El mexica de Tenochtitlan

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Rigoberto Losoya Reyes.

En nuestra conversación diaria es muy común hacer uso de palabras de origen náhuatl y es que la inserción de los vocablos mexicas en el idioma español fue producto de la aculturación que se fue gestando en los trescientos años de la colonia española.

La diversidad de culturas que encontró el conquistador Hernán Cortés al llegar a Mesoamérica significó un gran esfuerzo para lograr comunicarse con sus pobladores. Con la ayuda de sus dos “lenguas” doña Marina y Jerónimo Aguilar logró establecer una comunicación con los caciques de los pueblos que se aliaron con los españoles o los que finalmente fueron sometidos.

A la llegada de Cortés, el mexica hablado en la sede del imperio era el idioma del comercio y del gobierno y la lengua franca que servía a muchas tribus distintas para el trato común (Swadesh & Sancho, p. 3).
Señala Eric Wolf que, “en 1519, la llegada de los españoles encontró a la mayor parte de Mesoamérica unida bajo la égida de los mexicas.” (1967, p.135).

Respecto a los primeros intentos por conocer la lengua náhuatl, el investigador e historiador recién fallecido, Miguel León-Portilla señala que se lo debemos a fray Andrés de Olmos los primeros estudios para conocer su estructura gramatical.

Don Francisco J. Santamaría dio conocer en 1954 su obra Novísimo Icazbalceta o Diccionario completo de mejicanismos, después de treinta años de investigación que despertó un gran interés por ser un modelo de filología nacional y de lexicografía.

Por otra parte, la obra “Los mil elementos del mexicano clásico” de Mauricio Swadesh y Madalena Sancho, nos aporta una base analítica de la lengua nahua. Los autores ofrecen un tratado gramatical para familiarizar al lector con las categorías gramaticales que pueden deducirse del estudio de la estructura del náhuatl, en la segunda parte aparecen las tablas de afijos y combinaciones, para el análisis de los vocablos nahuas. Para terminar, también presenta un “inventario de elementos mexicanos” es decir, las raíces de esta lengua.

Después del español la lengua con mayor número de hablantes es el náhuatl, de ahí su importancia para su estudio. Lo mismo puede decirse de la toponimia mexicana, que se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional. Nombres de estados, ciudades importantes, municipios y pueblos están en lengua náhuatl. A modo de ejemplo podemos citar algunos, pues la lista es inmensa: Culiacán, Jalisco, Michoacán, Tuxpan, Oaxaca, Tuxtepec, Acapulco, Tehuantepec, Cuajimalpa, Iztacalco, Huejutla, Ixmiquilpan, Huauchinango, Chicontepec, Teziutlán.

Pilar Máynez cita en su ensayo “Los nahuatlismos en el español de México desde la óptica de Ángel Ma. Garibay” que es uno de los más importantes estudiosos del náhuatl y de su influencia en el castellano hablado en nuestro país, a quien inexplicablemente no se le ha dado el lugar que le corresponde en los estudios relativos a este tema.

El trabajo lingüístico y filológico de Ángel Ma. Garibay se caracterizó por su profundo conocimiento de los componentes y funcionamiento del castellano que se manifiestan en sus varias reflexiones periodísticas y su amplia cultura literaria lo llevaron a formar parte de la Academia Mexicana de la Lengua.

Señala Máynez que la lengua de los conquistados se introdujo en la invasora, la tiñó y le proporcionó numerosos elementos fundamentalmente léxicos que se tornaron insustituibles. Al respecto, el padre Garibay advirtió reiteradamente en sus artículos la necesidad de realizar una historia del castellano de México que abarcara desde las Cartas de Cortés hasta nuestros días.

Para concluir, una lectura que es recomendada para aquellos que se interesen más en la lengua náhuatl, es la obra de David Charles Wright Carr, titulada “Lectura del Náhuatl”. El autor refiere que escribió su libro para las personas que hablan el castellano como lengua materna y que desean adquirir los fundamentos lingüísticos indispensables para leer y traducir los textos escritos en náhuatl en el Centro de México durante el periodo Novohispano Temprano de 1521 a 1671 después de Cristo.

Bibliografía:
El idioma náhuatl. Recuperado de https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-idioma-nahuatl
Gatlin, G. T. (2017). La identidad bicultural en Malinche y Las dos orillas. Revista CS, 23, 19-35.
Wright C.(2016). Lectura del Náhuatl. México: Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de la Secretaría de Cultura. Recuperado de https://site.inali.gob.mx/publicaciones/libro_lectura_nahuatl/pdf/lectura_del_nahuatl.pdf
Máynez, P. (s/f). Los nahuatlismos en el español de México desde la óptica de Ángel Ma. Garibay. Recuperado de http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn23/408.pdf
Santamaría, F.J. (1954) Novísimo Icazbalceta o Diccionario completo de Mejicanismos. México: Editorial Cultura.
Swadesh, M., Sancho, Madalena. (1966). Los mil elementos del mexicano clásico. México: UNAM. Instituto de Investigaciones Históricas.
Imagen publicada por el Centro Cultural Tijuana. Recuperada de https://cecut.gob.mx/cartelera.php?id=6082