La belicosidad de Trump contra México

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Lo que mueve a Donald Trump para ser belicoso y canalla con México no es lo que ha dicho en sus discursos a los electores. Les prometió una América más grande y por ello va a hacer todo lo que le viene a su loca cabeza para hacer “otra vez grande” a los Estados Unidos. Esto es un patraña ya que actualmente EEUU es el país más rico y poderoso de todo el mundo, la otra cuestión es, ¿Se va a engrandecer EEUU jodiendo a México y a los mexicanos? No en lo absoluto, lo que está haciendo y hará es seguir enlodando, denigrando y empequeñeciendo a EEUU con su comportamiento de un patán callejero. Usa las tretas de un vendedor de bienes raíces, engañando a los vendedores de los supuestos bienes que lograrán -como a México por ejemplo- y engañando también a los compradores de sus propuestas, a los gringos frustrados de la clase WASP (Blancos Anglo Sajones Protestantes), acusando a México en este caso, de robar sus empleos.

EEUU invadió Panamá y encarceló a su presidente; invadió a Haití el país más pobre del Caribe y América, quitando a su presidente y poniendo en su lugar a un empleado suyo; invadió Granada, una pequeñísima isla del Caribe que tiene de capital a St. George´s. También invadió Libia y asesinó a Mohamar El-Kadafy; destruyó Irak pretextando mentiras y asesinó a más de dos millones de iraquíes, lo mismo hizo con Somalia, con Afganistán y con cuanto país tiene un gobierno que no se pliega a los caprichos e intereses de EEUU, ¿todo esto hizo más grande a EEUU? No, por el contrario lo empequeñeció debido a su falta de humanismo y su rapacidad voraz. De esto deriva la conclusión de nuestro análisis. EEUU adujo la intencionalidad de hacerlos demócratas. ¿Es acaso demócrata EEUU? No, porque si lo fuera, Hillary Clinton hubiese ganado la elección pasada.

Metió su cizaña en Siria y lo único que ha logrado hasta ahora, es provocar la muerte de millón y medio de personas, y el desplazamiento de más de 5 millones, a los que les arrebató una vida tranquila y les hizo perder sus propiedades y libertad. Ahora a esos millones de víctimas de la política belicista de EEUU, los ha hecho refugiados de otras naciones, sobre todo europeas. Los europeos, Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Holanda y Alemania, no se han pronunciado por la causa de este holocausto. No han dicho nada porque entraron de cómplices de EEUU en la destrucción de Siria y también de Palestina y del empobrecimiento de todos los habitantes de esas naciones a las que han atacado. Esto tampoco ha hecho más grande a EEUU, por el contrario lo envilece.

De nuevo EEUU aduce la necesidad de “ser más grande” atacando a México para poner la muestra y someter a otras naciones, y así, robarles sus recursos asesinando a su gente. Esa es su grandeza.

Ataca -hasta ahora verbalmente- a China, a la OTAN, a la ONU, a la Europa no anglosajona, porque lleva de aliada a Inglaterra y a parte de la Commonwealth, una sociedad de naciones anteriormente ligadas a Gran Bretaña, las que aún mantienen con Inglaterra lazos estrechos. Entre estas naciones destacan Nueva Zelanda, Australia y Canadá, países a los que también les está causando problemas. Con Rusia dice que va a estrechar y engrandecer su relación, cuestión absolutamente falsa, porque Rusia no es un país que se chupa el dedo con palabras bonitas ni discursos baratos. Rusia ya está en máxima alerta. Por lo pronto nos ataca a los mexicanos y a México, nos tiene en ascuas y esa es su estrategia, -lo dijo en su libro- “Si tu enemigo es débil, atácalo y si muestra fortaleza, negocia con él.” Trump ya demostró no ser un buen político ni tampoco un negociador exitoso; su primer negocio -con México- fue un fracaso de él, de nadie más, por ello hay que tener cuidado porque estamos tratando con un energúmeno tonto.

Trump se encolerizó porque nuestro presidente se negó a asistir a la cita en Washington el 31 de enero, pero no dice que él 3 horas antes rompió la cita, lo desinvitó en un twit. La rabia le hizo mentir a los medios y amenazar a México con gravar 20% de aranceles nuestros productos que se exporten a EEUU. ¿Nos va a dañar? Por supuesto que sí, pero también lo hará con los estadounidenses, tanto a industriales, comerciantes y prestadores de servicio, como a los consumidores de EEUU y a sus sindicatos y trabajadores, ¿por qué? porque no es político y menos estadista, porque no sabe nada de ciencias políticas, es un burdo barbaján y vil patán al que la diplomacia se le niega por su naturaleza burda, procaz y racista. Con esos atributos jamás hará más grande a Estados Unidos. Su prepotencia lo único que logrará de forma holgada, es desprestigiar a los Estados Unidos y a sus habitantes, la historia lo juzgará como un producto de las cloacas, el que por azares del destino y un fraude electoral, arribó a La Casa Blanca para presidir a la nación más poderosa del planeta. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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