por José C. Serrano Cuevas.
ed. 357, noviembre 2018
Carlos Martínez Rentería (DF, 1962). Estudió teatro en el Instituto de Artes Escénicas y periodismo en la escuela Carlos Septién García. Fue reportero cultural del periódico El Universal (1984-1995). Escribe la Columna “Salón Palacio” (de 2001 a la fecha), ha colaborado en diversos diarios y revistas como “Suplemento Sábado (Unomásuno), El Nacional, El Financiero, Milenio, Play Boy. Es autor de los libros: Barbarie, La cresta de la ola, Charles Bukowski.
Martínez Rentería es conocido como uno de los representantes de la contracultura mexicana. Generación, la revista que comanda salió a la luz pública con su primer número el 8 de noviembre de 1988. A lo largo de esta ruta rodada por la revista destacan temas dedicados a las expresiones marginales de la cultura juvenil en el posmodernismo: músicas alternativas y de rock; jóvenes punk, cholos, pandillas y tribus urbanas; teatreros de protesta, poesía Beat o crónicas bukowskianas, montones de artículos provocadores sobre arte fronterizo y poder político.
La sobrevivencia casi inaudita de una publicación contracultural como Generación le ha permitido el privilegio de que no exista en su consejo editorial un grupúsculo de mafiosos intelectuales (soberbios que satanicen a quienes se opongan a sus contenidos e ideología).
Un acierto a la inteligencia para Generación es la sana inyección de autocrítica sin conmiseraciones que Martínez Rentería ha inoculado a sus colaboradores, abiertos a discutir las temáticas fundamentales del quehacer cultural.
Más allá de la necedad que une a todos los que han participado en las páginas de la revista Generación, el principal impulso para continuar publicándola ha sido la fidelidad de sus lectores, que en verdad existen, que tienen entre 20 y 50 años de edad.
Los festejos para conmemorar las tres décadas de la irreverente revista ya han iniciado. En entrevista con el periodista Jorge Caballero, Carlos Martínez Rentería revela que muchos lectores le fueron advirtiendo: “Generación me enseñó otra manera de ver la vida. Esto significa que sobre todo en los años estudiantiles de al menos dos generaciones sentían que les estabas diciendo cosas que no encontraban en otras publicaciones, un espíritu libertario, irreverente, desmadres que, sin proponérselo, abrían perspectivas diferentes ante un entorno de conservadurismo y formalidad acartonada”.
En opinión de Martínez Rentería en estos 30 años el periodismo no ha cambiado; en muchos sentidos sigue igual. Siguen imperando las notas de los actos institucionales (la cultura generada por las diferentes dependencia culturales saturan toda la agenda periodística), “el periodismo de investigación sigue siendo excepcional; los periodistas que abordan temas de contracultura, cultura de las drogas, vida nocturna o que entrevistan a artistas o escritores emergentes o a desconocidos son esfuerzos aislados de algunos reporteros, pero la tendencia general es llevar la nota oficial como principal”.
El también organizador y facilitador de talleres de periodismo cultural manifiesta que tiene mucha curiosidad por saber cómo los va a tratar (a él y a sus colaboradores) la Cuarta Transformación: “nos pontifican o nos queman en leña verde por blasfemos”.
Martínez Rentería dice que uno de sus principales proyectos para 2019 es consolidar una dinámica más sistemática para publicar libros, la mayoría antológica de la revista, pero también de nuevos autores y temas blasfemos. “La contracultura va”.
