Augusto Hugo Peña Delgadillo.
México a partir del 1º de julio pasado y particularmente desde el 1º de diciembre, entró en otra dinámica socioeconómica y política al cambiar de un régimen anquilosado por la corrupción a otro que promete un paradigma distinto, razón por lo que una mayoría optó por votar a favor de ese cambio. No hay que temer al cambio, las voces que incitan al miedo son las de los corruptos que perdieron el rumbo.
Los medios pregonaban que el hombre más rico del mundo era un mexicano, pero no decían que lo era a costa de la gente más jodida del país y de su contubernio con la clase política tradicionalmente inepta y corrupta, la que le vendió TELMEX, probablemente en la quinta parte de su valor real, a cambio de un paquete accionario de la empresa telefónica, supuestamente a Carlos Salinas y sus asociados; se decía que La Laguna era la cuenca lechera más grande e importante de México pero jamás oí decir que esa era la causa del arsenicismo en el agua y la proliferación de varios tipos de cáncer en la gente de La Laguna; ahora que AMLO anuncia que en el sur se impulsará una cuenca lechera para que en La Laguna se deje de extraer de los mantos freáticos agua contaminada para el riego y el ganado, y especialmente para mantener la buena salud de los humanos, algunas voces en los medios dedican editoriales y comentarios adversos a su propuesta porque zahiere intereses poderosos como los del Grupo LALA y su truculento jefe Eduardo Tricio Haro, hombre pequeño de ideas muy torcidas y nexos muy comprometidos con la minoría empresarial rapaz y la clase política corrupta, dejando a la vera del camino el respeto a la salud pública.
Lo menos que debemos hacer es considerar que los medios informativos tradicionales como periódicos, la TV y la radio nos mienten y engañan en muchos aspectos y que lo hacen a cambio de sumas de dinero y favores de parte de la clase política corrupta y de empresarios aliado a ella, y que siempre lo han hecho y más en los últimos 36 años en los que los gobiernos más que neoliberales fueron neo-ineptos y neo-corruptos, y que ya les llegó la hora gracias a las redes sociales, las que en menos de 18 años han acabado con más del 60% de los ingresos de la televisoras, los periódicos y la radio, porque vivían de mentir y de engañar al pueblo. Pondré un ejemplo para explicar mi dicho: En Torreón hay dos grandes periódicos, El Siglo de Torreón y La Opinión MILENIO, hace algunos años estos medios presumían que tenían un tiraje superior a los 20 mil ejemplares diarios y en veces cerca de los 30 mil, hoy seguramente que su tiraje difícilmente se sostiene entre los 4 y los 6 mil ejemplares diarios, y lo mismo ha sucedido con la radio y la TV en cuanto a información política, la razón: Por falsarios e inoportunos perdieron credibilidad.
Consideremos también que las redes sociales no garantizan en lo absoluto la veracidad y la oportunidad de la información por lo que hay que ser cautos y analíticos en nuestras apreciaciones aun así, las redes nos tienen mejor informados que como lo hacían los medios tradicionales hace apenas unos años.
Televisa, TV Azteca, la radio, los diarios más importantes como Excélsior, Reforma, El Universal y la cadena MILENIO han tenido que modificar sus contenidos y dirigir su programación hacia el arte, los deportes y otras actividades ajenas propiamente a la política con el fin de sobrevivir al cambio de la modernidad: los ciudadanos se han ido acostumbrando a cuestionar y dudar de los medios informáticos tradicionales, están centrándose en adecuarse al internet -Instagram, WhatsApp, etc.- para recibir y dar información a sus círculos más cercanos expandiendo la noticia exponencialmente en cosa de minutos u horas; ya no es necesario ven en la TV, oír en la Radio o leer en los diarios lo que Donald Trump piensa y dice de México y los mexicanos, las redes sociales en los últimos 15 días han expandido los dichos de ese palurdo desde que era candidato y que Peña Nieto lo invitó y recibió como jefe de estado para que escupiera sandeces contra nosotros; tan solo en estos días de abril ha dicho: “Vamos a cerrar la maldita frontera; estamos 100% listos para hacerlo; México no hace nada para evitar el paso de migrantes y de drogas; le daremos un plazo de un año y si no controlan a los migrantes ni las drogas, impondremos sanciones arancelarias a México y sus productos… Como un enorme 25% a la importación de autos armados en México; están pasando muchas cosas buenas en México, porque entiende que vamos a cerrar la frontera o a imponer aranceles; pero es posible que todo cambie de hoy a mañana”.
México y los mexicanos no requerimos que pelafustanes como Trump nos refrieguen en la cara lo que debemos hacer, nuestros intereses, pero sobre todo nuestra dignidad están primero que cualquier consideración y amenaza venidas del extranjero. Trump y la secretaria de seguridad nacional de EEUU Kirstjen Nielsen pregonan que van a construir un gran muro en nuestras fronteras; ¡que lo hagan, que lo construyan! El ingenio de la humanidad pasa sobre cualquier barrera, en muro de Trump y Nielsen los va a aislar a ellos, y a nosotros nos unificará, porque hay que saber que México es el principal consumidor en el mundo de productos -de cualquier índole- norteamericanos y, las empresas de Estados Unidos no le van a permitir a Trump ni a nadie, que los haga renunciar a tan enormes ganancias; el muro es solo una idea maniquea de un estúpido que por azares del destino llego a la presidencia del país más poderoso del planeta. O, ¿usted qué opina al respecto, estimado lector?