Pese a tener en puerta las elecciones aún quedan incógnitas por develar

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Jesús M. Moreno Mejía.

“Aún no hay nada escrito bajo el sol…”.
Parafraseando a Ambrose Bierce.

Medio mundo da por hecho que la elección del nuevo Presidente de México ya está definida, ya que las encuestas nacionales reconocen a la fecha que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) será el favorecido por el voto de la mayoría de los ciudadanos que acudan a votar el 1 de julio.

Sin embargo, como dice el escritor estadounidense Ambrose Bierce (1842-1914): “No hay nada escrito bajo el sol, pues cuántas cosas hay que no conocemos”. Este caso es aplicable a todo lo que pudiera ocurrir en este último mes previo al día de la jornada electoral; lo mismo un problema serio de salud al puntero u otro de los contendientes, una decisión judicial que trastoque la campaña política de los presidenciables e incluso, por qué no, un fraude electoral.

En días previos a la elaboración del presente artículo, hemos escuchado o visto publicadas versiones de posibles cambios en el procedimiento en curso, no obstante las puntuales disposiciones que existen en materia electoral, y en algunos casos rayando a planes astutos y mal intencionados, como sería el hecho de admitir el triunfo del que lleva la delantera, avalado por el Instituto Nacional Electoral (INE), y en seguida presentar los perdedores un recurso de inconformi- dad ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, quien bajo consigna invalidarían la elección presidencial y a su vez convocarían a una nueva elección, únicamente con los candidatos que obtuvieron mayor número de votos.

Parecería lo anterior algo fantástico, pero en México todo puede ocurrir, como sucedió con la “caída del sistema electoral” en 1988, supuestamente para dar el triunfo a Carlos Salinas de Gortari y eliminar de la contienda a Cuauhtémoc Cárdenas, quien aparentemente llevaba la ventaja en la elección de Presidente de México; así como el asesinato del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, el 23 de mar- zo de 1994 en “Lomas Taurinas” de Tijuana, Baja California Norte.

Por lo pronto, según se dice, se ensaya algo en relación a la judicialización de la elección del 1 de julio, con la denuncia del candidato de la coalición “Todos por México”, José Antonio Meade Kuribreña, en contra de Nestora Salgado, candidata a senadora por la coalición “Juntos Haremos Historia” por el supuesto delito de secuestro, si bien ella fue exculpada por un juez y avalado su registro en el INE, asegurándose que después de las elecciones será nuevamente inculpada ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para declarar ilegal su elección.

Por su parte, Santiago Nieto Castillo, ex titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y nuevo aliado de AMLO, advierte que “se está operando el fraude electoral a partir de un debilitamiento de las instituciones electorales”, y para ello propone “crear un blindaje que tenga como ejes principales el mapeo por casillas donde operan los programas sociales, el despliegue en campo y la utilización de las estructuras institucionales, así como una mayor vinculación con auténticas organizaciones no gubernamentales”, al denunciar que el operativo que hoy se monta es similar al que se aplicó en el Estado de México en 2017.

El ex fiscal aseguró que Germán Castillo Banuet, es uno de los personajes que participan en el denominado “debilitamiento institucional” de la propia Fepade, y fue el que operó como vice fiscal en el Estado de México, participando en el mencionado proceso de 2017. Hoy se desempeña como director de Averiguaciones Previas y Control de la Fepade. “Su presencia ahí no abona en la confianza, ni hace prever que busque frenar los delitos electorales”, dijo Nieto Castillo. (Detalles tomados del artículo de Genaro Villamil, titulado “Cómo prepara el PRI un fraude”.

En esta recta final todo puede suceder, no cabe duda, pues no hay nada escrito bajo el sol, pues cuántas cosas hay que no conocemos, como bien dijo el escritor Bierce, y si bien no todo lo que leemos debemos dar por cierto, hay situaciones que debemos tomar en cuenta, con las reservas del caso, como un largo texto que recién recibí con el título de “El régimen ya tiró la toalla y desmintió a tres de sus voceros”, que en su primer párrafo dice:

“Las encuestas posteriores al segundo debate deben ser abrumadoramente en favor a AMLO. Sólo así se entiende el mensaje que emite Los Pinos a través de diversos columnistas con acceso al círculo del poder. Uno de ellos, incluso, se desmiente a sí mismo, pues ahora dice lo contrario de lo que ayer escribió. El mensaje, con matices, significa que el régimen decidió tirar la toalla y parar así, de manera anticipada, la contienda, a fin de evitar que su pupilo sea noqueado en el cuadrilátero. ¡A rescatar lo que quede!”

Y se añade que a eso equivalen las columnas de Pablo Hiriart en El Finan- ciero; Joaquín López Dóriga en Milenio, y Héctor Aguilar Camín, también en Milenio, pero también se pueden agregar los textos de Carlos Loret en El Universal, y Leo Zukerman en Excélsior, pero como no deseamos extendernos en esos largos comentarios, nos concreta- mos a reproducir solamente lo siguiente:

“Ayer (no se da la fecha) hubo un esbozo de lo que hoy es el mensaje unificado. Hiriart y López Dóriga señalaron hoy en resumen, que el Presidente Peña no meterá las manos a favor de nadie; que respetará el resul- tado, sea cual sea; que no declinará Meade a favor de Anaya como lo pedía el Con- sejo Mexicano de Negocios, a fin de impedir la victoria de AMLO, y que el abanderado de la coalición Todos por México seguirá siendo su candidato hasta el final, como tampoco tiene un Plan B, etc., por lo que en tales circunstancias la suerte está echada”.

Deducciones van y otras vienen, pues todo es según el cristal con el que se mira, pero el hecho es que el domingo 1 de julio serán las elecciones programadas para ese día, que en el caso Coahuila serán las de Presi- dente, Diputados Federales y Senadores, así como los Alcaldes de los 38 munici- pios. Tengamos decidido o no por quién votar debemos cumplir con nuestra obliga- ción moral, y derecho cívico, para emitir nuestro sufragio en la casilla electoral que nos corresponda.

¡Hasta la próxima!