento.

Por todo esto los argumentos de algunos articulistas al servicio del gobierno, señalan que con las reformas estructurales recientemente logradas se impulsará grandemente nuestra productividad y en consecuencia nuestros vergonzosos salarios mínimos.

Este es un país en lucha, donde vivimos descendientes de los hermanos Serdán, de los Flores Magón y del brillante Belisario Domínguez; en ese proceso ha buscado ser independiente en 1857, 1910, 1915, 1936 y en la lucha estudiantil de 1968, que es el parteaguas de la vida política actual y que está en el proceso de romper las cadenas del yugo imperial, por esto resulta entendible que preferimos morir en la lucha que vivir hincados ante una burguesía político–financiera que se ha adueñado de todo nuestro territorio.

Hasta hoy no hemos podido vencer, pero llegará el tiempo en que tengamos la capacidad de configurar un proyecto educativo digno de nuestros hijos, un esquema laboral adecuado para los trabajadores, una economía que permita llevar lo necesario al hogar y un desarrollo alimentario que le permita dejar atrás la vergüenza de tener sesenta millones de hermanos nuestros en condiciones de hambre. Porque no hemos solucionado lo anterior es que se han desarrollado la delincuencia, el narcotráfico, la prostitución, la migración de niños, hombres y mujeres desesperados por encontrar un pan que comer.

Adicionalmente a la impunidad de los señores del dinero, contamos con una burocracia vividora y sin conciencia, sirven al puesto y no a su responsabilidad, y si a esto le sumamos la presencia de una banca de explotación, nada le permitirá hacer a un pueblo doblegado con salarios vergonzosos y una casta de explotadores que no satisfecha con lo que han logrado, aprovechando la reforma energética han empezado a instalarse para terminar de explotar el petróleo y el gas y el carbón de la Cuenca de Burgos.

¿Cómo podemos lograr el progreso? si la innovación y la investigación tecnológica no existen en nuestros centros de estudio, por eso la robótica solamente es materia de las instituciones privadas y el corazón de este país en lo económico es servir a los intereses del Fondo Monetario Internacional.

¿Qué podemos hacer? cuando la globalización como fenómeno mundial nos está afectando por no tener la capacidad para enfrentarlo, ya llegó el momento de enfrentar una discusión seria para salir de nuestros problemas además de la inseguridad. Estos son los factores claves para el desarrollo y la proliferación de empresas productivas y susceptibles de un crecimiento armónico. Por ejemplo, para ingresar a los grandes mercados internacionales de frutas y verduras como es el caso del Japón, los grandes empresarios lo han hecho desde hace mucho tiempo, aquí lo que interesa es incorporar a una sociedad lastimada y marginada; por lo que requerimos formular una política homogénea y eso no es posible como lo han hecho hasta ahora, porque no han formulado un capital humano competitivo, por eso es que en contraste a los 63 pesos del salario mínimo en México en los Estados Unidos se paga de 10 a 14 dólares la hora al trabajador.

Con ésto entendemos que el propósito del grupo en el poder es mantener una sociedad pobre e impreparada, por lo que para romper los vicios del viejo sistema debemos unirnos en el cambio y recordar que más vale morir de pie que morir arrodillados.

licfernandora@hotmail.com