AMLO copado por el control del narcotráfico gringo

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Sócrates A. Campos Lemus.

AMLO está copado por esa estrategia gringa en donde él no tiene el control.

Nuestra Revolución, dicen los historiadores, costó un millón de muertos para sacar a Porfirio Díaz, y la realidad es que, cuando don Porfirio perdió el proceso electoral, decidió irse del país y los muertos, el millón de mexicanos, fueron el resultado de las pugnas de los grupos de “revolucionarios” que pelearon entre sí, por el poder, y al final, la Revolución se fue convirtiendo en la “robolución” que ayuda a que grupos de particulares usaran los recursos y bienes públicos para su provecho privado.

Por supuesto que hay que interpretar los mensajes de los senadores, diputados y políticos norteamericanos que señalan que, México, “tiene obligación de dar protección a sus ciudadanos y que si no puede hacerlo pues tendría que permitir la ayuda operativa de las agencias norteamericanas o que los Estados Unidos, puedan hacer acciones de intervención para eliminar a los blancos del narcotráfico”, casi una intervención militar al país, y ya sabemos qué significa esto: llegan para que- darse y para saquear, no para ayudar.

La campaña de intervención paramilitar está basada más en el control de los negocios del narcotráfico y en la venta de armas, que es el enorme negocio de EU que en la protección de sus “ciudadanos”, porque si esto fuera así, los mexicanos, podríamos demandar que protejan a los ciudadanos mexicanos que son masacrados por delincuentes o policías de Estados Unidos, en su territorio.

Ahora, se quejan del alto consumo del fentanillo, y ocultan que el aumento del consumo es el resultado de que empresas farmacéuticas y médicos en los Estados Unidos alentaron el consumo de medicamentos con altos niveles de heroína, y ésto generó el aumento de sus viciosos, así que no es que pensemos que es bueno el que los mexicanos invadan el mercado de este peligroso producto, pero no vemos las reacciones en Estados Unidos que nos indiquen que están realmente combatiendo los vicios y a sus mafias, ya que el gran negocio está allá, nuestros países son productores porque tienen alta demanda de los consumidores y el gran negocio es la venta final de los productos que generan miles de millones de dólares que son inmediatamente reciclados al mecanismo financiero estadounidense o internacional, y todos, hablan de los grupos mafiosos de nuestros países pero ocultan a sus propios grupos, que son los que tienen el manejo de la enorme comercialización en los Estados Unidos; además, tenemos que recordarles que gran parte de los grupos, fueron financiados por acuerdos entre agencias y gobierno de EU con nuestros gobiernos y policías, para dar protección a los productores o distribuidores de drogas, con el fin de que ellos pudieran obtener enormes ganancias de este asunto y dispusieran de recursos “ajenos” a los recursos oficiales, que puedan ser utilizados para sus operaciones clandestinas, sobre todo de la CIA y la DEA, y para ello, podríamos recordar que, incluso, ellos trajeron a los campesinos chinos al famoso triángulo de oro para que ahí se pudiera producir amapola y generar la goma de opio, producto vital para la producción de heroína que usaron en cantidades enormes durante las guerras del siglo pasado, y esto provocó que, al final, miles de ex soldados fueran consumidores y viciosos, lo mismo sucedió cuando en su lucha por controlar el movimiento de paz promovido por los grupos de las comunas en los años sesentas, para demandar la integración racial y la paz en Viet Nam, pudieran controlar el movimiento, por medio de la manipulación musical y el consumo masivo de marihuana, ya que, esta droga, no era la generadora de la violencia como lo es la de los opiáceos; al contrario, con la marihuana, los consumidores se centran en sexo, el apendejamiento y el valemadrismo, y ésto es mejor para el control masivo, que la conciencia de las protestas.

Hoy en día, los mismos gringos tienen el control mundial de la producción y la venta de productos derivados de la marihuana, mientras sostienen las guerras en contra de los productores en otros países, ya que saben del enorme negocio y del uso político que tiene este producto para el control de masas o el manejo de los proceso de protesta; por ejemplo, cuando dejan de surtir y hay masivamente los conflictos que genera la falta de drogas en las gentes por el síndrome de abstinencia, que en vez de entender el proceso, demandan con violencia que les sigan surtiendo el producto, o se cambian a otras drogas de diseño que vienen a ser de enorme peligro para todos; también la venta de armas y de los propios sistemas de desintoxicación que requieren grandes capas de la población que consumen miles de millones de pesos de los presupuestos nacionales.

En fin, hoy, estamos, en realidad, ante las guerras étnico, religiosas y las guerras de merca- dos de armas y de drogas, con el objetivo del control político de los gobiernos en nuestros países, y la realidad es que, los gobiernos locales, no tienen la menor idea de qué hacer con ello y de cómo poder controlar a los grupos paramilitares y de pandilleros que operan, manipulados por agentes del espionaje norteamericano.

Hay que reconocer que el control real del narcotráfico y sus redes en nuestros países, lo tienen bajo control las agencias y los mafiosos norteamericanos, incluyendo el manejo paramililitar, los grupos de distribución y los fondos financieros derivados de las operaciones. Controlan a los mafiosos y pandilleros por medio de la protección en sus manejos y en la entrega de armas o dinero, y ésto incluye la operación de los verdaderos jefes de grupos de pandilleros que controlan el consumo nacional y las zonas de control en municipios y colonias marginadas, don- de el gobierno, no puede ni entrar a proporcionar ayuda y protección, ni servicios.

Así que quiera o no reconocerlo AMLO, ahora está copado por esa estrategia gringa en donde él no tiene más control que el discurso, pero no la operación, y en cualquier momento pueden desestabilizar el poder y todo se puede ir al pozo… o a la letrina.