por Guillermo Correa Bárcenas.
ed. 357, noviembre 2018
*Se come menos y más caro
*La desnutrición recorre el país que es una potencia mundial en agroexportaciones
Aunque no se recuerden, en lo que va del siglo XXI ya se han presentado casos de hambruna en México. Por ejemplo, en 2012 en la sierra Tarahumara. Y eso que el país se ubica entre las principales potencias agroalimentarias del mundo. Sin embargo, debido a la inequidad en el reparto de los ingresos y a la carestía, entre otros factores, cada vez somos más los mexicanos que comemos menos. Paradójicamente, conservamos el campeonato de obesidad infantil en el orbe mientras que la desnutrición recorre el territorio mexicano con sus graves consecuencias en la salud. Pero el gobierno que se va sigue sin ver ni escuchar, pues se adorna con triunfalismos que pocos creen, sobre todo porque no cesan los escándalos por los fraudes cometidos bajo el escudo de la Cruzada Nacional contra el Hambre. Todo esto, en el marco del Día Mundial de la Alimentación que se conmemora cada 16 de octubre.
Salvo que nuestro flamante secretario de Economía se mantenga en decir lo contrario, la pobreza siempre es sinónimo de hambre. Y en el más reciente informe oficial que corresponde al segundo trimestre de este año, el CONEVAL sostiene que la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria pasó de 40.1 por ciento en el segundo trimestre de 2017 a 38.5 por ciento en el segundo trimestre de 2018, debido a una mejora en el ingreso laboral. O sea que en lo que va del año el poder adquisitivo se ha incrementado y el precio de la comida no se ha encarecido. A ello se debe, según la propaganda presidencial, que 34 millones de mexicanos coman mejor ¿Usted les cree?
Cierto que el precio del huevo ha disminuido, contrario a lo que sucede con la tortilla, la leche, la carne, la fruta, los productos del mar, los refrescos, las tortas y los tacos; el gas, la luz y la gasolina. Por esto es que a los trabajadores se les ve en mayor número con los alimentos preparados en casa consumiéndolos en bancas o jardines cercanos a su fuente de trabajo, y cada vez menos en fondas o cocinas en las que el precio de la comida corrida tiene un promedio de 65 pesos, pese a que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social insista en que se registra un aumento del ingreso laboral y un menor costo de la canasta alimentaria.
El INEGI también hace sus cuentas y precisamente hace un año anunció que 12.3 millones de mexicanos viven –de seguro que ahora son más—con 1.3 dólares al día, alrededor de 25 pesos. Y eso que, de acuerdo con el Instituto, en 2016 los ingresos promedio de los hogares mexicanos crecieron 2.1 por ciento. Increíble, pero cierto. El documento registra además que 30 por ciento de las familias más acaudaladas acaparan el 63.3 por ciento de los ingresos del país, pero el 30 por ciento de los hogares con menos ingresos participa solo con el 9 por ciento. Quien lo dude puede consultar la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH). Comparado el ingreso promedio por hogar en el estado más rico, que es Nuevo León, resulta cuatro veces el ingreso promedio por hogar en la entidad más pobre, que es Chiapas. Claro que allá sí comen y no gasolina como dijo el regiomontano Idelfonso Guajardo en su reciente comparecencia en el senado de la República donde se hizo bolas al querer explicar los gasolinazos culpables, aunque lo nieguen en el gabinete de Enrique Peña Nieto, de que los mexicanos coman menos o lo mismo solo que muchísimo más caro.
De hecho y como dice Miguel del Castillo, investigador del ITAM, el problema del hambre en México es aún más grave de lo que se piensa. Quien no sufre subnutrición, se encuentra mal nutrido; la población mexicana está famélica u obesa; tan sólo el 14 por ciento tiene una nutrición adecuada. Una de las causas más importantes es el cambio en el entorno alimenticio, producto de la apertura comercial de México con Estados Unidos. Como parte del TLCAN han llegado a México una gran cantidad de productos alimenticios procesados que han provocado una “epidemia” de diabetes en el país, que ocupa el primer lugar entre las causas de defunciones.
En las conclusiones de su estudio sobre el tema, el académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México destaca que la situación del país es sumamente preocupante porque a diario se viola un derecho fundamental de millones de personas: el derecho a una alimentación suficiente y variada, que permita una vida libre de sufrimiento y plenamente humana. No obstante, sostiene que en lugar de atacar las causas estructurales y estar preparados ante eventos coyunturales, se ha intentado disminuir la importancia del hambre, reduciendo consciente o inconscientemente las cifras que la miden.
Esto es grave. En México hay 51.5 millones de seres humanos que tienen algún grado de inseguridad alimentaria, ya sea leve, moderada o severa; muchos más de los 7.4 millones a los que pretendió atender la “Cruzada contra el Hambre”. Además, existe un grave problema de malnutrición; según la FAO, uno de cada tres niños menores de cinco años de edad tiene anemia y uno de cada cuatro presenta deficiencia en consumo de Vitamina A.
Para decirlo claro y con palabras de Miguel del Castillo: en México tan sólo el 14 por ciento de la población tiene una nutrición adecuada (16.5 millones de personas): el resto sufre por carencia de alimentos, tiene sobrepeso u obesidad, o una ingesta de vitaminas y/o minerales por debajo del mínimo requerido. En un país que genera cerca de quince mil dólares de ingreso por persona al año esto es francamente inmoral. Se debe insistir, pues parece que no ha sido suficiente decirlo varias veces: no tenemos un problema de producción, sino de mala distribución y desperdicio. un sector agroalimentario en donde opera, en buena medida, el mercado.
Sin embargo, el investigador del ITAM demuestra con su investigación que el resultado no ha sido positivo y la situación se agrava año tras año. Dice: En México hay hambre y ésta no disminuye. ¿Por qué no nos atrevemos a pensar diferente? Se piensa que es suficiente si damos una caridad al pobre, si le damos un pequeño “empujón”, como algunos afirman. Que basta con darle una ración de alimento al hambriento para terminar con el problema estructural.
“Esto es falso. Se necesita modificar el diseño de la producción y distribución de los alimentos básicos. Es urgente dar un trabajo digno, con un salario suficiente y justo, que corresponda a la real contribución del obrero o empleado, y otorgar las prestaciones que permitan el cumplimiento de los derechos humanos; las personas tienden a alimentarse mejor cuando disponen de mayor dinero y tiempo libre para preparación de los alimentos. Se necesita respetar la propiedad de la tierra de labor de las comunidades agrícolas y estimular al pequeño y mediano propietario agroindustrial con apoyos bien estructurados”.
Hay que priorizar la producción a pequeña escala y no la que practican las grandes corporaciones que deciden la variedad y disponibilidad de los productos básicos. Hay que evitar que el interés comercial esté por encima de la salud de la población. El hambre en México, indica Miguel del Castillo, no se resuelve llevando a las amas de casa al supermercado para enseñarles a comprar como parte de un “curso”.
Debemos, además, modificar el entorno alimenticio; por ejemplo, garantizar que las familias tengan acceso al agua potable en su domicilio, para reducir el consumo de bebidas con azúcar añadida; no permitir que la venta al interior de las primarias y secundarias de productos con altos niveles de grasa, azúcares, o colorantes alimenticios y aditivos; garantizar que la publicidad indique, con toda claridad, las características alimenticias y calóricas de los productos (como ya se hace en muchos casos); poner un impuesto a la importación de productos procesados, en especial a los preparados alimenticios, edulcorantes y jarabes, así como a las botanas, para disminuir su consumo; fomentar la práctica del deporte; y, lograr que las familias tengan el ingreso suficiente para una alimentación sana y diversa.
Considera que tener una adecuada nutrición es para la mayoría de las familias un lujo que no se puedan otorgar. Cuando un niño muere de hambre o padece de enfermedades por malnutrición todos somos responsables. Todos somos cómplices de un asesinato, como ha afirmado con justeza Jean Ziegler, Relator de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, del año 2000 al 2008. Nuestra riqueza, poca o mucha, es la responsable de su pobreza. Por ello, tenemos la obligación moral de actuar; el deber moral de hacer algo por los millones de mexicanos que padecen de hambre y malnutrición en nuestro país.
DESDE EL CENTRO
Mientras tanto en la moribunda Confederación Nacional Campesina (CNC), el despido de empleados es interminable. Gente con experiencia, que sabe, con muy bajos salarios, está siendo sustituida por personal de la CNOP con sueldos descomunales. Los cenecistas se quejan de que cuando se llevó a cabo la elección presidencial, el dirigente impugnado, Ismael Hernández Deras, que siempre ha sido del sector popular priista, les pidió que convencieran a sus familiares y amigos para que sufragaran en favor del PRI, solicitud que no era necesaria pues los campesinos son leales a sus colores. Dice el dicho: “de que la perra es brava hasta a los de casa muerde”. Ahora se lamentan de la forma en que los dejan sin empleo con la amenaza de te vas por las buenas o por las malas y si no hazle como quieras…Cínica, traidora, vieja ratera, chayotera, corrupta, cómplice o maestra de la Estafa Maestra cometida contra los más pobres, fueron algunos de los calificativos que recibió ayer Rosario Robles Berlanga, extitular de la SEDESOL y actual de la SEDATU, en su comparecencia en la Cámara de Diputados. Pese a todo, la que lucró con la Cruzada Nacional contra el Hambre al parecer ni se inmutó… El Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ) denunció el allanamiento de sus oficinas en Tehuacán, Puebla; se llevaron computadoras y papeles…Sufre también la desaparición de Sergio Rivera Hernández, opositor a la hidroeléctrica que promueve la minera Autlán…El Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche anunció que el próximo año el gobierno entrante comprará el litro de lácteo a los ganaderos del sector social a 8.20 pesos. En reunión con el virtual secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos, convinieron en rescatar al sector…La Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos lamentó que la población rural y especialmente los jóvenes del agro están condenados a trabajar en una agricultura estancada. Federico Ovalle, quien encabeza a la CIOAC demandó reformar la legislación relacionada con el agro porque solo tiene beneficios el 5 por ciento del sector…Siguen las protestas con plantones y marchas en varios estados y en la capital de la República contra la SAGARPA.
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