El Consulado norteamericano en Piedras Negras, Coahuila
Rigoberto Losoya Reyes
El consulado norteamericano americano instalado en Piedras Negras, informaba a la Secretaría de Estado norteamericano sobre las actividades de comercio exterior, compra y venta de armas, actividades políticas, manufacturas, estadísticas oficiales y reportes sobre cualquier brote de violencia que considerara un posible riesgo para las inversiones norteamericanas y alguna posible amenaza a su nación. La información estadística se publicaba mensualmente y en forma de reportes anuales.
En dichos reportes de igualmente se daba a conocer la plantilla del personal consular vigente en cada lugar del mundo.
De acuerdo a los archivos históricos, que son resguardados en la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y por otras fuentes a las que se tuvo acceso como las hemerográficas, se ha logrado rescatar algunos datos de suma importancia para la historia local de Piedras Negras, Coahuila. Pues debe saberse que la oficina consular se instaló en la Villa de Piedras Negras en 1867 una época en que nuestro país se encontraba librando la invasión francesa.
De la investigación realizada, se logró conformar una previa lista de los funcionarios consulares que sirvieron en Piedras Negras, del siglo XIX al XX. La información es abundante, por lo que a continuación, presentó algunos gajos de la historia consular de Piedras Negras.
Un dato sobresaliente y que viene a confirmar que el Hotel Internacional fue construido en el siglo XIX y no en 1910, como tanto se ha afirmado, lo anterior resulta a colación porque una carta fechada el 15 de mayo de 1889, el Cónsul Americano Vicente M. Baca informa a Washington el cambio de residencia de las oficinas del Consulado al Hotel propiedad del Ferrocarril Internacional Mexicano, un edificio muy sólido construido con piedra y madera. El cónsul señaló que se ubicaba sobre la calle Zaragoza, cerca de la estación del ferrocarril.
La oficina consular ocupó la habitación número 8 de la planta baja de la esquina noroeste del edificio. La razón que tuvo el cónsul para instalar sus oficinas consulares en este edificio fue posiblemente la reciente construcción del mismo, por lo que se puede suponer que se encontraba en magníficas condiciones. Como ya se ha señalado anteriormente, la representación consular de los Estados Unidos desempeñaba diversas funciones y entre ellas, la de informar la situación económica y comercial de cada región. El 5 de septiembre de 1890 el Cónsul Americano en Piedras Negras Eugene O. Fechet redactó un informe muy completo acerca de la producción y exportación del carbón en la región norte de México. Informó entre otros datos, que el carbón que se consumía en la región norte es producido en su totalidad en las minas de carbón propiedad de las empresas Coahuila Coal Company y Álamo Coal Company ubicadas en Sabinas, Coahuila. Señaló que la producción anual en promedio alcanzaba las diez mil toneladas, operando 30 hornos de coque. Entre los consumidores del carbón se encuentra la población y las compañías del ferrocarril y que no tenían ninguna dificultad en comercializar la producción excedente.
En 1889, se exportaron a los Estados Unidos por Piedras Negras 87,769 toneladas de las minas de Sabinas con un precio de 4.06 pesos plata por tonelada. La producción de carbón también era vendida a otras empresas ferrocarrileras y a otros estados de la república y el precio variaba de acuerdo al costo del flete. Agregó en si informe que los inversionistas eran de origen francés y mexicano y también tenían instalaciones cerca de Piedras Negras (Villa de Fuente). La calidad del carbón que se producía en sabinas y Piedras Negras era excelente, de ahí su demanda por los industriales de los Estados Unidos. También la empresa del Ferrocarril Internacional Mexicano se abastecía de este tipo de carbón para operar sus locomotoras de vapor.
En la decadencia del porfiriato, específicamente en agosto de 1908, El Cónsul americano, Luther T. Ellsworth sirvió en este puesto entre los años de 1907 a 1913, se distinguió por involucrarse directamente en actividades políticas de la región lo que le ganó varias enemistades. En ese año, se encontraba muy ocupado informando a sus superiores sobre la intensa actividad política de los hermanos Flores Magón. Al estallar la revolución, dedicó su tiempo a las gestiones de espionaje, es decir, rescatar información sobre el pulso político de la región y zona fronteriza para enviarla a la secretaria de estado de su país. Fue así como el Cónsul Luther T. Ellsworth, informa de las actividades conspiradoras de diversos grupos revolucionarios, especialmente el Constitucionalista cuando se organizó en esta ciudad.
Un incidente ocurrido el 12 de noviembre de 1910 sin mayor importancia, motivó una queja del representante consular que llamó la atención del propio presidente Porfirio Díaz quien inmediatamente solicitó a su hombre de confianza, don Gerónimo Treviño, atendiera de inmediato la queja, quien le contestó vía telegráfica lo siguiente:
“Enterado de su mensaje de hoy. Hónrame manifestarle he tomado informes y resulta que los que quebraron vidrios en Consulado Americano de Porfirio Díaz fueron tres o cuatro borrachos parientes del quemado Rodríguez a deshoras de la noche habiendo desaparecido inmediatamente”.
Por otra parte, el cónsul de México en Eagle Pass se dirigió a su Gobierno pidiendo tropa para guarnecer aquel punto, pero comerciantes y vecinos se dirigieron al mismo Gobierno diciendo no era necesario”. La investigadora Berta Ulloa (Colegio de México), afirma que a mediados de 1911, surgieron varios grupos conspiradores: los científicos, garzagalanistas, vazquistas, reyistas y magonistas. Se sospechaba que los garzagalanistas se levantarían en armas cuando Madero asumiera la presidencia. Se descubrió que durante el mes de octubre de 1911, se organizaron juntas reyistas en Brownsville, Eagle Pass, Laredo y el Paso.
Bernardo Reyes sostuvo una importante correspondencia con los conspiradores porfiristas y antimaderistas. Entre los colaboradores de Bernardo Reyes, se encontraba el coronel Fructuoso García, un destacado hombre de negocios y político que radicaba en Piedras Negras. Estos conspiradores fueron denunciados por la Secretaria de Relaciones Exteriores por pasar expediciones armadas a México. Bernardo Reyes y otros conspiradores fue detenido por las autoridades norteamericanas, y el Cónsul Norteamericano Luther E. Ellsworth informó a su Departamento de Estado que la población había aplaudido dichos arrestos y que la prensa del sur de Estados Unidos había sugerido desde un principio la expulsión de Reyes, por considerarlo un extranjero pernicioso.
Al terminar la revolución las funciones del consulado volvieron a su cause burocrático, y con una mejor relación con las autoridades locales. La expedición de visas se volvió un trámite normal y los funcionarios hasta llegaron a tener una relación de buena vecindad con las organizaciones escolares a quienes constantemente les realizaban donaciones de libros.
Una noticia que impactó a la región fue el anuncio del cierre de sus oficinas en la ciudad de Piedras Negras, así lo hizo constar el 3 de enero de 1970, el periódico el Siglo de Torreón cuando publicó una noticia que ya se esperaba. Dicha clausura ya se había anticipado por parte del embajador de los Estados Unidos en 1963, quien había afirmado que todos los asuntos inherentes a esta oficina consular serian atendidos en el consulado de Nuevo Laredo, Tamaulipas por ser de mayor importancia. El texto de la noticia era el siguiente:
La bandera de los Estados Unidos que ondeó por varios años en los despachos 325 y 329 del edificio Montemayor, ocupados por el Consulado de los Estados Unidos de Norteamérica, fueron retirados ayer obedeciendo a la orden del presidente norteamericano Richard M. Nixon, quien giró instrucciones de cerrar 15 consulados localizados en diversos lugares del mundo. El 2 de enero de 1970 fue el último día de actividades del Consulado en Piedras Negras, Coahuila el cual estuvo a cargo del señor Howard L. Walker Jr.
Para concluir el presente artículo, presento a continuación una plantilla de los funcionarios consulares que sirvieron en el Consulado norteamericano de Piedras Negras. No es exhaustiva, aún se encuentra en proceso de su terminación.
Nombre del funcionario Consular ______________ Periodo
-William Schuchardt Noviembre-diciembre de 1868, 1870, y Abril 1873.
Burghardth (Vice cónsul )
-William Schuchardt (Agente Comercial) 1876
William M. Evarts (Vice cónsul) 1879
-B. J. Pridgen 1883
-Daniel E. Linn Cónsul 1885-1886
-Vicente M. Baca 1889
-Eugene Oscar Fechét 1890, 1891, 1892
-Samuel M. Simmons 1897
Lee Cochrane (Vice Cónsul) 1897
-Lewis A. Martin (Cónsul ) 1904-05
John A. Bormet (Vice cónsul) 1905
Henry B. Hackley (Vice Cónsul) 1904
Lewis A. Martin 1906
Luther T. Ellsworth 1907 - 1913
William Preston Blocker 1913-14
William Preston Blocker 1916-1923
William P. Blocker (Vice cónsul) 1916-19
Ellis A. Bonnet (Vice Cónsul ) 1921-24
Drew Linard (Cónsul) 1924-26
Oscar C. Harper (Vice Cónsul) 1926-29
Stephen E. Aguirre (Vice Cónsul) 1927
Myron H. Schraud (Vice Cónsul) 1927-28
Paul H. Foster (Cónsul) 1929-32
Harold C. Wood (Vice Cónsul) 1932-38
Gilbert R. Willson (Cónsul ) 1938
Harold C. Wood (Vice cónsul ) 1946
Charles H. Taliaferro (Cónsul) 1953-1954
Louis L. Kirley (Vice cónsul) 1953
Charley L. Rice (Vice cónsul ) 1954,1956,1957
Virgil E. Prichard (Cónsul) 1958,1960,
Harry R. Hargis(Vice cónsul) 1958,1960,1962
Mariano R. Martínez (Vicecónsul) 1962
William L. Brewster (Cónsul) Mayo de 1964 (Último Cónsul)
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