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el periodico de saltillo
Septiembre 2014, edición #307


El hambre es una vergüenza para nuestros gobiernos

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

En México se padece más hambre que en el promedio del mundo; el programa de Peña Nieto y de SEDESOL
con Rosario Robles Berlanga al frente, es solo una manera de engañarnos y darnos atole con el dedo porque a
ese ritmo que van, saldremos en más de 90 años del hambre.

El mundo produce alimentos para 12 mil millones de personas. Somos 7 mil millones de habitantes y hay mil cien millones de seres que padecen hambre. O sea que poco más del 15% de los habitantes del mundo, padecen déficit alimenticio. México, un país de 118 millones de habitantes, tiene a 24 millones de habitantes en déficit alimentario, o sea poco más del 20%, y un tercio más del promedio mundial. ¿A qué se debe si somos un país rico?... no es por culpa de la gente, ¿lo será acaso del gobierno que es inmensamente inepto y corrupto? Creo que la culpa compartida por la enorme brecha entre pobres y ricos, y entre los que todo poseen en México y los que carecen de casi todo, es el binomio compuesto por la oligarquía y la clase que suele llamarse política sin serlo en realidad, porque son ignorantes de lo que es propiamente la política.

Los ricos, los “políticos” y una caterva enorme de funcionarios públicos, están coludidos en un sinfín de negociaciones que todas ellas llevan al deterioro de la capa social de los más pobres y de las clases medias, sobre todo de la media baja. Desde la llegada de Miguel de la Madrid al gobierno hasta este primer tercio del gobierno de Peña Nieto, todos y cada uno de los gobernantes han contribuido a deteriorar la economía, la paz social, la soberanía nacional, la salud y la educación; de 1982 a la fecha México se ha derrumbado desde sus cimientos y se ha visto en una vorágine sociopolítica y económica que ha causado enormes daños, sobre todo en el alimenticio, la salud y la educación, a más de la mitad de los habitantes.

Expertos en las materias social y política han determinado, basándose en el avance de los programas del combate al hambre implementado por Peña Nieto y con SEDESOL al frente, con una secretaria del talante corrupto e inepto de Rosario Robles Berlanga, que para paliar el problema del hambre en México, al ritmo que le imprimen Peña Nieto/Rosario Robles, tardaremos entre 80 y 90 años, y con este dato absolutamente verídico, podemos determinar que Peña Nieto nos está engañando, que está dándonos atole con el dedo y que lo que está haciendo con el combate al hambre, es solo un programa diseñado para no salir de la hambruna jamás y así, su gobierno y lo que sigan, puedan contar con tal cantidad de pobres y hambrientos, que les resultará fácil y barato hacerse de su sufragio, ya bien comprándoselo por unos mendrugos o bien, con “obsequios” como despensas, tinacos, cemento, ladrillos o Tarjetas SORIANA, para “convencer” a la gente para que vote por el candidato del PRI. Esto a mí me pinta a un Peña Nieto harto canalla, ¿y a usted?

La pobreza extrema en México, reapareció con Miguel de la Madrid y con Carlos Hank González en la Secretaría de Agricultura en el gobierno de Salinas de Gortari. Ahí en ese instante, México empezó a perder su autosuficiencia alimentaria, se privilegiaron las importaciones de maíz y otros cereales, aduciendo mejor precio y condenando a México a la dependencia alimenticia, de EEUU.

Por esas mismas fechas se amarró el salario mínimo en niveles muy por debajo de lo que nuestra Constitución marca y obliga, sucediendo un fenómeno trinitario derivado de tres pilares de nuestra sociedad carcomidos: La corrupción institucionalizada implantándola como un ente cultural –lo ha dicho recientemente Peña Nieto “La Corrupción en México es un fenómeno cultural”-, la dependencia alimentaria de parte de EEUU como una política impuesta por los designios de Washington a los gobierno neoliberales y, manteniendo los salarios mucho más debajo de las necesidades de los trabajadores, creando un fenómeno de legalización de la esclavitud, porque permitirle a un patrón que contrate a alguien por ocho horas de trabajo al día con un mini salario de 62 pesos, es exactamente lo mismo que hacer legal la esclavitud. Lo grave, lo terriblemente actual es, que quienes implantaron este deterioro son quienes nos gobiernan actualmente por medio de Carlos Salinas, los Hank Rhon, el Grupo Atlacomulco y la pandilla política del estado de Hidalgo, comandada por Jesús Murillo Karam y Miguel Ángel Osorio Chong; Peña Nieto es solo un instrumento. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

ah.pd@hotmail.com

 
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