La supuesta protección a periodistas en México no existe; siguen los caídos

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por Jesús M. Moreno Mejía.

Ciento cincuenta periodistas han sido asesinados de 2000 a la fecha en México, según el informativo News de la BBC, en su versión en español, y de esa contabilidad ya van seis comunicadores muertos en el presente año.

Tomando en cuenta lo anterior, México sigue siendo uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo y también el ser defensores de los derechos humanos, señaló recientemente el informe de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, (WOLA, por sus siglas en inglés), pese a la existencia del llamado Mecanismo de Protección para las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, creado en nuestro país con nulos resultados.

El año pasado publicamos el artículo “Continúa la impunidad en el caso de periodistas victimados en México”, en el cual dábamos cuenta de más de un centenar de colegas asesinados en lo que va del siglo XXI, “sin que se hayan esclarecido dichos crímenes por parte de las autoridades”.

Afirmábamos también que “es una amarga situación la que se vive en el medio periodístico, pues es terrible el número de asesinatos, así como la desaparición forzada de no pocos comunicadores en el país, cuya cantidad va cada día en aumento”, tal como sigue ocurriendo.

En aquel entonces mencionábamos en detalle de siete homicidios perpetrados en 2017, entre ellos el lamentable caso de Miroslava Breach Velducea, periodista de “El Heraldo de Chihuahua”, corresponsal de “La Jornada” y “Norte de Ciudad Juárez”, asesinada arteramente cuando salía de su casa, así como la muerte a tiros en plena vía pública de Javier Valdez Cárdenas, fundador y redactor del semanario “Ríodoce” y escritor de varios libros sobre temas relacionados con el crimen organizado.

Al término de 2018, según los registros de las ONG’s “Artículo 19” y “Reporteros sin Fronteras”, México se mantiene como uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo, ya que durante ese año fueron privados de la vida más de ocho comunicadores en el país.
A lo anterior tenemos que añadir que en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2019, hay una disminución de recursos para la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión, ya que de 17 millones, 989 mil pesos en 2018, en este año se ejercerán tan sólo 12 millones 889 mil pesos.

El periódico digital “Animal Político” informa que nuestra nación es el tercer país más mortífero en el mundo para los periodistas, pues el balance que hace “Reporteros Sin Fronteras” de los comunicadores asesinados, detenidos y desaparecidos a nivel universal, nuestra patria sólo está atrás de Afganistán y Siria, que en 2018 registraron, respectivamente, 15 y 11 casos.

Dicho informe destaca que México es un país que no tiene conflicto bélico declarado, y en cambio registra un número importante de reporteros asesinados, desaparecidos y/o agredi0dos físicamente.

En un recuento cronológico, los periodistas asesinados en México en 2018, fueron: Carlos Domínguez, de Tamaulipas, interceptado cuando viajaba en su coche en Nuevo Laredo, acompañado de su hija, obligado a bajar del auto y atacado con arma blanca hasta matarlo. El crimen ocurrió el 13 de enero de 2018.

Leslie Ann Pamela Montenegro del Real, del estado de Guerrero, fue asesinada a balazos por dos sujetos en Acapulco, el 5 de febrero de 2018. Leobardo Vázquez Atzin, de Veracruz, cuyo homicidio ocurrió en el municipio de Gutiérrez Zamora.

Juan Carlos Huerta, de Tabasco, ultimado el 15 de mayo en “Emiliano Zapata”, ranchería cercana a Villahermosa, y como dato curioso el crimen ocurre justamente en el primer aniversario de la muerte de Javier Valdez, de Culiacán, Sinaloa.

José Guadalupe Chan Dzib, de Quintana Roo, muerto a balazos el 29 de junio cuando se encontraba en un bar en compañía de un amigo. Rubén Pat Cauich, asesinado la madrugada del 24 de julio en Playa del Carmen, Quintana Roo.

Mario Leonel Gómez Sánchez, muerto a balazos el 21 de septiembre en el municipio de Yajalón, Chiapas. Alejandro Márquez Jiménez, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el 2 de diciembre en una brecha aledaña a la carretera TepicPantanal, de Nayarit.

Hubo otros crímenes en 2018 en contra de comunicadores que no pudieron concretarse como asesinatos vinculados con la labor periodística, de acuerdo a las investigaciones judiciales. Tal es el caso de Alicia Díaz González, reportera de El Financiero de Monterrey, asesinada por su esposo; Héctor González Antonio, corresponsal de Excélsior en Tamaulipas, víctima de un asalto por robo, según familiares, y Sergio Martínez González, en Chiapas, muerto a balazos, pero que según su esposa tenía seis años de no ejercer el periodismo, pero sí era activista en la frontera sur del país.
Los casos de agresión violenta y amenazas contra de comunicadores son innumerables, y de acuerdo con el informe de la mencionada Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, fueron asesinadas seis personas inscritas desde agosto de 2017 en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, por lo que dicha salvaguarda de nada ha servido, “pues en seis años no se han podido desarrollar políticas capaces proteger eficazmente a los comunicadores”.

¡Hasta la próxima!