Morena: ¿Movimiento o partido?

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A muchos no les ha caído el veinte de que los candidatos de Morena ganaron, no por sus méritos y popularidad, sino por el efecto AMLO.

Sócrates A. Campos Lemus.
ed. 355, septiembre 2018

En muchos lados, tal parece que no les cae el veinte, no aceptan que la votación electoral de este año, más que sostener y manejar la fuerza de los contendientes que ganaron, refleja el encabro- namiento y la desconfianza de la sociedad en contra del sistema de partidos y, sobre todo, a la figura presidencial y en muchos de los casos, los “candi- datos” que ganaron o arrasaron en las votaciones en los estados no lo hicieron porque gozaran de las mejores cartas y el reconocimiento popular, sino porque el efecto AMLO logró el milagro y les llevó en la corriente de los votos, hoy, en algunos casos, la sociedad se viene dando cuenta de que la regó porque los “elegidos” no son ni siquiera luchadores sociales o gente que haya mostrado su vocación social y el amor a los jodidos, al contrario, en algu- nos casos, cuando se manifestaba que se hacían las consultas, alguna, ahora senadora, protestó porque no se le había consultado y al paso de los días, siendo importante como puente para los especuladores financieros que son sus parientes, se queda y, pues, gana, no por ella, sino por el efecto AMLO, incluso sin hacer campaña política ni moverse en los mítines ni reuniones de su propio movimiento, pero así son los nuevos tiempos y ni hablar, ahora, muchos saben que votaron por el cambio con AMLO por la confianza que despertó en su lucha de varios años resistiendo las peores embestidas de la “mafia del poder” y, curiosamen- te ahora, algunos de esa mafia están alineados en su favor, lo que indica la fuerza moral con la que viene convenciendo a los mexicanos y levantando expectativas, de tal modo que ahora, cumple o cumple y no hay para atrás…
El asunto es que muchos ven en esos casos como el que mencionamos, el peligro en contra del Movimiento y de AMLO, ya que por ahí entrarán, dicen, las ambiciones y los intereses y los elementos de la corrupción, de tal suerte que en algunos casos los apoyos a  ganadores, no son por MORENA, sino por los patrocinios que generaron los operadores del CCE y de los señores del coyotaje en los negocios con el gobierno corrup- to nacional y los estatales, donde usaron y abusaron de los recursos, sobre todo, del sector salud y del Seguro Popular, para el saqueo y la corrupción que, además, están gozando de la impunidad porque se supone que gozan de la protección política y cochupera del actual presidente y de sus compadres, y así, a pesar de que se diga que hay AMOR y PAZ, se tiene que entender que la gente no quiere venganzas, sino que demanda justicia y, por lo pronto, se duda de que se incline este gobier- no en las investigaciones que generarían muchos pisotones y violencia en las investigaciones y pudie- ran provocar actos violentos en contra de las acciones del gobierno o en contra de sus represen- tantes e incluso en contra del mismo presidente electo y su círculo cercano, así que, es cierto, mejor el “Amor y Paz” y no la paz de los sepulcros, porque cuando entran los pleitos por el dinero o por el poder, la violencia es extrema y peligrosa, de tal suerte que primero hay que consolidar el poder para ir adecuando los tiempos y las circuns- tancias que permitan la limpia que urge en el país…

En Estados donde siguen gobernando priístas o panistas se hacen las reflexiones de que la corriente activa de los nuevos tiempos no permitirá hacer los negocios como antes y que es mejor, para muchos, antes de que les llegue la guillotina o el repudio popular, buscar las tablas del cambio y de la renuncia al mismo poder, de tal suerte que, en algunos casos, hay operadores ligados a AMLO que militan en esos partidos que hacen las consultas para cualquier caso de renuncia de un gobernador, porque al fin y al cabo, no podrán manotear ni operar políticamente para ningún lado y antes de que les amarren las manos y las intenciones, pues es mejor tomarse la sana distancia del poder y estar en la alerta para cualquier cambio que se diera, porque hay que entender que este cambio generará, cuando menos, tres sexenios de poder para que les quiten la mayoría y, cuando se vea la operación que lleve aliento y resultados a los más jodidos, a los miem- bros del infeliciaje y a los jóvenes que esperan libertad y oportunidad al lado de la capacitación y el empleo, será mucha mayor la confianza y el apoyo que se genere para AMLO y, por tanto, al movimiento de MORENA y no se podrá decir que el cambio de movimiento a partido sea el resultado de la modernización del tiempo político, sino una operación de oportunidad para darle organización social y confianza a las bases que van a operar, de ahí que, por ejemplo, se vea al movimiento que encabeza el maestro Bejarano como un pilar para este nuevo partido y organización política que apoye y sostenga el actual momento político del cambio por medio de AMLO.

Es muy pronto para especular sobre los posibles sucesores de AMLO, porque a pesar de la edad, como dirían los viejos políticos, la vitamina del poder es maravillosa para rejuvenecer a los cuadros que llegan al poder con la edad a cuestas, total, no anda uno haciendo las talachas de los jóvenes sino la organización y llevando el mensaje del cambio moral y la acción necesaria para el cambio real, económico, político y social, y cuando esto sucede, no pasará como cuando el cambio del General Cárdenas que en la sucesión tuvo que optar por un general de derecha en contra del supuesto candidato de su predilección, porque el partido en el poder así lo mandó, hoy, la construcción del movimiento en partido será la base para que los cambios no se den en contra de la corriente, moderna, de izquierda, sino en su favor, y esto lo saben todos esos miles de combatientes que han estado al lado de AMLO, en las buenas y las malas y hoy, en las buenas, las cosas cambian y se verán muchas sorpresas… ojalá, para el bien del país.