Mariposas

Rufino Rodríguez Garza.

El compañero y amigo de la naturaleza y además camarada de aventuras José Guadalupe Flores Ventura, a quien coloquialmente sus amigos le llamamos “Ventura” recién acaba de sacar un hermoso libro, a todo color sobre las mariposas del sureste de Coahuila.

El amigo Ventura, también colaborador de este periódico, presenta un texto donde se observan estos insectos: las mariposas. Aquí podrá recrearse el lector con las fotos de cada espécimen, incluyendo el libro más de 150 ejemplares de estos lepidópteros.

Retratar mariposas es todo un arte donde la paciencia juega un importante papel. Estos bellos insectos están siempre en constante movimiento, por lo que hace más difícil esta tarea. Retratar mariposas le ha llevado muchos años, pero le ha llevado igual o más tiempo el ir ordenando y clasificado cada individuo.

Son muchas horas de gabinete, pero más horas y días en el campo. Salir desde el sábado y regresar hasta el domingo, eso cuando tenemos la oportunidad de salir juntos. Cuando Ventura rola turnos en el trabajo industrial, descansa entre semana y aprovecha saliendo sólo por un día y/o acampando.

El amigo Ventura -podemos afirmar- ahora es un referente en otras ramas de la ciencia como la paleontología, pero también en la flora y la fauna, mismas que no le son ajenas.

Desde hace más de 10 años ha colaborado en la formación de los acervos del Museo del Desierto (MUDE), y es ahí donde se pueden admirar distintos fósiles, algunos de los más representativos del estado como lo es el elicoprion (tiburón de más de 400 millones de años de antigüedad), o piezas arqueológicas que localizamos en el norte del estado y que se llaman “arte móvil”.

Su nombre se puede localizar entre los personajes que de una u otra manera colaboramos con el MUDE. A la derecha, entrando al lobby del museo está la lista y aparece el nombre de José Flores. Coloquialmente mejor conocido por su segundo apellido: Ventura.

El libro al que me refiero recién acaba de salir de la imprenta y el pasado martes 24 de octubre del presente año, se presentó ante el público de Monclova, en el marco de la Feria del Libro, en el museo Pape.

El papel fino hace que las fotos resalten. El formato es lo que se conoce como “italiano” de 16 por 21 centímetros, 340 páginas que no tienen desperdicio.

En este libro, donde se ha hecho derroche de ingeniería editorial, podemos encontrar 150 especies de mariposas (lepidópteros), con las excelentes fotos de cada insecto, con la vista dorsal y ventral aunque no en todos los casos.

En cada ficha se anotan las medidas, el hábitat, la abundancia y también si es macho o hembra. La ficha también tiene datos como la fecha de observación, la planta que la hospeda y otros datos útiles a las personas que se interesen por el estudio de estos huidizos animales. Otro dato importante es que cada especie tiene su nombre científico y su nombre vulgar.

El trabajo de Ventura ha sido cuidadoso, ha usado una metodología que agrupa y ordena por categorías cada ejemplar y da las características de cada individuo.

Retratar mariposas es todo un arte y Ventura, con una paciencia franciscana es capaz de estar horas esperando el momento para disparar. En algunas ocasiones baja de su camioneta un silla plegable para observar y tomar el mejor ángulo.

Empezó Ventura su peregrinar hace ya varios años en el semidesierto mexicano con una cámara muy modesta, esta vendida por el Lic. Alejandro José y a la cuál le sacó el provecho que se le podía sacar a una cámara manual de modestas características y funciones.

Con el tiempo mejoró el equipo y paisajes: aves, plantas, cactus, flores, atardeceres o amaneceres, pero también ruinas, petroglifos, pinturas rupestres, fogones y personas de las comunidades ejidales.

Como es hábil en el manejo de la computadora tiene todo debidamente ordenado y sube a la red mucho de sus encuentros. Otra característica del maestro Ventura es cuando no tenía cámara, pues hacía dibujos de flores o plantas y animales.

De aquel Ventura que incursionaba a pie y solo por la sierra de Zapalinamé ha pasado mucho tiempo. Después tuvo su primera bicicleta y con ella se alejaba más de su casa abarcando aún más territorio para sus exploraciones. Tiempo después su primer carro y con él se dirigía a las comunidades de Arteaga o de Ramos Arizpe.

Cuando lo conocí de inmediato hubo acuerdo y empezamos a salir cada fin de semana por años. La salidas, como les decimos, se multiplicaron y fuimos descubriendo sitios de interés tanto arqueológico como paleontológico.

Actualmente cuenta con un jeep todo terreno, alto y de reciente modelo y lo de quedarnos tirados en el monte se acabó.

Hay que hacer mención que siempre ha sido un apasionado de la música popular pero sobre todo de la clásica y la ópera, de las que puede presumir que conoce todas las letras y los textos del teatro cantado.

De Ventura podemos seguir hablando, pero dejo a sus familiares y amigos que completen estos datos biográficos. Lo que podemos concluir es que Ventura es producto del esfuerzo, del estudio y de la dedicación. Felicidades por este libro que sabemos será el primero de otros que está preparando

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