Reforzar la protección de los derechos humanos de la mujer

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Juan Martínez Veloz.

En días pasados se vivió en la Ciudad de México una serie de protestas de diversos grupos defensores de los derechos de la mujer debido a los altos índices de violencia que existe en nuestro país.
Nos sumamos a este reclamo específico que de manera global de contabiliza como violaciones a los derechos humanos.

¿Qué son los derechos humanos?

Los estudiosos de las ciencias jurídicas precisan que este tipo de derechos son derechos-obligaciones, en virtud de que al mismo tiempo que todos somos titulares, de igual manera estamos obligados a respetar los derechos de los demás. De tal suerte que cada persona aparece como acreedor y deudor de los derechos humanos. El límite precisamente para el ejercicio de estos derechos, lo constituye los derechos de los demás, pues como señala Eusebio Fernández García:

“… paralelamente a la posesión de los derechos fundamentales existen también deberes y obligaciones fundamentales en relación a ellos. Cada derecho implica también un deber; así la libertad de prensa implica el deber de expresar la verdad e informar verazmente; los derechos políticos, el deber de participación ciudadana y de política responsable; el derecho a la vida y a la integridad física y moral, el deber de respetar la vida y la integridad de nuestros semejantes, etc. Este importante nexo entre los derechos y deberes humanos no debe ser pasado por alto. Así, poseer un derecho en el sentido jurídico del término equivale a la imposición por parte del ordenamiento jurídico de un deber correlativo y complementario a otra persona o a la misma (es el caso del derecho-deber)”. Teoría de la Justicia y Derechos Humanos, Debate, Madrid. 1987, p. 78.

Otro de los rasgos característicos de estos derechos, es su pretensión de validez universal, apoyada por las declaraciones y tratados que sobre la materia se han pronunciado a nivel internacional a partir de la constitución de la Organización de las Naciones Unidas en 1948.

La lección histórica de las dos guerras mundiales en el presente siglo, hizo posible a la humanidad percatarse que la importancia de los derechos humanos es tal, que éstos no pueden dejarse exclusivamente al cuidado de sistemas jurídicos nacionales, dado el riesgo, siempre presente, de las contingencias políticas internas de cada país.

Desde décadas atrás se han aprobado diversos tratados internacionales en el ámbito de la ONU y la OEA para proteger de manera más efectiva los derechos de la mujer, destacando entre otros: La Convención Interamericana sobre la Concesión de los Derechos Políticos a la Mujer de 1948, la Convención sobre Derechos Políticos de la Mujer de 1952, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de 1979.

En este contexto de universalidad, el compromiso de la defensa y protección de los derechos humanos, precisamente en función de su universalidad, corresponde a la comunidad de naciones en su conjunto y a sus organismos internacionales. Esto significa que todos los hombres del mundo, independientemente de su nacionalidad, religión, condición económica o social, son titulares de los derechos humanos.

En México varios acontecimientos tocan el tema de derechos humanos desde tiempo atrás y resaltan la importancia de atender la agenda de derechos humanos y de manera específica los derechos de la mujer:
El combate a la delincuencia organizada a partir de 2006; la reforma al artículo 1º. constitucional en materia de derechos humanos y tratados internacionales en 2011; la atención a las víctimas del delito y la desaparición de personas; la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa; la defensa y respeto a los derechos de los migrantes, tanto en México como en Estados Unidos; el debate sobre el derecho a la vida y el aborto; las recomendaciones internacionales contra la tortura; los embarazos de las mujeres jóvenes fuera de matrimonio; el debate sobre el matrimonio igualitario; el papel y función del ejército mexicano en las tareas de seguridad pública;el alto índice de feminicidios en algunas regiones del país.

Creemos que el marcado interés que se observa en la actualidad (ya en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador) por lograr un mayor grado de respeto a los derechos humanos, es producto a nuestro juicio de tres factores fundamentales:

1.- Una presión internacional de protesta contra el alto índice de violaciones a los derechos humanos que ha registrado nuestro país por algunos años.

2.- Una madurez cívica de amplios sectores de la sociedad mexicana que ha comenzado a ser consciente de sus derechos fundamentales.

3.- La voluntad del Estado mexicano de ir avanzando en el tema, en ocasiones no con el ritmo que exige la sociedad y los organismos internacionales.

Ahora lo prioritario es diseñar un sistema eficaz para disminuir la violencia contra la mujer en algunas partes del país en donde se ha estancado.

juanmartinez_veloz@yahoo.com