Profesor Evaristo Velasco Álvarez.
Con el correr del tiempo, si no buscamos estar al día en los avances de la tecnología, nos vamos quedando obsoletos funcionales; analfabetas en el uso de la tecnología y en el uso de las herramientas que nos van surgiendo en cuanto a la comunicación se refiere.
Hoy precisamente, estuve intentando conversar por la herramienta del Facebook con mi estimadísimo ex compañero de la normal, y resultó poco menos que imposible. Hicimos cerca de 15 intentos y por fin logramos hacerlo; él con la ayuda de su esposa y de un amigo que le decía: “pícale aquí, muévele allá, cámbiate de línea, etc.”
Pero debo decir que hay algunos amigos que hasta pavor le tienen a usar un teléfono celular, porque dicen: “eso es cosa del diablo…” Y es que en nuestros años de juventud no existían semejantes cosas. Ni las computadoras, ni las tabletas, ni nada de esto inalámbrico. Cambiábamos de canal en la televisión (en blanco y negro y sólo 4 canales), girando la perilla correspondiente.
Así que se nos dificulta más que usar estos aparatos y herramientas, el entender que funcionan, el saber que existen, el hacernos a la idea que no necesitamos ningún cable para estar moviendo los controles de dichos aparatos. La sola idea del INTERNET (www = “world wide web”), se nos dificulta mucho. Todo lo queremos ver y tener al tacto, porque así crecimos. Si el uso del fax fue problemático de entender, imagínese usted el uso de las redes sociales que en segundos le permiten comunicarse a todo el mundo.
Recuerdo que en alguna ocasión, por allá en el año 1980, Bill Gates dijo que si alguien tuviera una computadora en cualquier parte del mundo, podría comunicarse con quien quisiera, sin importar la distancia. ¡Uf!, si para mí era muy catastrófico entender que el Santo se comunicara son la policía a través de su teléfono. ¡Y ya es un hecho!
Pero, amable lector, si algún pariente o amigo suyo está en estas dificultades, por favor auxíliele, ayúdele, sea su instructor y conéctelo al mundo cibernético, donde ya no es necesario escribir una carta que tardaría días o semanas en llegar a su destino, sino que puede de inmediato enviar no tan sólo una carta, sino un libro entero, en segundos y llega al otro lado del mundo. Lo mismo imágenes, documentos importantes, etc.
El ser humano ha logrado avances científicos y tecnológicos que van mucho más allá del alcance de nuestra imaginación. Pero Ya están, ya son realidad. Así que a usarlos sin perder de vista que el contacto físico es mucho mejor que el virtual. Usemos lo que a la mano tengamos pero haciéndolo con responsabilidad y con afanes de comunicaros con nuestros seres queridos o con quien precisemos, buscando lograr ¡Que viva México!
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