por José C. Serrano Cuevas.
Al pensar en Zacatecas lo primero que viene a la mente es la marcha que lleva ese nombre, una melodía que ha sido considerada como el segundo Himno Nacional de México.
Existen variaciones en la historia de su creación, pero hay elementos en común que indican que todo surgió una noche de 1891 en una cena entre amigos en casa del compositor Fernando Villalpando en Zacatecas, en donde entre los invitados se encontraba su concuño Genaro Codina. Fue en esa tertulia que surgió el reto entre ambos músicos de componer una marcha militar, misma que se sometería al juicio de amigos y familiares.
El escrutinio del jurado dio como ganadora a la composición de Genaro Codina, instrumentada para arpa. Fernando Villalpando hizo el arreglo e instrumentación para orquesta sinfónica, a partir de la obra original.
De la Marcha Zacatecas se conoce más la melodía, sin embargo, cuenta con letra que refleja un espíritu patriota reflejado en sus estrofas llenas de amor a la libertad.
El pintor y coleccionista Rafael Coronel Arroyo murió el pasado martes 7 de mayo a los 87 años de edad en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. Las cenizas del artista arribaron a su natal Zacatecas para recibir una serie de homenajes.
La urna de ónix que contenía las cenizas fue llevada en un recorrido por las principales calles del centro histórico de la capital de la entidad, acompañada con música a cargo de la Sinfónica del Estado que tocó reiteradamente la Marcha de Zacatecas.
Por calles y callejones señeros de esta hermosa ciudad rodó el vehículo funerario. Detrás de la carroza decenas de personas caminaron para acompañar a Rafael Coronel, encabezadas por Juan Coronel Rivera, hijo del artista y nieto del gran muralista Diego Rivera.
El primer acto solemne en este homenaje se efectuó frente al número 109 de la calle Allende, donde nació Rafael en 1931 y, años antes su hermano, el también artísta plástico Pedro Coronel. Muy cerca de la Fuente de los Faroles. El cronista de Zacatecas, Manuel González Ramírez, dio detalles sobre la obra del homenajeado: en 1970 ganó la Séptima Bienal de Sao Paulo; posteriormente obtuvo el primer lugar de pintura figurativa en Osaka, Japón.
La ciudad de Zacatecas conserva inmuebles de gran belleza arquitectónica, particularmente, recintos destinados al culto religioso. En 1990 con el apoyo del gobierno del estado se rehabilitó el ex templo de San Francisco, que estaba en ruinas; ahí se inauguró el Museo Rafael Coronel, que alberga la colección de máscaras más grande del mundo, cerca de 11 mil, además de su obra pictórica.
En su juventud, el ahora extinto dibujante, pintor y coleccionista solía recorrer a pie su natal Zacatecas, subir al cerro de La Bufa, contemplar el acueducto, hacer compras en el Mercado de El Laberinto y descansar en la Plaza Goitia, presenciando alguna obra de teatro o deleitándose con la música de la Banda del Estado, que invariablemente abre su serenata con la Marcha Zacatecas.