Profesor Evaristo Velasco Álvarez
ed. 355, septiembre 2018
Resulta de verdad increíble la desfachatez de la mayoría de los políticos mexicanos quienes han estado en la práctica de la “TOLERANCIA” muy a su favor y de acuerdo a sus propias medidas. Dicen:
- Hay que robar, pero poquito,
- En arca abierta, hasta el justo peca,
- Todos deben tomar lo que puedan, que hay para todos,
- Robar no es pecado si no se dan cuenta los demás
Y una serie de sandeces más, que “justifican” el hecho de tomar algo indebido sólo porque ellos están en posición de mando. Hasta hubo un presidente nacional que dijo: “Sí, sí he robado, pero ¿qué tanto puedo llevarme con una sola mano?”
Es una tolerancia muy a su modo, porque creen que el pueblo estará contento si ellos roban, “que por eso gastaron tanto en la campaña”… Pero, en realidad ¿Es justo que los políticos roben? ¿Es justo que se aprovechen de la buena voluntad del pueblo que los llevó a estar en la administración pública? ¿Se olvidan que son SERVIDORES PÚBLICOS, y como tales están al servicio del pueblo, no para servirse del pueblo.
Hasta dónde debe llegar la tolerancia del pueblo, el verdadero patrón de estos señores, para permitirles que estén saqueando al país. ¿Debemos, como pueblo tolerar este latrocinio tan constante de quienes administran los bienes de la nación, o sea, del pueblo?
Y ahora que el presidente electo está determinando que NADIE DEBE GANAR MÁS QUE EL PRESIDENTE, andan todos asustados e intentado ampararse pero no encuentran ninguna ley que ampare que los servidores públicos roben o se aprovechen de sus puestos, otorgados por el pueblo, para tomar lo que no les pertenece.
En verdad que el pueblo sueña con el momento en que sus servidores públicos les sirvan bien, y que sus representantes les representen con dignidad y con valentía, para defender el patrimonio nacional. Esperemos que ellos hagan ¡Que viva México!
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