Rigoberto Losoya Reyes.
El 20 de mayo de 1937, Ernesto Montemayor, miembro de la Tribu Kikapú con residencia en el municipio de Múzquiz, Coahuila de Zaragoza, comisiona- do por el Capitán Pa pi kua no, jefe de la tribu, solicitó al presidente de la república Gral. Lázaro Cárdenas una audiencia, para recordarle que en el mes de septiembre de 1936, cuando realizó una campaña por el norte del país, les ofreció una ayuda a la tribu y que consistía en obsequiar mensualmente 3 cajas de parque y 3 máquinas de coser habiendo recibido de estas últimas solo dos.
En el oficio, el señor Montemayor, pedía que se proporcionara 1200 cartuchos para carabina calibre 28, por otra parte, se pidió que el departamento Agrario deslindara sus tierras.
Los hombres que representaban a la tribu, y comisionados con un asunto muy importante para la comunidad indígena, se presentaron en las oficinas de la presidencia de la república, en la ciudad de México, estaba integrada por dos personas que se trasladaron a la capital con tan escasos recursos económicos que en el oficio, a manera de posdata, solicitaron el apoyo del jefe del ejecutivo para regresarse a su congregación en el estado de Coahuila: “Nos encontramos sin un centavo, apelamos a su bondad, rogándole nos ayude concediéndonos el pasaje de regreso de México a Múzquiz, para 2 personas”.
En respuesta a la solicitud, el 22 de septiembre de 1938, el presidente Cárdenas, dispuso que se autorizaba la cacería durante los nueve mes comprendidos del 16 de octubre al 15 de julio de cada año, respetándose el tiempo de veda que es de tres meses contados del 16 de julio al 15 de octubre, que se ha establecido por ley. Especialmente en cuanto al venado.
El mandatario, además giró instrucciones al Departamento de Asuntos Indígenas para que se les otorgara doce troncos de mulas con aperos e implementos para agricultura, así como dos “guayines” con sus respectivos tiros y aperos y cinco toneladas de trigo destinados para sus siembras.
En el mes de julio de 1850, Juan Manuel Maldonado, subinspector de las Colonias Militares de Oriente, informó a Antonio María Jáuregui, inspector general de las mismas, que… alrededor de 700 indios entre mujeres, niños y algunos negros (sic) han pasado al territorio mexicano procedentes de los Estados Unidos, enviando a dos “capitancillos”, uno al destacamento de Piedras Negras con el capitán José María Andrade y el otro con el coronel Juan José Galán, para manifestar sus pretensiones de establecerse y de poder pasar a San Fernando a esperar la resolución del gobierno. (El documento hace referencia a las tribus seminoles, mascogos y kikapú).
Fuente:
Correspondencia de la presidencia de la república. Fotostática en poder autor.
Imagen tomada de Leslie Salazar:
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Archivo General del Estado de Coahuila Fondo Colonias Militares de Oriente.
