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el periodico de saltillo
Febrero 2017
Edición No. 336


Filia canina

Arcelia Ayup Silveti.

Ha crecido la familia canina en mi casa. Desde hace dieciséis años contamos con la compañía de un hermoso pug: Oliver. Dos años después Britney una tranquila pug llegó con la intención de poblar más su raza. Desde entonces viven en monogámica unión.

En el 2014, recibimos a Cloé una chihuapug, cruza de pug con chihuahueña, una encantadora especie. Pero nos duró poco el gusto, pues se perdió cuando la dejamos encargada durante unas vacaciones. Fue difícil perdonar a la persona que cuidó a Cloé, quien para compensar a mi hija Jimena, le regaló una chihuahueña: La Nina.

Al principio no la admitía, pero La Nina se las ingenió para ganarse el cariño de mi hija, el mío y el de mi esposo. A él no le gustan los perros dentro de la casa, pero La Nina ha sabido llamar su atención y ya la acepta. Cuando la chihuahueña lo recibe se para en dos patas y permanece así largo tiempo, le mueve la cola hasta que él le regresa un cariño.

Un año después, el veterinario nos mostró un lindo perro mestizo. Ese nos llamó, era gracioso y parecía dócil, le llamamos Black, vive en Viesca en compañía de Nicanora, una burra. En el 2016, le prometí a mi hija tener un perro grande en Saltillo. En otra de sus visitas con el veterinario, Jimena me mandó una foto de una hermosa cachorra pastora. Se veía linda, su mirada decía: “llévame contigo.” Caímos rendidas y mi esposo, aceptó a Suzu.

Jimena y yo pasamos tiempo con los cuatro, en las tardes vemos cómo Suzu protege a Nina; cómo Oliver acaricia el sueño y el lomo de La Nina; también hemos sido testigos de las mordidas que la celosa Britney le lanza a La Nina. Los cinco buscan a Jimena, la siguen, la lamen, la llenan de sus alegrías. Ella es una encantadora de perros. Puede doblegar a un bravo can y lograr que la acaricie. Ha domado perros ariscos y los ha dormido como bebés. Aunque sea la primera vez que la ven, muchos perros se le acercan, como los ratones encantados por la flauta de Hamelin.

Es increíble lo mucho que te encariñas con los perros. Saben si la felicidad te abraza o si las lágrimas te persiguen. Es difícil no tener filia canina.

biznagaas@hotmail.com

 

 
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