Los ladrones del magisterio coahuilense

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

José Luis Ponce Grimaldo dirigente de la sección 5

Los profesores de noble y respetable profesión, han permitido que con el transcurso de las últimas cuatro décadas su sindicato, el SNTE coahuilense, se haya convertido en un nido de bandidos, gracias a sus dirigentes ladrones, que con la aceptación de la base magisterial se han enriquecido cínicamente, robándose las cuotas sindicales y sus ahorros, como sucedió en agosto pasado con los maestros de la sección 5, que “dirige” el ahora repudiado y considerado ladrón: José Luis Ponce Grimaldo.

Aun con todas las raterías de que han sido objeto y testigos, los profesores de la base sindical, los que están frente a grupo, se sorprendieron que sus ahorros no estaban completos, a todos les faltó una parte. Según dicen, el faltante total en los ahorros de los profesores asciende a 40 millones de pesos.

Ante la inconformidad y denuncia de los maestros, el lidercillo sindical prometió que se regularizará el pago de sus ahorros, es decir que les entregarán los faltantes, pero no dijo cuándo, ni de dónde sacarán la millonaria cantidad, menos aun quién se la robó o cómo se perdieron esos millones de pesos.

Durante 40 años he visto pasar a esos delincuentes disfrazados de dirigentes sindicales, pero a decir verdad, las raterías en el magisterio coahuilense se incrementaron con la llegada de los “profesores” Moreira al gobierno de Coahuila, quienes mostraron la magistral corrupción que priva entre los que enseñan a la niñez y la juventud conocimientos y conductas.

A propósito de recuerdos. Los primeros delincuentes disfrazados de dirigentes sindicales magisteriales que conocí en Coahuila, fueron los Sánchez Villaseñor (Dionisio y Candelario), luego de allí vinieron otros iguales. Carlos Moreira, incluso tuvo la desfachatez de “dirigir” dos secciones, la 5 y la 38, gracias a que sus hermanos gobernaban Coahuila.

Incluso uno de ellos, me dijo un día un profesor, se convirtió en evangélico -según él-para estar más cerca de Dios, pero seguramente es para simular el daño que causó con tantas ladronadas que cometió junto con su hermano.

Pero esos robos a los profesores de base nunca acabarán, si los maestros no hacen nada por evitar que los roben, finalmente sus dirigentes son pies de barro, que pueden caer con la fuerza y decisión de la mayoría, que es la que da clases…