Sócrates A. Campos Lemus.
Hagamos algunos recuerdos: hace años, en los tiempos de Luis Echeverría y a la muerte de don Eugenio Garza Sada, los regios culparon al presidente al responsabilizarle del asesinato de su líder empresarial ,y el discurso dado en su entierro lo mostraba como culpable, populista, despilfarrador, enemigo de los capitalistas y mil cosas más, por su parte, don Luis Echeverría, no dejaba de referirse al grupo Monterrey como los “emisarios del pasado”, reaccionarios y los nuevos empresarios de la explotación y de la corrupción, así transcurrió el sexenio hasta que, de pronto, aparecieron unas memorias de la esposa de don Eugenio, donde daba razón de los desmanes de las familias “decentes” de Monterrey y de los cuernitos que cargaban algunos importantes empresarios y la lucha por el reparto de la riqueza de Garza Sada.
Así, doña Irma Salinas de Garza Sada, también comenzó a escribir en el diario Universal, a petición expresa de don Luis, y el escándalo era mayúsculo, de tal suerte que ese libro que tanto daño a la sociedad conservadora de Monterrey, se comenzó a distribuir en forma clandestina y por medio de copias fotostáticas, un método que ya se había ensayado en el 68, con aquel librejo escrito por algún periodista del gobierno; El Mondrigo, donde se denostaba y se trataba de mostrar a los representantes más destacados del movimiento estudiantil como narcotraficantes o delincuentes comunes, el caso es que al paso del tiempo, ya como periodista, tuve la oportunidad de comentar este tema con uno de los grandes jerarcas del grupo Monterrey y le preguntaba las razones y los resultados de tal pugna, y él, me decía: “No Sócrates, nos podía mentar la madre y decirnos ‘emisarios del pasado’ y muchas cosas más, y el pleito era verbal, pero no se atrevió jamás a golpearnos en el bolsillo, porque ahí si hubiera existido una verdadera guerra, es más, te puedo decir que, independientemente del famoso ‘pleito’, pudimos hacer muchos negocios con el gobierno y es una época en donde hemos ganado mucho más”.
Así entendí que, en realidad esa guerra “ideológica”, solamente era parte del teatro político, pero mientras ellos ganaran mucho no tendrían problemas ni conflictos con el gobierno, y así vemos que hoy en día, se perfilan las cosas en esta primer round entre los iniciativos privados y AMLO, donde al final de cuentas, con mentadas de madre de parte de los empresarios y financieros contra AMLO, terminan dándole su total apoyo con el cuento de que lo hacen por México, y no explican que lo hacen porque así se protegen sus intereses, y los mexicanos, bobeando con este teatro… pero así es la política. Y antes de un pleito, se incorpora Alfonso Romo, uno de los capitanes empresariales del grupo Monterrey a la campaña, y toma las riendas de la economía y del desarrollo que manejará AMLO, y así, pues no hay dudas de que las relaciones serán tersas y les dejará a los riquillos mucho pero mucho dinero y se ahorrarán, ahora, lo que dan de mordidas y cochupos para tener los contratos y los manejos empresariales con el gobierno, pues en la realidad han hecho un gran negocio, y esperamos que tengan la virtud de no continuar explotando a los mexicanos sino que, sepan repartir así como saben cobrar…
Sin duda, creo que los empresarios, comerciantes y financieros del país tenían desconfianza en AMLO y sus cuadros, y es por ello que se la jugaron tratando de apoyar al fascista Anaya, e incluso, trataron de que el presidente Peña Nieto obligara a José Antonio Meade a dejar la campaña y darle su apoyo al chico de las transas y las traiciones, porque era la forma de derrotar a AMLO, el último esfuerzo lo hicieron cuando ellos, directamente, salieron a decir y tratar de convencer a sus empleados de que votaran en contra de AMLO por el bien de ellos y de sus familias, pero cuando vieron la forma tan aplastante en que los mexicanos se volcaron a su favor, cansados de las corruptelas, los partidos y los políticos, entendieron que el mejor presidente para aplacar la ira popular que pudiera degenerarse y llegar a la violencia y la anarquía, era el proyecto de AMLO, y así, en vez de emigrar y salir del país como amenazaron algunos, prefieren quedarse en buenos términos y relaciones con el nuevo presidente, entendiendo que está dividido el tema: los empresarios y banqueros aliados a AMLO tienen la obligación de mantener las riendas de la economía y esto garantiza el que los empresarios, comerciantes y financieros, lograrán continuar haciendo negocios y usando bienes públicos y fondos públicos para hacer sus negocios privados, y que, AMLO y sus cuadros, solamente llevarán la política social y la política interna y externa, controlando el que la irritación y el enojo social se desborde, y para ello implementan cambios para propiciar mejores condiciones de desarrollo, vida y bienestar a las grandes masas, sosteniendo una política de respeto a la soberanía nacional, a la libertad y la democracia con honestidad y este camino es el que conducirá a México dentro del esquema del nacionalismo revolucionario, del cual nos habíamos separado desde el sexenio de Miguel de la Madrid, apoyando en todo al neocapitalismo que nos ha saqueado y robado todos los recursos del país, para darlos en uso, disfrute y saqueo a los grupos empresariales norteamericanos y los nacionales que son sus empleados y socios.
Por tal motivo, entendemos que en una jugada maestra, AMLO, coloca a Marcelo Ebrad, hombre de experiencia política y relaciones complejas, al mando de la Secretaría de Relaciones Exteriores, copiando lo que hiciera Peña Nieto, al nombrar al Virrey Videgaray para que desde ahí se garantice el apoyo internacional al país y al presidente, y se le brinden salidas y protección al término de su mandato, en este caso, muchos analista creen que es la mejor manera de marcar al posible sucesor de AMLO, en la persona de Marcelo Ebrad, para que tenga el tiempo suficiente para iniciar campaña y fortaleciendo el nacionalismo la gente le vaya tomando confianza… así que desde el inicio, tenemos a un posible sucesor…Marcelo Ebrad…