¿Quién amarraría al tigre?

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por Sócrates A. Campos Lemus.

Cuando Felipe Calderón impuso, sin consulta, por sus pantalones y por instrucciones de los norteamericanos la GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO, se inicia el baño de sangre en México, desde entonces llevamos más de 250 mil asesinados en la lucha donde las víctimas son inocentes y jodidos, más de un millón y medio de desplazados de sus comunidades, casas, centros de trabajo, más de 42 mil desaparecidos, miles y miles de viudos, de huérfanos, de encarcelados y, durante años, se nos decía que se aumentaba la violencia porque las “fuerzas del orden,” cómplices de los delincuentes y socios en los negocios de la “guerra” nos aseguraban que era la respuesta de los malosos porque, estábamos ganando la guerra, y cobardes, indiferentes o baquetones como dirían en mi pueblo nos quedamos callados y así, hemos llegado a los tiempos del horror y del terror. Y LOS COMUNICADOS NO ALENTAMOS NI PROMOVEMOS LA VIOLENCIA SOLAMENTE, LA REPORTAMOS…y muchos han pagado con su vida esa tarea.

         Por años vimos la corrupción, el entreguismo, las complicidades y alegando que “nada podíamos hacer” también guardamos silencio a pesar de que veíamos cómo el país se desmoronaba. Por años vimos a las mafias de control de los partidos políticos engañarnos a todos, robarnos, saquear los bienes y fondos públicos y, alegando que nadie podría hacer nada contra ellos, nos quedamos callados y, en este enorme desastre, en forma oportunista y basado en su experiencia política, AMLO, se sostenía en su “necedad” y acaparaba la atención de la mayoría de los mexicanos de tal suerte que supo acaparar el disgusto y el encabronamiento de millones de gentes que demandamos un cambio en los económico, moral, social y político y llevamos el tema, de tal suerte, que incluso, el mismo AMLO, no creía la votación masiva que se volcó en su favor y ahí, la esperanza surge y la confianza se fortalece. Seguramente todos estuvimos de acuerdo que AMLO podría ser el gran transformador y uno de los mejores presidentes del país, pero algo sucedió en este inter, porque comenzó a romper su esquema de propuestas y de convicciones de antes de la elección, dando el perdón a los malosos, a los mafiosos del poder y con ello, los convierte en sus socios, mecenas y asesores del poder con el cuento del amor y paz, cuando en la realidad estamos en una gran guerra que destruye al país y, se nos habla de que el cambio en la estrategia era necesario y es claro, habría que sanear a los policías, moralizar a los grupos de acción que combatirían y garantizarían la seguridad  que es el reclamo desde hace años y, esto, es necesario, sin duda alguna, pero no paralizar la acción en contra de los criminales porque ahí está su reacción, en tres meses, los números no mienten, se ha aumentado la violencia y con ella el escándalo, el horror y el terror por medio de la violencia y no entendemos o no entienden los políticos que en este asunto existen los enormes intereses de banqueros, especuladores, empresarios, policías, políticos funcionarios, para militares que, aliados con los narcotraficantes, ahora, no solamente están en la impunidad sino acaparando puestos políticos y aumentando su influencia empresarial y financiera y esto, es muy peligroso para la estabilidad del país.

         Minatitlán y la zona de Coatzacoalcos en Veracruz, al igual que el norte y el sur del estado, es vital para el paso de las drogas, dinero, armas, gentes y mercadería de todo tipo y es por ello que, también, vienen contaminando otros estados como se nota en el Istmo de Tehuantepec, porque es ahí donde se descargan los grandes volúmenes de drogas, armas, dinero y gentes que vienen del Sur del continente y por medio de sus tráficos tradicionales, ahora, aumentados por el gota a gota impuesto en las famosas caravanas de “indocumentados” donde incrustan a los grupos mafiosos y pandilleros que invaden gran parte del sur de México y que son los que utilizan la violencia del terror en sus actos para imponerse en sus condiciones ante la sociedad, es enorme. Ya nos podemos imaginar ahora que lleguen esos terroristas y malosos a cualquier casa o negocio y exijan su cuotas si hay alguien que los denuncie o que diga no a sus condiciones y que, ahora, es más preocupante, porque no solamente exigen el dinero, sino, también, por ese mismo canal adquieren propiedades en todos lados y se han incrustado en el comercio informal y en los centros comerciales, centrales de abasto y mercados y, la policía, pues bien gracias, gozando las mieles de la corrupción o haciéndole al pendejo porque o reciben su mordida o se van al panteón y no veo a muchos policías asesinados,  más bien, prósperos en las localidades jodidas del país.

         AMLO demandaba y ahí están los videos de que se terminara con la violencia en los primeros meses de los anteriores gobiernos, declaraba que llegando terminaría con esa violencia y corrupción que a todos encabrona en el país, pero, no es así, han pasado cuatro meses y nada, al contrario, suben las cifras y aumenta el malestar, el miedo y el horror y,  sin más, declara que en seis meses bajará corrupción y violencia, y tal parece que escuchamos a los funcionarios de ayer, solamente falta que nos diga que, la violencia aumenta porque “vamos ganando” la guerra contra el narcotráfico…

         Sin duda es admirable el valor de AMLO, algunos dicen que es imprudencia y demagogia cuando asiste a esos sitios de violencia sin la protección que antes se manejaba, es valiente, sin duda alguna, lo ha demostrado muchas veces, pero nos preguntamos: ¿Qué sucedería? En caso de un atentado como el que se dio en Minatitlán donde un grupo de criminales tiene esa violencia e impunidad para actuar. Acaso el ¿pueblo sabio y protector de su presidente podría evitar algo tan terrible? En verdad, no lo creo, y más bien me parece que anda jalando los pelos al tigre, a menos que existan acuerdos de que los malosos respetarán la figura del presidente y no ejercerán violencia en su contra, así que la violencia está y la inseguridad no respeta a nadie y, por el bien de México, el presidente, no se puede exponer, porque una tragedia generaría que el tigre se desatara y la violencia envolviera a México.