Abigail Correa Cisneros.
ed. 358, enero 2019
Los gobiernos anteriores nunca se preocuparon por la mejora en la calidad de vida de los mexicanos y pasarán hasta dos décadas para que los ciudadanos recuperen el poder adquisitivo de los años 80, con incrementos al salario mínimo como el recién anunciado por el Gobierno de AMLO.
Este es el diagnóstico de especialistas del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que aseguran que el aumento de 16.21 por ciento al salario mínimo, con el que se avanzó de 88.36 pesos a 102.68 pesos diarios, no se puede calificar de “digno”, porque no alcanza ni para cubrir las necesidades más apremiantes de los trabajadores y legitima la explotación y el despojo que se comete contra la clase trabajadora, lo que no se pude permitir en un gobierno que se considere progresista. Sin embargo, luego de la crisis que dejaron los gobiernos priistas y panistas el actual tiene que ajustar las cifras paulatinamente.
Los especialistas del CAM subrayan que lo anterior sólo cubriría el rubro de los alimentos, ya que faltaría considerar necesidades fundamentales como vivienda, transporte, educación, salud, vestido y calzado, cultura y esparcimiento.
Al hacer un recorrido por algunos mercados, el aumento que corresponde a 14 pesos al día, sólo alcanzaría para comprar un kilo de tortillas en algunas partes del país, un litro de leche, medio kilo de huevo, menos de un kilo de azúcar y no se podría pensar en adquirir algunos productos como carne de res o cerdo.
Según el reporte 131 del CAM, “los incrementos al salario mínimo general diario, tanto los de los gobiernos priístas, como panistas y ahora el de Morena, no pueden ser un “salario digno” como se ufanan, porque en realidad son migajas”.
En el estudio se señala que los acuerdos alcanzados en el tema de los salarios mínimos se realizaron sin consultar a las y los trabajadores y solamente favorecen a quienes se han beneficiado de la explotación de la clase trabajadora como las cámaras empresariales y el Consejo Coordinador Empresarial, quienes se coluden con los líderes de las centrales sindicales que viven a costa de los trabajadores que dicen representar.
Para los investigadores de la UNAM, esto es un crimen, porque aún con el aumento que se presentó no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de alimentación de los trabajadores y sus familias y es contrario a lo que se establece en la Constitución Política.
Según la Carta Magna, el salario mínimo debe ser suficiente para que un jefe de familia cubra las necesidades en el orden social, material y cultural, así como para proveer la educación obligatoria de los hijos, sin embargo, esto no es posible, ni lo será, de continuar las condiciones como hasta ahora.
Por su parte, la Secretaría del Trabajo, asegura que la nueva política de salarios mínimos presentada está encaminada a recuperar el salario mínimo y el poder adquisitivo, con lo que se dinamizará el mercado interno.
Asimismo, se menciona que el aumento al salario mínimo es producto de un amplio acuerdo entre los sectores productivos del país y de los trabajadores, con lo que se inició el proceso de recuperación salarial bajo criterios de madurez política, responsabilidad y confianza, donde la política laboral del gobierno federal es fundamentalmente social e incluyente y el incremento del salario mínimo es un factor esencial dentro de una estrategia integral para dignificar el mundo del trabajo.
Dentro de la estrategia del gobierno federal, se contempla la incorporación de los jóvenes a empresas; impulsar la democracia sindical; proteger los derechos de los sectores más vulnerados y reducir la informalidad.
Sin embargo, los especialistas señalaron que al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, si por una jornada laboral de ocho horas le pagaran al trabajador un salario mínimo, para comprar la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR), tendría que trabajar 23 horas con 58 minutos, ya que su valor es de 264.84 pesos diarios y sólo se refiere a la alimentación.
El costo de la CAR, está muy por encima todavía del salario mínimo que se acordó pagar a los trabajadores por el gobierno actual y que asciende a los 102.68 pesos, por lo que la Administración actual tendrá que redoblar esfuerzos y contar con la participación directa de las y los trabajadores si no quiere quedar marcada en la historia al igual que las administraciones de origen priista o panista.
Por ello, para el 2019, en lugar de trabajar 23 horas con 58 minutos diarios para alcanzar el valor de la CAR, un trabajador tendría que laborar 21 horas diarias, por lo que sólo le quedarían tres horas al día para dormir, transportarte, convivir con su familia y atender su salud.
Asimismo, este acuerdo para el aumento del salario mínimo general diario, se hizo sobre la base de la transferencia de 43 mil 300 millones de pesos, que el gobierno pagará en forma de salarios en el programa “Jóvenes construyendo el futuro”, es decir 11 mil 170 millones de pesos más de lo que pagarían por todo el aumento de salario junto. Por lo que esta mejora no es en beneficio del pueblo, sino de los empresarios.
Mención aparte merecen los supuestos representantes del sindicalismo oficial que avalaron estos acuerdos, porque pretenden continuar, con la justificación, legitimando la explotación y el histórico despojo a los trabajadores y socavando los derechos laborales conquistados en sus luchas históricas, aseveraron los especialistas del CAM.
En particular, señalaron a Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), organismo que incluso fue expulsada de la Confederación Sindical Internacional “por realizar acciones contrarias a defender los derechos de los trabajadores”.
Debido a la falta de representatividad de la central obrera y su dirigente, se puede asegurar que se está suplantando la voz y derechos laborales de los directamente afectados.
Según la titular de la Secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, el salario mínimo perdió más de 70 por ciento de su poder adquisitivo debido a una política de contención que tuvo como consecuencias la precarización del empleo, aumento a la pobreza y desigualdad.
Por ello con el acuerdo logrado por la Conasami, se logró un hecho sin precedentes porque se permite saldar una deuda histórica con los trabajadores de menores ingresos ya que incentiva el mercado interno y permitirá atajar la informalidad.
Cabe recordar que el Salario Mínimo General Nacional a partir de este martes será de 102.68 pesos diarios mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte será de 176.72 pesos diarios.
Estas cifras desaniman, solo nos queda esperar a que la Cuarta Transformación de resultados y no acabe siendo una simulación. Hay que trabajar para que termine la explotación de los trabajadores de México, quienes son los que construyen y generan una riqueza y hasta hoy a cambio sólo reciben migajas tras una vida de esfuerzo.