Profesor Evaristo Velasco Álvarez
Como estribillo solemos decir: ¡No, la vida está muy difícil…! ¡Ahora es imposible hacer las cosas! ¡Imposible, yo no puedo hacerlo! Y no sé cuántos pretextos más se nos han ocurrido mencionar, creyendo que de verdad los demás nos van a creer que estamos hablando con la verdad.
Pero la realidad es que nos dejamos ir por el “¡Ahí se va…!”, por el “Ni modo, se puso muy difícil todo”; y utilizamos el “DEJAR HACER y DEJAR PASAR” (lesser fer, lesser paser), y desaprovechamos oportunidades y dejamos que el tiempo avance y no nos convertimos en conquistadores, en triunfadores… Dejamos que otros hagan lo que nosotros no nos atrevemos.
Los Psicólogos y los estudiosos de la Sociología nos aseguran que es porque le tenemos miedo al triunfo, porque nos aterra el que seamos diferentes de los demás, diferentes porque sí nos atrevemos y porque no nos paralizamos cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles que pongan en acción todas nuestras habilidades.
Y la verdad es que ¡Cuántas oportunidades hemos perdido por MIEDO…! Si revisamos nuestra existencia, desde pequeños y hasta nuestros días, nos daremos cuenta que fueron momentos drásticos y de sabor amargo, cuando otro conquistaba lo que nosotros pudimos, pero que por MIEDO no lo hicimos.
Oportunidades en la escuela, en la familia, en el barrio, con los amigos, en el trabajo, etc., y todo porque nos acobardamos ante la exigencia de poner en juego nuestras habilidades que creímos nosotros mismos que no eran suficientes. Pensemos si el abejorro tiene miedo de no poder volar… Al contrario, se lanza aunque los físicos dicen que sus alas no están hechas para poder hacerlo, y vuelan.
Así, que ahora que estamos al final de un año y en vísperas de uno nuevo, decidámonos a desafiarnos a nosotros mismos, sin miedo al qué dirán, sin miedo a fracasar, que al fin y al cabo el NO ya lo tenemos… vayamos por el SÍ. Hagamos que México se supere, porque lo merecen nuestros hijos, así que a hacer ¡Que viva México!
