por Jesús M. Moreno Mejía.
“Si se mandaron al diablo las instituciones, la forma para rescatarlas está en la honestidad de todos”.
Héctor Cepeda.
Todos los actores políticos y los diferentes sectores de la sociedad reconocen el triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues los cómputos de las elecciones del 1 de julio indican que es irreversible el número de votos a su favor, logrando así llegar a la meta que esperaba desde 2006.
Dicho en palabras del refranero popular: “A la tercera va la vencida”, pero para Andrés Manuel la construcción de la frase sería: “A la tercera fue la vencida”, pues si no pudo lograrlo en 2006 y 2012, sus propios rivales han aceptado que es él el virtual ganador.
No se trata en este artículo de irse a la cargada con el vencedor, sino reconocer que la insistencia en cualquier quehacer del hombre, siempre rinde frutos; así seas tú amable lector, AMLO o cualquier otro mexicano. Por lo tanto, no debemos rendirnos tras del primer intento fallido, sino que tenemos que seguir insistiendo hasta llegar a nuestra meta.
Pero, por otra parte, hay que olvidarnos de situaciones negativas en que pudimos haber incurrido, como lo hizo AMLO con aquello que afirmó en campaña y que caló hondamente (“Al diablo las instituciones”), porque ahora han sido las instituciones, aparte de los innumerables votos que lo favorecieron, fue el INE quien le reconoce el triunfo en estos comicios.
De ahí que en este artículo hemos incluido en nuestro epígrafe las palabras del psicólogo, analista e impulsor de la educación universitaria en La Laguna, Héctor Cepeda: “Si se mandaron las instituciones al diablo, la forma para rescatarlas está en la honestidad de todos”, incluyendo al virtual Presidente Electo.
Este artículo es redactado en la víspera de los resultados oficiales de las elecciones del domingo 1 de julio, pues la edición 353 de “El Periódico de Saltillo”, debe estar lista lo antes posible.
Sólo agregaremos algunos breves comentarios que consideramos sobresalientes de la reciente jornada electoral y la primera sería el quedar en claro que el partido Morena ha crecido exponencialmente en sólo cuatro años de existencia, si bien el Movimiento de Regeneración Nacional fue fundado por Andrés Manuel López Obrador en 2011, como Asociación Civil, en 2014 logra el registro como partido político.
Es ampliamente conocido que para lograr consolidar el reciente triunfo de AMLO, fue necesario crear la coalición “Juntos Haremos Historia” con los partidos del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), pero debemos recordar que en estas elecciones hubo otras dos coaliciones políticas, a saber: “Por México al Frente”, integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), y “Todos por México”, formada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (PANAL).
Salvo Morena, esos partidos se encuentran sumamente divididos en su seno y por lo tanto se antoja su reconstrucción o refundación, por lo menos en lo que se refiere al PAN, PRI y PRD, pues el resto de los perdedores es probable que desaparezcan por no haber alcanzado el mínimo de votos a su favor en estas últimas elecciones.
Otro dato interesante es que el partido Morena arrasó en triunfos de sus candidatos a gobernador en la mayoría de los ocho estados en los que se renovó Ejecutivo Estatal, pero también se alza ganador mayoritario en el Congreso de la Unión y en algunos Congresos locales.
Finalmente diremos que en las elecciones de los 38 municipios de Coahuila, Morena ganó terreno en la renovación de Ayuntamientos y algunos de los siete distritos electorales de Coahuila en que se eligieron Diputados Federales, y en curules para Senadores.
¡Hasta la próxima!
