por Fernando Aguilar Juárez.
ed. 357, noviembre 2018
*En México, por lo menos el 65 por ciento de los adultos sufre la enfermedad aguda.
*Se ha olvidado lo más importante, la convivencia familiar.
Las ciudades del mundo, donde vive por lo menos el 60 por ciento de la humanidad, son las máximas exponentes del progreso de la civilización; pero también fiel reflejo del ilusionismo y degradación en que ha caído el hombre: el abandono, el anonimato, aislamiento entre millones de gentes, donde se vive en medio del caos y de desconexión total con la realidad, es sobrevivir entre la neurosis colectiva, lamentan las especialistas, Nallely Guadarrama Rojas y Graciela Ramírez García.
Aquí, la Ciudad de México ilustra el tema, pues para el visitante impresiona ver en horas “pico” la marabunta humana que se desplaza diariamente hacia los túneles del Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro); la mayoría, rostros desencajados, desesperados, angustiados e iracundos que atropelladamente se desplazan de un lugar a otro; y en esa competencia por los espacio hay gritos, mentadas de madre, codazos, manoteos… y manoseos a mujeres; pero los hombres tampoco se salvan del acoso de los de su mismo sexo, es la locura.
Como un adelanto de lo que será la Tercera Convención Nacional de Neuróticos, que se llevará a cabo el 3 y 4 de noviembre de 9:00 a las 18:00 horas en la Unidad de Congresos del Centro Médico Siglo XXI de la ciudad de México, ubicada en avenida Cuauhtémoc 330, colonia doctores, los especialistas destacaron que esta condición neurótica se agudiza entre la adolescencia y juventud con los adelantos tecnológicos: el teléfono celular, la internet, redes sociales…
Por poner un ejemplo, el STC-Metro, transporta en sus 490 trenes, que recorren sus 12 líneas, más de 5 millones de personas diariamente, donde para entrar a los vagones, los usuarios literalmente se juegan la vida; otro tanto lo hace en el sistema Metrobús, microbuses, combis, autos particulares y los menos en taxis, que al final de cuentas representa, toda una odisea regresar a casa. La mayoría, desgastados más en lo emocional que por el trabajo.
Este ir y venir a los extremos de la ciudad se agudiza en las llamadas horas “pico”, esto es entre 6:00 y 8:00 horas y 17:00 a 20:00 horas, cuando la gente, como atraída por imanes o controlados por hilos invisibles se mueven hacia ningún lado. Al final del día, los invade un sentimiento de soledad, vacío y un cúmulo de frustraciones, que los convierte en potenciales agresores y candidatos a profundas depresiones.
La neurosis puede llevar al delito o a la locura
De esta manera, esta manifestación apenas es la punta del iceberg, de una condición que puede desencadenar violencia intrafamiliar, agresión a las mujeres y cometer actos aberrantes como el reciente caso del “monstruo de Ecatepec”, a quien descubrieron 37 cadáveres de mujeres, entre ellas niñas, afirma la doctora Jessica Guadalupe Estévez Valera.
La doctora del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) de la Ciudad de México, explicó los procesos de formación de la mente en el ser humano, que son el biológico, psicológico y social; el primero se entiende como una deformación orgánica. Los dos últimos van a determinar el crecimiento emocional del niño de acuerdo al entorno y al grado de convivencia familiar.
Al retomar el caso del presunto multi-asesino de Ecatepec, coincidió con la psicóloga Nallely Guadarrama Rojas, que en su infancia, el sujeto pudo haber sido víctima de violencia intrafamiliar y abandono, de donde se llenó de odio, desprecio hacia la mujer; es una conducta que fue repitiendo hasta que llegó a la consumación del acto de violencia.
El problema es que en las últimas décadas, la mayoría de los hogares en las ciudades alberga a niños abandonados por los padres que tienen que salir a trabajar para tener una economía y cumplir con el rol de padres que les exige esta sociedad: darles lo mejor en términos materiales, es decir, buenos colegios, buena ropa, comida y vivienda.
Pero han olvidado lo más importante, la convivencia familiar, porque en los niños, “de acuerdo a la convivencia con el padre será el grado de adicción que tendrá en su adolescencia”; pero cuando el joven está ya afectado, hay que tener en cuenta aquel dicho de los sabios que dicen: “si por la boca te enfermaste, por la boca sanas”, dijo Guadarrama Rojas al hacer alusión a las terapias de grupo o psicológicas.
En esta plática de los especialistas que duró más de una hora, rondaron estas preguntas en el ambiente: “luego entonces, ¿a quién le conviene que esto se mantenga cómo está?”, “¿a quién le conviene que el hombre y la mujer estén fuera de casa y dejen la puerta abierta?” ¿A quién le conviene una sociedad enferma?, cuestionó la maestra en ciencias, Graciela Ramírez García.
Porque ahora se ha sumado otro elemento que puede ayudar si se maneja adecuadamente o hundirte por el contrario; es “la tecnología que puede servir para elevar o para hundir” pues la internet, las redes sociales se han convertido en algo mágico, en el refugio favorito de los jóvenes donde navegan desesperadamente en busca de su personalidad, pero que ya advierten graves peligros de conducta.
En conclusión, los miedos permanentes que desembocan en angustia, frustraciones, celos, ira, depresión… típicas del progreso de nuestra civilización, son emociones que torturan y alertan al individuo sobre una posible neurosis que lo induce a cometer todo tipo de actitudes negativas, esto es que puede llegar a cometer desde agresiones por cualquier motivo, hasta homicidios e incluso atentar contra su vida, advirtió Paulo César Sánchez García, gerente de la Asociación Civil Neuróticos Anónimos.
Sánchez García, dice que de acuerdo con datos de la ONU, el 95 por ciento de la humanidad padece algún grado emocional, o de neurosis, según lo entiende el gerente de NA, y que la enfermedad afecta tanto a mujeres como a hombres, sin importar su nivel socioeconómico; y estos a su vez afectan a los niños.
En México, agregó, por lo menos el 65 por ciento de los adultos sufre la enfermedad aguda; en los niños se manifiesta en un 15 por ciento entre seis y 13 años y un 20 por ciento de los jóvenes entre 14 y 18 años ya requieren de alguna terapia psicológica, porque como cualquier enfermedad, ésta cada día se va agravando, por lo que es importante su atención preventiva.
Y en estas condiciones de violencia diaria que vivimos a lo largo y ancho de la república, ¿quién puede asegurar una salud mental al 100 por ciento? Por si lo duda, existen 900 grupos. O si prefiere marcar al teléfono (55)55 12 43 83, aquí le podrán ayudar para ubicarle uno de esos centros, aseguró Sánchez García.