Sócrates A. Campos Lemus.
ed. 358, enero 2019
Los Maras, la pandilla más peligrosa del mundo.
Digan lo que digan la única realidad que se desatará con la migración de miles de centroamericanos es que el presidente Donald Trump, ha logrado establecer en la conciencia de su país, racista al igual que muchas partes de México, la necesidad de construir un muro y por esto, los miles de millones de dólares que costará lo vendrá cargando de diferentes formas a los mexicanos ya sea con impuestos a las exportaciones o al control de las remesas, el caso es de que nos friegan de todas formas y, en forma inocente caemos en las provocaciones y estamos entrando a la peor de ellas: el rechazo y la confrontación de mexicanos en Tijuana contra los hondureños que al igual que millones de mexicanos han salido de sus países expulsados por el hambre, pero en este caso, expulsados y manipulados por los grupos de la reacción centroamericana en complicidad con algunos grupos nacionales y esto provocará, sin duda alguna, una confrontación violenta, y recordemos que en la frontera con Estados Unidos en la parte de California viven y controlan el tráfico de gentes, armas, dinero y drogas, los grupos de pandilleros controlados por mafiosos de esa zona a los que no conviene de manera alguna que lleguen las huestes de los Maras a disputarles el territorio y los negocios, por esa razón. veremos una violencia brutal y generará conflictos internacionales en México…. Pero. le hacemos al tío Lolo y no queremos ver la realidad y la manipulación de este extraño oleaje de centroamericanos a México….
En muchas partes del país se han asentando grupos de pandilleros de las MARAS y son los responsables de los descuartizamientos, robos con violencia, secuestros y asesinatos que les ordenan los grupos confrontados de delincuentes que prefieren tenerlos de aliados y de empleados, porque les salen más baratos que los sicarios mexicanos y están mejor entrenados, pero no se dan cuenta, o les vale, que esos grupos se van incrustando en la sociedad mexicana sin que ninguna autoridad tenga el valor de atacarlos o siquiera revisar las condiciones en que operan y los sitios que ya controlan, porque al final de cuentas, como lo acaba de declarar el que será en nuevo jefe de la policía capitalina, hay grupos criminales que están operando gracias a la enorme complicidad y corrupción de jefes y de policías, así, en estados donde la capacitación es pésima y la corrupción es campeante en la entidades como la Ciudad de México, Puebla, Guerrero, Chiapas, Veracruz, Guanajuato, Sinaloa, Sonora, Baja California, Tamaulipas y otras más, estos grupos de pandilleros se han asentado en las zonas marginales y operan con total impunidad y sin que las autoridades tengan una relación clara de quiénes son sus miembros y de quienes son sus jefes y de cómo operan, por eso han aumentado el número de asesinatos, robos, secuestros y trata de gentes, así como la drogadicción en muchas ciudades y zonas rurales en todo el país y ellos son los que ahora protegen a los grupos de financieros que controlan los préstamos prendarios e inmobiliarios en el país que operan los grupos de la mafia colombiana que ya se han asentado en México, y si preguntamos, los policías de base conocen que eso sucede, pero los jefes, o se hacen pentontos o de plano ni saben, y cualquiera de las dos son pésimas noticias para los mexicanos.
Lo que se irá conociendo en las relaciones entre banqueros, empresarios, policías y políticos en el caso que se juzga en Estados Unidos, con el CHAPO GUZMÁN, las relaciones políticas y de operación y protección de todos los grupos criminales y del narcotráfico en el país, sufrirán una importantes modificación, y es ahí que entran en operación esos grupos de las pandillas que poco a poco se van enterando y conociendo la zona y pueden operar con toda facilidad, así, vemos que en sitios claves como la capital del país ya operan con toda impunidad varios grupos y la violencia va en aumento de tal suerte que primero presionan y después tratan de llegar a acuerdos para evitar la violencia a cambio de protección de actividades, tal como operaban los grupos de narcotraficantes con la famosa y brutal DFS y, cuando se comenzó a conocer la forma de control y de operación se vino cambiando y se desató la violencia para encubrir y distraer la atención de la gente en la búsqueda de los verdaderos jefes de la delincuencia organizada que están en la política, los bancos, las empresas, las policías y altos mandos y, sobre todo, en la clase política que es la que puede coordinar, sin conflictos ni problemas, su operación e impunidad… hoy, cambiará la forma de operación, y para ello tendrán que hacer una purga y eliminación de gentes inoperantes o que ya no les sirven y así, limpiando de sicarios y operadores de bajo nivel se ocultarán las verdaderas gentes que son los mandos en la operación del crimen organizado en todo el país…. Cambios de sistemas, pero no de negocios…ni menos de jefes de jefes…
Los nombres , relaciones y complicidades que se irán conociendo en el proceso en contra del Chapo, obligarán a los operadores internacionales y nacionales a encubrir a los verdaderos jefes de jefes y, esos, están como hemos dicho en el marco de la política, las policías y mandos militares, entre los operadores financieros y banqueros, en los empresarios que son obligadamente importantes para dar legalidad a los recursos del narcotráfico y, por supuesto, a los grupos estatales y municipales, así que la obligación de depurar a esos cuadros y grupos operativos les obliga a contratar y negociar con los grupos y pandillas de las Maras y, de las pandillas norteamericanas, para poder realizar esa depuración con fuerza y sin tener que entrometer en la misma a los cuadro de policía o paramilitares que han venido siendo el motor de la protección y de la operación de esas actividades… sino, al tiempo, que es donde se conoce la verdad…
