AMLO sigue sin superar su propio triunfo

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por Luis Eduardo Enciso Canales.

Cual quijote de la mancha Andrés Manuel sigue luchando contra sus monstruos interiores como si continuara siendo un candidato de oposición perenne y suspendido en el tiempo, se ha auto impuesto el tener que continuar embistiendo a sus adversarios políticos, no ha terminado de digerir, ni de comprender, que ya ganó hace diez meses y que ya es el titular del ejecutivo desde el pasado mes de diciembre del 2018, con todo el poder que esto implica, el tiempo sigue siendo su peor enemigo mientras no se decida a dejar de lado al Andrés Manuel opositor y se apropie del Andrés Manuel Presidente de la República Mexicana y con ello comience a construir un verdadero proyecto de nación incluyente y que haga realidad aquello de la “reconciliación nacional”.

Ricardo Monreal Ávila ha vivido del presupuesto 34 años brincando de un puesto de elección popular a otro por diferentes partidos.

Todos los días abre un nuevo frente y con ello más y más cosas se le siguen acumulando mientras los resultados a corto plazo no se alcanzan a vislumbrar ni siquiera a mediano plazo, las promesas, donde fueron cimentadas muchas de las esperanzas de quienes lo eligieron, siguen sin ser tangibles y mucho menos estables, eso sí, hay mucha pirotecnia verbal que a diario dispara declaraciones que provocan desde risas involuntarias, hasta enojo e incredulidad.

Sus defensores alegan que es muy poco el tiempo para comenzar a ver resultados, el problema es que no se observó que hoy en día los tiempos son vertiginosos, la era líquida no espera, hoy los tiempos globales obliga a quienes conducen los destinos de una nación a montarse sobre olas gigantes desde el primer día de su mandato, es por ello que debió haber llegado preparado de antemano, con un plan estratégico que entendiera y se adaptara inmediatamente a esta nueva reali-dad, otros dirán que precisamente la “izquierda” no va con eso, que ellos son diferentes y que están en contra del neoliberalismo que es la “mafia del poder”, el enemigo a vencer.

La verdad es que esos que hoy se llaman de izquierda y enarbolan la bandera de la austeri-dad republicana siguen viviendo al igual que aquellos que critican en la opulencia que da el privilegio del poder y con él la perversión de la corrupción, borrando con ello cualquier tipo de diferencia entre “unos y otros”. Ricardo Monreal Ávila es un claro ejemplo de esto, un personaje cercano al presidente y uno de los máximos operadores políticos de MORENA. Su actuación política siempre ha estado ligada al escándalo.
Monreal ha vivido del presupuesto 34 años ininterrumpidos brincando de un puesto de elección popular a otro, en 1985 se inició como primer regidor y secretario del ayuntamiento de Fresnillo, Zacatecas, en la planilla postulada por el PRI, partido en el que militó hasta 1998, ha sido tres veces diputado federal por diferentes partidos PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, dos veces senador también por diferentes siglas PRI y PT, gobernador de Zacatecas de 1998 a 2004 y jefe delegacional en Cuauhtémoc desde 2015. Al otro extremo del presidente de México se encuentra Tatiana Clouthier, la mujer que llegó a coordinar la campaña de Andrés Manuel y a mesurar sus arranques ex- plosivos y matizar su retórica populista, amén de dar cierta certeza a los grupos conservadores pues no hay que olvidar que ella tiene su origen político en de Acción Nacional, además de ser la hija del otrora legendario Manuel Clouthier, mejor conocido como “Maquío”, quien fuese el candidato del PAN a la presidencia de la república en la elección de 1988 y que compitiera contra Carlos Salinas, del PRI, y Cuauhtémoc Cárdenas que abanderó una de las primeras coaliciones de partidos opositores de izquierda, Frente Democrático Nacional (FDN).

La Clouthier, quizás previendo, se vacunó antes de tiempo y en una entrevista en Monterrey Nuevo león previo a las elección del año pasado declaró que; “la derecha y la izquierda no existen ya”. Dijo que hoy se trataba de poner a la persona en el centro de la política, también comentó que las personas estaban yendo a votar más por las personas que por los proyectos. Con esta declara- ción afirma su conservadurismo que contrasta con la postura, “en teoría”, de López Obrador. Y es que quizás hoy más que nunca, la realidad para variar, termina rebasando a la política y a los políticos, más aun en un país como el nuestro donde el federalismo enfrenta una profunda crisis y la debilidad institucional, tan característica del sistema político mexicano, se manifiesta muy claramente en los partidos, como lo hemos estado viendo en el momento de la definición de las candidaturas, prácticamente todos esos procesos de selección terminan con fricciones, divisiones o rupturas, de hecho, estas últimas son los focos rojos que debe ver Andrés Manuel y ya bajarle al enfrentamiento, lo único que ha logrado es dividir el país y es que el radicalismo, la estigmatización, la culpa y la intimidación, entre otras actitudes negativas, dañan y contribuyen a separar a los diversos núcleos que integran la población de una nación.

Cuando esa visión permea en el discurso político y en las acciones de un gobierno en nada contribuye en la consolidación de una nación que trabaje y vaya unida hacia un mismo propósito. Siempre he pensado que las empresas más exitosas, sean públicas o privadas, son aquellas que cuentan con la unidad de sus integrantes porque estos trabajan por fines comunes entendiendo que viajan juntos en el mismo barco. El barco llamado MORENA esta armado con muchas piezas de reciclaje muy dañadas y por consecuencia está lleno de filtraciones, a eso hay que agregarle que todo mundo se quieres trepar en él y que ya se ha convertido en una auténtica torre de Babel, estas situaciones si no son subsanadas y corregidas lo más pronto posible terminarán por sucumbir en este turbulento mar de lo político que es México. El tiro le puede salir por la culata al presidente y ni con todos sus programas sociales podrá evitar que el castillo de naipes que está construyendo se le venga abajo, necesita urgentemente darle solidez y rumbo a su gobierno, y eso no lo va a lograr si sigue distraído y actuando como candidato de oposición.

¡Que Tatiana o Monreal le avisen a AMLO que ya ganó!